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Seraphine Elowen, una chica de 17 años, que tenia a toda la escuela enamorada de ella. Aun recuerdo cuando el año pasado humillo a uno de ultimo año de otra generación cuando la invito al baile, o bueno eso decían los rumores. La rodeaban muchos rumores, como que se había metido con muchos chicos, que le gustaba humillarlos cuando no eran suficientes para ella, solía reírse con su amiga de eso pero la verdad jamás había presenciado eso con mis propios ojos. 

La verdad solo lograba ver a una chica que tenia miedo de los hombres, actuaba de tal manera cuando se acercaban mucho o tenían otras intenciones. Lo único que recuerdo haber presenciado fue cuando golpeo a Aquiles por tocarle el trasero cuando la lista de las "Mas lindas" salió a la luz. Una absurda lista que sale cada año destacando las "mejores cualidades" de las mujeres de esta secundaria. Lo que me parecía absurdo, jamás quise participar de eso, me parecía repugnante que vieran de esa forma a las mujeres. Pero Seraphine fue "nominada" o "destacada" en muchas categorías; como mejor trasero, rostro, labios, cuerpo y muchas absurdidades mas. Y la verdad siempre pensé que eso le afecto. 

—¡SEÑOR VALE!.

Gire mi cabeza y el entrenador quien posaba sus manos en su cintura me miraba enojado a lo lejos.

—Deje de distraerse y ponga atención en el juego.

Mire hacia las gradas donde se encontraba Seraphine quien por un momento levanto su vista de aquel libro que en sus manos poseía para reírse.

 Idiota. Idiota. Idiota. Idiota. Idiota. Idiota. Idiota.

El entrenamiento finalizo y Jhon se acerco a mi antes de poder hacer cualquier movimiento.

—Al parecer vas ganando. 

—Cállate Jhonnatan.

—¿Quieres jugar de verdad Vale?, bien, esto se pondrá interesante.

Jhonnatan corrió a las gradas donde subió aquel en el que estaba sentada Seraphine, tomo su rostro y la beso. 

Corrí donde ella y el solo me miro y sonrió.

—Seraphine—dije cuando la vi bajar—Espera.

Ella caminaba al punto de casi correr.

—Espera—volteo y me lanzo mi chaqueta al suelo.

—Aléjate tu y tus amigos de mi.

—Espera, yo...

—No, no eres nada Vale, asi que aléjate, no mereces mi atención.

—Wow, tú maldito ego es mas grande del que esperaba.

—¿Acaso crees que por ser el mas lindo o el mas popular te dará una oportunidad conmigo? solo eres un idiota mas como Jhonnatan, que cree que puede hacer lo que quiera con cualquier mujer porque piensa que les pertenecen. Aléjate, hablo enserio.

Ella se dio la vuelta y desapareció entre los arboles que crecían en el Campus, aun mirando su silueta esperando que volviera me quede ahi, hasta que Oscar apareció.

—Vamos amigo, debemos cambiarnos. 

Sentía demasiada rabia en mi interior, solo quería golpearlo. 

—¿Y si lo matamos y decimos que fue un accidente?— dijo Blass.

—Seria buena idea—le respondió Oscar.

—Cállense los dos.

Los tres reímos, y nos terminamos de duchar para vestirnos y dar por finalizadas las clases de hoy, lo que me alegraba. Caminaba por los pasillos con mis manos en los bolsillos, mientras en mis audífonos sonaba Chase Atlantic. A lo lejos podía divisar a la gente caminar tranquilamente, saliendo de sus clases y riéndose con sus amigos. Algo que me gustaba era que siempre había un lugar en el cual podías encajar. Alguien que podía sentirse igual que tu. 

Pare en mi casillero y metí algunos libros para no llevar tanto peso en mi mochila, moví un poco mis audífonos y escuche algunos susurros de las personas que iban pasando.

—¿Oíste que Wen lo rechazo en pleno entrenamiento?...

—Wen no estaría con alguien como Ly, no es su tipo...

—¿Sera por eso que dejaron de ser amigo de Jhon? el la beso...

Dios la gente siempre hablara de todo y malinterpretara las situaciones. Cerré mi casillero y me voltee a las chicas que pasaban. Ellas solo bajaron la cabeza y continuaron casi corriendo su camino. 

◇°•♤°•♧°•◇

Me detengo frente al espejo, observando mi reflejo con detenimiento. Mis rizos oscuros caen desordenadamente sobre mi frente, enmarcando mi rostro de rasgos suaves y ojos azules como el cielo en un día despejado. Mi piel es pálida, casi translúcida, y contrasta con el color oscuro de mi cabello.

Soy alto, con una estatura que me permite destacar entre la multitud, pero a veces me siento torpe e incómodo en mi propio cuerpo. Mis manos son grandes y ágiles, pero a veces parecen tener vida propia, moviéndose de manera descoordinada cuando estoy nervioso o ansioso.

Mi apariencia física nunca ha sido algo en lo que haya pensado mucho. Siempre he sido más introspectivo, más interesado en los pensamientos y sentimientos que en la apariencia externa. Pero últimamente, me he dado cuenta de que la forma en que me veo tiene un impacto en cómo me siento y en cómo me perciben los demás.