Erza
Después de que llamáramos a la policía, el tipo huyó y nosotros sacamos de aquel departamento a Amy que perdía mucha sangre, la subimos a mi auto mientras bajábamos a prisa. Ya en el estacionamiento Neal se subió en el asiento trasero mientras hablaba con ella para evitar que cerrara los ojos.
—por favor... Amy... No te duermas—dijo Neal intentando mantenerla despierta.
—No dejes que duerma—dijo Axel serio.
Conduje lo más rápido que pude hasta el hospital, la sacamos para gritar para que pudieran atenderla, una vez que la pusieron en la camilla, se la llevaron. Nos quedamos un par de horas hasta que llegó el médico.
— ¿Familiares de la Srita. Hester?—hablo en voz baja el médico.
Me acerque hasta el médico.
— ¿Qué parentesco tiene con la Srita. Hester?—pregunto el médico.
Hablé sin pensar.
—soy su novio—respondí serio.
—está estable, pero presenta una fisura en las costillas, presenta una desnutrición severa podría apostar que es de años ya que por eso las heridas causadas en su cuerpo tardan en sanar, también presenta múltiples ataques sexuales—dijo el médico mirándome como si fuera el causante—¿Puede explicarme o llamo a la policía?—
Me enoje y mis hermanos entraron a defenderme contra el doctor.
—Estoy seguro que llamara a la policía cuando le digamos todo—dijo Neal serio.
—fuimos a llevarla a su departamento y nos íbamos a el departamento de mi hermano, escuchamos una conmoción en el de ella—dijo Axel serio al igual que Neal.
—corrimos a ver que sucedía y su primo la estaba lastimando... En vez de mirarme como si yo hubiera sido el culpable dedíquese hacer su trabajo—dije tan seco como pude—¿Podemos verla?—
El médico nos miró con recelo y suspiró.
—está bien pero ella se quedará en el hospital para observarla... Perdió una cantidad de sangre considerable—dijo el médico serio mientras sacaba su móvil y llamaba a la policía al mismo tiempo que nos mostraba la habitación.
Allí estaba ella, se veía indefensa y le costaba mucho mantenerse despierta ante nosotros. Axel le sonrió y salió hacer una llamada mientras que Neal y yo mirábamos a la misma chica que estaba en la casa de mi madre completamente rota.
Su rostro estaba hinchado, tenía muchas marcas negras en la piel, sus labios rotos y tenías algunas puntadas en uno de los brazos.
—te mantuviste despierta... Bien hecho—dijo Neal sentándose a un lado mientras ella sonreía como podía.
— ¿Cómo iba a negarme?, Fuiste amable al pedírmelo—susurro Amy con su voz rota y lastimada.
Me acerque y me senté en la cama, ella con esfuerzos se sentó, se veía cansada y no podía moverse mucho. Acaricie su rostro, pude ver porque tenía esa tristeza en sus ojos marcada y sonreí ya que ella era una ternura.
—De haber sabido que esto te pasaría no te hubiera dejado ir...—susurre mientras acariciaba una de sus mejillas.
—no tenías elección... Y estoy bien... Siempre lo estoy—susurro tímida.
—Ni de coña volverás a ese sitio—dije molesto, Amy me miró extrañada por lo que dije y le sonreí—me dijo todo el médico sobre tu condición no voy a dejar que regreses a ese lugar—
—pero... Es la única familia que tengo—respondió sería.
—pues al diablo vas a estar a nuestro cuidado desde ahora—susurre mientras ella se quedaba atónita ante lo que había dicho, gire mi rostro para mirar a Neal y Axel en la puerta fingiendo ser una pareja y abrazarse para agarrarse a besos, mientras señalaba a nosotros, les saque el dedo y me gire a ver a Amy que gracias a las drogas se había quedado dormida en la cama de hospital.
Me levanté y pronto miramos a un par de policías acercarse a nosotros y nos hicieron varias preguntas sobre ella, le comenté la verdad y lo que había pasado en el departamento antes de que salir para llevar a Amy a recibir atención médica, estos de fueron diciendo que mañana iría para hablar con Amy.
—uno de los policías miraba el trasero de Neal—dijo Axel riendo.
—jajá miraban más a Erza—dijo Neal intentando quitarse de la mira burlona de Axel.
—ya cállense van a despertar a todos aquí... Vayan a casa a dormir me quedaré para ver cómo está al día siguiente—les di las llaves de mi auto a Neal ya que Axel era un loco conduciendo.
—¿Por qué siempre le das las llaves a Neal y no a mí?—reclamo Axel.
—porque sabemos lo bestia que conduces y no quiero que dañes mi auto—dije haciendo reír a Neal.