IV: MIS DEMONIOS

Yo derribando miedos y tú creando monstruos. No sé que sea pero parece amor, de esos ilógicos, hermosos, de doble filo. 

Elena Poe

Ya no quedaba nadie que recuerde al tantear mi brazo, los lazos del pacto habían desaparecido, y solo quedaban mis demonios. 

Pero mi corazón latía fuerte a cada paso con una promesa que no deseaba olvidar. Una que aunque sea un fantasma no llegaría a entregar ni siquiera a mis miedos más profundo. 

¿Qué es más poderoso que el miedo? 

El amor, esa promesa me conectaba a él, consiguiendo que mis monstruos profundos no sean mas que un simple corazón latiendo por hallarlo y sacarlo de las desgarradoras profundidades, donde yacían mis demonios.