1090 dias llevo enamorado de alguien que jamás he conocido, que solo he oído a través de un programa escolar. ¿Cómo es posible? no lo se, pero creo que es lo mismo que ocurre cuando te gusta un cantante o actor/actriz, con la única diferencia de que no he visto su rostro, nunca, pero me lo puedo imaginar con solo oír su voz. Y quizás se pregunten como no he podido reconocerla de solo escuchar su voz en la escuela, la respuesta es simple, su voz esta distorsionada, se siente al escuchar el programa, después de 3 años supe reconocerlo, al igual que mis amigos, lo que hacia mas difícil la búsqueda.
Pero tenia esperanza, sabia que este año la iba a encontrar, aun que sea uno de los chicos mas conocidos en la escuela no me sirvió para saber quien era aquella chica de la radio, y quizás tambien se pregunten, ¿Lysander Vale por que te obsesionaste tanto con aquella chica?, bueno, la respuesta tambien es fácil, ella desde el inicio de su programa demostró ser una chica igual que todos, con problemas, con inseguridades, con miedos, se mostro tal cual era y lo decía al publico sin problema, y siempre acompañaba a través de llamados a quienes se sentían como ella, lo que cautivo mi corazón. Y poco a poco sin saber nada mas que sus gustos musicales y tener una idea de ella, me enamore de la idea de ella, de como era, y como espero que sea. Algo en mi corazón me dice que esta cerca que solo no he sabido buscar bien todos estos años.
Debo añadir que su gusto musical afecto mucho el mío, ahora siento que con sus canciones estoy mas cerca de ella, incluso con las nuevas bandas que me gustan. Como lo es oasis, o green day. La verdad espero que estas semanas se pasen rápido para poder ir al baile con ella.
—Lysander Vale—hablo una chica llamando mi atención—Te buscan en el Campus.
La mire confundido. Cerré mi laptop y me levante de aquel asiento en el que estaba. Seguí a Annastasia por el camino en el que me guiaba. Para cuando se detuvo me dejo ver a una chica que había visto antes, la verdad no recordaba su nombre. Pero creo que era Guiliana, la chica de penúltimo año.
—¿Qué es esto?—dije mirando a Annastasia.
—¡LYSANDER VALE!—grito Guiliana— ERES EL CHICO MAS LINDO DE TODOS— dijo elevando un cartel. Mierda, esto no pinta bien.—¿Quieres ir al baile conmigo?.
Mierda.
Mire a mi alrededor y todos aquellos que estaban ahi parados esperaban una respuesta mía, quizás un si—Lo siento, ya tengo con quien ir— dije rascándome la cabeza— De verdad lo siento.
Ella bajo decepcionada su cartel de "prom" y la mire unos segundos para acercarme.
—Hey de verdad lo siento, pero ya tengo pareja, y eres una gran chica pero ya tengo pareja, se que cualquiera de esta estúpida escuela quisiera ir contigo.
Ella sonrió tímidamente y se alejo de mi, prontamente la gente alrededor se fue. Suspire y camine hacia mi casillero. Donde mis amigos me esperaban, a lo lejos Oscar me saludo e hizo que Blass volteara.
—¡Amigo! ¿Cómo es eso que bateaste a Guiliana Grims?.
—Dios cállense.
—¿Quién será tú repuesto si esa chica no aparece?.
—¿Repuesto? nadie, estaré con mis dos mejores amigos.
—Dios que mamon eres, aléjate— comento Blass.
—¿Qué clase tienen?.
—Historia—dije.
—Teatro—hablo feliz Blass— ¿Me iran a ver a la obra?.
—Cuenta con ello.
La campana sonó y todos caminamos a nuestros respectivos salones.
La clase de historia era mi última asignatura del día, pero a pesar de eso, me costaba concentrarme. Seraphine estaba sentada dos filas delante de mí, y no podía evitar distraerme con cada gesto suyo, con cada movimiento de su cabello rubio que caía sobre sus hombros.
El profesor hablaba sobre la Revolución Francesa, un tema que siempre me había interesado, pero en ese momento, mi mente estaba en otro lugar. Recordaba las conversaciones que tenia con Yellow. Intenté concentrarme en las palabras del profesor, en las fechas y los nombres que mencionaba, pero todo parecía difuminarse a mi alrededor. Cerré los ojos un momento, tratando de recuperar el enfoque, pero solo conseguí ver el rostro de la locutora misteriosa en mi mente, con sus ojos brillantes y su sonrisa encantadora (o era lo que me gustaba imaginar).
Cuando abrí los ojos de nuevo, me di cuenta de que el profesor me estaba mirando expectante. Parpadeé y traté de recordar lo que acababa de decir, pero mi mente seguía en blanco. Seraphine se dio la vuelta en su asiento y me miró con curiosidad, y sentí que el rubor subía a mis mejillas.
Traté de disculparme con el profesor, explicando que me había distraído, pero no pude evitar sentirme avergonzado. Seraphine me sonrió de forma tranquilizadora, y eso hizo que me sintiera un poco mejor. Sin embargo, durante el resto de la clase, me esforcé por mantener la concentración, aunque mi mente seguía regresando a ella una y otra vez.
Después de clase, me acerqué a Seraphine mientras guardaba sus cosas en su mochila. Me sentí un poco nervioso y patético, estaba jugando con una chica. Pero aun asi decidí hablarle de todas formas.
—Hey, Seraphine— dije, tratando de sonar casual.