Room Side "B"

No pude resistirlo...

Erza

 

Un mes viviendo con Amy me hacía sentir incómodo, ya que ella era tan dulce, divertida e inocente en algunas cosas. Podía verla tan tranquila sentada en el sofá mientras leía un poco.

 

—Hola—dijo Amy cerrando su libro.

—Hola... ¿Te diviertes?—pregunte señalando su libro— ¿Amor inmortal?—

—es mi favorito... Lo compré cuando tenía diecisiete—dijo Amy dejándolo en el sofá— tu madre llamo... Quería ir a comprar ropa conmigo... Mañana—

—Muy bien suena genial—dije intentando no mirarla.

 

Suspiro y no tardó mucho en levantarse e irse a su habitación, era pasadas de las diez de la noche, así que fui a mi habitación para descansar ya que todo el día la había pasado en sesiones de fotos y firmando posters por pre-ordenes de un disco nuevo de la banda.

 

Deseaba descansar.

...

 

Amy.

 

Fui a darme un baño, tenía el olor del hospital por todos lados y deseaba sentirme más descansada ya que atender a los pacientes nuevos era un suplicio, mientras me quedaba en la bañera pensaba en lo mucho que Erza y su familia habían hecho por mí, quería compensarlo por lo que hizo por mí y la única forma que sabía hacerlo me daba pena.

 

—Realmente quiero compensarle—susurre tímida mientras me masajeaba las muñecas.

 

Una vez que termine de bañarme fui a mi armario tomando mi ropa interior, un Pans y un suéter, me cepille el cabello con cuidado y me mire en el espejo. Mi aspecto había mejorado, estaba más activa, rendía más en el trabajo y me sentía mejor.

 

Me levanté de mi tocador y fui a la habitación de Erza, tímida mire la puerta y solté un suspiro. Toque la puerta esperando a que el no estuviera dormido aún y deseaba hacerlo.

 

Escuché su voz y suspiré.

—pase—tome la perilla y abrí la puerta Erza estaba en la cama acostado con su ropa de pijama puesta, me acerque y lo mire por última vez con un sonrojo creciendo en mis mejillas— ¿Qué pasa Amy?—

 

Comencé a quitarme mi suéter dejando a la vista mi sostén negro, mi Pans cayó al suelo sin complicaciones, me acerque a la cama seductoramente, para posicionarme en sus piernas sentada sobre su regazo.

 

— ¿Qué... Qué haces?—pregunto Erza mirando lo que hacía.

 

Comencé a mecer mis caderas en su hombría para despertar aquella parte de él. Soltó un Jadeo y sujeto fuerte las sábanas de la cama.

 

...

 

Erza.

 

No podía creer lo que sucedía ella estaba en mi regazo moviendo sus caderas rosando su feminidad con mi miembro cubierto por la tela de pijama y mi bóxer, era un jodido sueño hecho realidad, apreté las sábanas entre mis manos ya que una parte de mi decía que esto estaba mal, quería pararla pero estaba cayendo en sus caderas.

 

—para... No es correcto—susurre con la voz ronca.

— ¿Porque?—susurro de la misma manera está ves moviendo de forma más lenta sus caderas.

—no podemos... Si seguimos yo...—solté un jadeo y me aferre a no caer.

—por favor... Quiero hacerlo—dijo besando mi cuello.

 

No pude más y tome sus caderas, bese sus labios de forma hambrienta y acariciaba su cuerpo. Baje mis labios por su cuello sacándole más que un jadeo, sus caderas continuaban con aquellos movimientos y mis dedos torpes llegaron al seguro de su sostén para desabrochar el mismo pero era imposible. Quien haya sido el que inventó esas cosas era un idiota.

 

Ella lo desabrocho sin problemas mientras este mismo resbalaba por sus hombros, dejando a la vista sus pechos, no había nadie para detenerme y la mire tan perdida en lo que hacía con sus caderas que comencé a mover mis caderas contra las suyas mientras mi mano sujetaba una de sus caderas y mi mano libre jugaba con uno de sus pechos. No podía creer lo que hacía, hasta que escuché que tocaban la puerta.

 

—¿hey?—grito Axel tocando la puerta, ambos nos miramos y sin perder tiempo Amy se bajó de mi para irse a vestir con rapidez y se sentó en la cama mientras yo escondía su sostén debajo de mis sábanas.

 

Se sentó en el extremo derecho de la cama y grite.

 

—pasa—Axel entro y nos miró, Amy traía la cara roja de Vergüenza y yo seguía con un problema en mis pantalones— ¿Qué demonios haces aquí tan tarde?—

—solo pasaba a saludar... Cierto mamá quiere que lleves a Amy al centro comercial con ella—dijo Axel soltando un bostezo— ¿Te sientes bien Amy?—

—e... Estoy bien Axel—respondió Amy tímidamente.

—Es que tu cara está roja—dijo Axel tocando su cara para ver si no había rastros de fiebre, Amy apartó su mano y la tomo con las suyas que eran extremadamente pequeñas.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.