Ronnie: El consejo del ángel de la muerte

Capítulo 6

“Los hombres, en general, no son sino marionetas maltratadas por un titiritero.” 
GIOVANNI PAPINI

 

17 septiembre del 2018

Cap 6

Evans no habló por un largo rato después de lo que le grite, molesta y tristeza cruzó por mi rostro, más que eso también senti esos susurros cantando una linda canción olvidada con él tiempo, pero el viento la recordaba. Como un viejo recuerdo y podría jurar que no fui la una atónita ante ese sonido, que no fui la única que lo escucho.

Despues de esos minutos en silencio él abrió la boca, y habló como una promesa de que alguna vez fuimos como familia me sonrió con dulzura mientras despotricaba sobre ese extraño que se llama Charlie Parker.

—De acuerdo. Pero quedas advertida aquel tío solo trae más líos de los que ya tienes, ¿ Por la pelea con Lukas no bastó? ¿Acaso buscas de nuevo tener que resolver las cosas con un golpe bajo en sus bolas? No funcionará, él no es de fiar —le mostré mi dedo corazón. ¡Joder, trato de pasar página con el pleito con Lucas pero en serio que con esta gente no se puede!

Creo que ya medio mundo lo sabía porque al parecer la noticia más candente era mi pelea con Lukas.

—Vale, vale te marchas mejor Evans, — al decirlo le dediquo una mirada fría y escalofriante tan distante que se podría decir que eramos totalmente desconocidos. Lo que sea que fueran  en el pasado, ya no importaba nada.

—¿Se conocen? —cuestione a ese alguien entre las sombras, no lo había notado, su presencia se había ocultado escuchando todo como un espectáculo. Pero antes lo había notado hasta que me perdí en los ojos grises mientras discutíamos, era como si solo existiéramos los dos.

— Si, Ronnie — me guiñó el ojo, y acto seguido comentó —. Izzy no me gusta tanto como Ronnie. ¿Te gusta?

Ignore su pregunta y seguí con mi mini interrogatorio —.¿De dónde, y además ustedes son cercanos?

Los mire a ambos con intriga y algo cansada de escuchar los susurro, que seguían aunque en menor cantidad, como una linda sinfonía pero funestra un poco. 

—¿Te Gusta? — volvió a preguntar y yo seguí ignorando aquella pregunta.
—Dime lo son, Charlie.

—No responderé a eso mientras no me respondas, Ronnie.

—Me da igual — mentí. En realidad Izzy solo me traía el recuerdo de mi madre y Ronnie era fantástico.

—Esa no es una respuesta. Debes de decir si o no y por que ya que así No responderé a nada, Ronnie.

—No me gusta. Bien. Porque lo usas tú como si fueras alguien cercano y no lo eres.

—Lo puedo ser. —comentó con quietud y algo como un brillo en sus ojos, que era el cielo nocturno sin estrellas, y añadió respondiendo—. Y bueno si lo éramos y nos conocimos por unas vacaciones en las afuera de la ciudad, contenta.

—No. ¿Por qué se llevan mal ahora? ¿Qué pasó?, y ¿Por qué dice que sos problemático?
—Eres muy curiosa y la curiosidad... — le corte y dije “responde” y él se cruzó de brazos y dijo —. ¿Son en realmente algo ustedes?
—¿Por qué?
—Solo es mi curiosidad. Pero dime y responderé ya que vos has hecho muchas preguntas.

—Nada.

Dije con sinceridad, nunca fuimos más que amigos o algo así. Tal vez fue más cercano a eso o posiblemente más como un hermano.

—Bueno el se lleva mal conmigo por algo que sucedió hace más de un año, un pleito creo que paso, y lo dice porque es cierto.

Respondió en orden cada una de mis preguntas pero sus respuestas eran algo vanas y cautelosas.

Me miraba con una risueña sonrisa que se crispó al ver el rostro de Evans, acechando más cerca, hasta que no quedaba espacio entre nosotros.

Rompería todas las leyes de ser posible por su atención en el momento que lo necesite, la muerte de mi... ¿Pero ahora?. En aquel segundo él se acerca y me estampa con la pared de ladrillo.

♦♦♦

 

Su toque es brusco y me sujeta las manos hacia arriba, dejándome sin escapatoria alguna, quedando a su merced.

Aunque no le permitiría tocarme si fuera consciente de lo que sucede.

Respiro profundo, no me percaté de que había dejado de hacer algo tan natural como respirar —. Estoy conteniéndome a no romper su cuello. Así que dime que sucede aquí.

Su sonrisa juguetona esta remplazada por una completamente fría, sus manos frías y en  un  susurro articule —. Por mi rómpele el cuello o a mi, no me importa, Evans.

Su toque se afloja y me resigno a buscar a Charlie, el mentiroso, ahí recostado en un poste en la sombra de la noche que le da un toque tétrico espetando con una sonrisa de psicópata.

—Te gusta el espectáculo, Mr. Falacias —el ríe en una sonora carcajada en el silencio parece un tanto abrumador.

Al terminar menciona como una advertencia o más bien una frase  —. Recuerda, para encontrar la luz debes andar entre las sombras. No ser también una, Evans.

—No te lastimará así que será mejor que los deje. Supongo que tienen mucho que hablar, nos vemos Ronnie.

Sin más se marcha. Y al cabo suena algo en mi celular: un mensaje. «Te encontré, Ronnie»

El mensaje solo dice eso y nada más, Tan misterioso como Evans.

—¿Quieres hablar o romperás mi cuello? – le pregunto cruzándome de brazos. Siento mis ojos pesados y sus manos me han liberado totalmente, pero sigue muy cerca mío.

— ¡Izzy!— brama en un gemido ahogado —. ¡Sabes que yo... yo siempre estuve tratando de ... !

—¿De qué? – Lo insté al ver que lo dejo sin terminar, pero solo suspiro y respiro profundo calmándose. A los dos nos afecta la presencia de aquel farsante, pero no entiendo la razón.

Se acercó balbuceando cosas sin lógica y al final solo supe que tenía mis manos por su cabello enredado -sobre aquel castaño que adoraba-  sus labios sobre los mío en una desenfrenada guerra de besos.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.