Rompiendo tú Ego.

16

 

 Hedge Creek Falls

 

Segundo día junto a Seraphine, hoy era domingo, ayer fue sábado, pero solo pensaba en dormir hasta las 3 de la tarde. Antes de empezar mi día decidí hacer una pequeña llamada a Julia. 

Si, eran las 6 am, pero no me importaba, si yo estaba despierto un domingo a esta hora todo el mundo lo estaría.

—¿...Hola?.

—Hey Jul, ¿Cómo estas?.

—Que mierda Vale, son las 6 de la mañana, ¿Qué te pasa?.

—Antes de que cortes, ¿Serias tan amable de decirme que música le gusta a Seraphine?.

—Dios.

—Vamos.

—The cure, Oasis, Taylor Swift y sixpence none the richer, adiós Vale— y efectivamente me corto.

Decidí descargar algunos albúmenes para nuestro viaje de hoy, para nuestro viaje de exactamente 9 horas, este viaje es mucho mas extenso que el anterior, pero algo en mi decía que valía la pena. Al igual que ayer me duche, lave mis dientes y baje a desayunar, tome mis llaves y me fui rumbo a la casa de Seraphine que como ayer me esperaba afuera de su casa en su bolso en mano y lista para irnos. Me detuve y ella corrió hacia el auto, estaba vez con una sonrisa calmada en su rostro. 

—Buenos dias.

—Buenos dias señorita.

Y de esta manera nos pusimos en marcha, estando en un semáforo puse un álbum de Taylor, y poco a poco Seraphine y yo nos pusimos a cantar. 

—I'm drunk in the back of the car

And I cried like a baby coming home from the bar (oh)
Said, "I'm fine, " but it wasn't true
I don't wanna keep secrets just to keep you
And I snuck in through the garden gate
Every night that summer just to seal my fate (oh)
And I screamed for whatever it's worth
"I love you, " ain't that the worst thing you ever heard?
He looks up grinning like a devil —gritamos a todo pulmón mientras manejaba.

Ambos reímos, y de pronto las horas fueron minutos a su lado. Nuestro viaje a Hedge Creek Falls, fue una decisión propia debido a que había capturado mi atención y curiosidad desde que escuche sobre él en clase de historia. La idea de explorar un sitio lleno de historia y belleza natural nos emocionaba, así que preparamos nuestras mochilas y partimos temprano en la mañana.

El camino hacia las cataratas estaba rodeado de exuberante vegetación y el sonido de los pájaros cantando llenaba el aire. Seraphine y yo caminábamos en silencio, absorbidos por la serenidad del entorno. Cuando finalmente llegamos a las cataratas, nos quedamos maravillados por su belleza.

El agua caía desde lo alto con un rugido tranquilizador, creando una cortina de gotas brillantes que reflejaban los rayos del sol. El aire estaba lleno de humedad y el sonido del agua nos envolvía, creando una sensación de paz y serenidad.

Decidimos sentarnos en una roca cerca de las cataratas y escribir en nuestros diarios, como nos había pedido nuestra profesora de historia.

"Al estar aquí, frente a Hedge Creek Falls, siento una profunda conexión con la naturaleza y con la historia que ha ocurrido en este lugar. Las cataratas son un recordatorio de la fuerza y la belleza de la naturaleza, y me hacen reflexionar sobre mi propia vida y mi papel en el mundo.

El sonido del agua cayendo es como una canción que me susurra al oído, recordándome la importancia de fluir con la vida y de aceptar los cambios que vienen con ella. Las rocas cubiertas de musgo y las plantas exuberantes que crecen alrededor de las cataratas me recuerdan la capacidad de la naturaleza para renovarse y florecer, incluso en las condiciones más difíciles.

En este lugar, me siento en paz y en armonía con el universo. Me hace apreciar la belleza y la majestuosidad del mundo que nos rodea, y me inspira a cuidar y proteger este precioso regalo que la naturaleza nos ha dado."

Después de escribir en nuestros diarios, nos quedamos un rato más, disfrutando de la belleza de las cataratas y la tranquilidad del lugar. Nos sentimos agradecidos por haber tenido la oportunidad de experimentar la magia de Hedge Creek Falls.

—¿Quieres nadar?.

—¿Que?, No se puede.

—Vamos—dije riendo.

Comencé a quitarme mi camiseta, seguido de mis zapatos y pantalones, para finalizar con mis calcetines. Y si, esta era una excusa perfecta para desnudarme frente a Seraphine. Ella se sonrojo e imito mi actuar. El frío nos sorprendió al principio, pero pronto nos acostumbramos a la sensación refrescante. Las cataratas caían con fuerza sobre nuestras cabezas, creando una cortina de agua que nos rodeaba y nos hacía sentir como si estuviéramos en nuestro propio mundo mágico.

Nos acercamos aún más a la cascada principal, donde el agua caía con más fuerza. Seraphine se acercó a mí, sus ojos brillando con emoción y alegría. Sin decir una palabra, me tomó del rostro y me atrajo hacia ella, y nuestros labios se encontraron en un beso apasionado y lleno de amor.

El agua caía sobre nosotros, pero en ese momento, todo a nuestro alrededor desapareció. Solo existíamos Seraphine y yo, fundidos en un abrazo amoroso bajo la cascada. Fue el beso más romántico y apasionado que había experimentado en mi vida, y supe en ese momento que nunca lo olvidaría.




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