Rosalie y Emmett, su historia

Rompecabezas

*Narra Rosalie:

Los pronósticos de Carlisle habían sido demasiado buenos en comparación con la realidad. Cuatro días, cuatro ETERNOS días su dolor se propagó. A ratos cesaba de gritar pero luego volvían sus rugidos. Al tercer día sus heridas ya estaban sanas, sin cicatrices; su cuerpo comenzó a empalidecerse y sus facciones se hicieron más perfectas de lo que eran. Ahora que no lo veía tan vulnerable pude apreciar su belleza. ¡Pero que hombre!. Por primera vez algo me pareció tan bello como para captar mi atención a excepción de mi. Sus brazos adornados de perfectos músculos esculturales. Su cabello cortado a un poco más del rape se mantuvo después de la transformación. El tono marfil le venía. Era perfecto. Era el hombre para mi. Encajábamos como un rompecabezas. Mientras lo admiraba, sentí su mano sobre la mía de forma tímida. Me exhalté ya que no ví la rapidez con que lo había hecho. Abrío sus ojos, sus perfectos ojos oscuros con un tono carmesí. Normal en un "recién nacido". Me miró aliviado, con una expresión de ternura que hubiese hecho explotar mi corazón si todavía latiera.

Quería llamar a Carlisle para avisarle que estaba despierto, pero éste momento era nuestro… .

-Sabía que llegaría al cielo después de bajar al infierno. - Dijo sonriendo deslumbrantemente.
-Al fin despertaste.
-¿Despertar?. - Preguntó confundido.
- Fuiste atacado por un oso en el bosque, yo te encontré y mi padre te salvó.
-¡Estoy vivo!, pero me siento algo extraño, mi garganta… .
-Mi padre te salvó de una forma sobrehumana… , eres distinto… .
-Emmett.
-¿Perdón?.
-Mi nombre es Emmett… . -Dijo sonriendo de nuevo.
-Oh, perdón no nos hemos presentado, soy Rosalie. - Dije con un tono propio de la época, muy cortés y protocorial.
-No ja-ja-ja, tú eres un ángel. - rió aún más. - Tú eres el ángel que me salvó, gracias a ti estoy vivo… .
-En realidad, vivo es una palabra que no cabe en nuestro mundo… . Mi padré para salvarte tuvo que convertirte en lo que somos nosotros… . -Dije preocupada que no se asustara. - Emmett eres un vampiro.

Me quedó mirando con una expresión extraña, entre shock y duda. Pasaron exactamente dos minutos y tres segundos pero para mi fue eterno. ¿Qué pensaba ahora que era un vampiro?… . ¡Que ganas de tener el maldito poder de Edward para saber que piensa!.

-Lo que siento en mi garganta, ¿qué es?. - preguntó finalmente.
-Sed… .
-¿Puedo saciarla?.
-Debes hablar con Carlisle primero… .

En esos momentos entró mi padre, era una costumbre llamarlo así, incluso en mis pensamientos.

-Esperaba que terminaran de conocerse chicos. - Dijo con su tono de médico.
-Carlisle todo salió bien, pero tiene sed, ya sabes. Explícale nuestra forma de alimentarnos. Sabes como hacerlo.- Le guiñé un ojo.

En ningún momento solté su mano. Carlisle se sentó sólo para estar mas cerca y poder examinar bien cualquier expresión de Emmett.

-Puedes cazar, pero como lo hacías cuando eras humano, sólo animales. No es una regla. - Dijo en todo paternal. -Es un estilo de vida que adoptamos. No dañamos a los humanos ¿entiendes?. Su sangre para nosotros es prohibida.
-Quiero cazar ahora, ¿puedo?. -Preguntó inocentemente, como un niño pregunta si puede comerse todos los chocolates.
-Ve con Rose y Edward, eres demasiado joven para cazar sólo.
-¡Quién es ese Edward!. - Gruñó, mirando celoso como si le arrebataran algo.
-Soy yo. - Edward entró demasiado rápido como siempre, apoyándose en la puerta.
-¿Él… , es… , tu…?. -Dijo nervioso.
-¡No!. - Dije con un tono de ofensa. - Es mi… , bueno… , hermano.

Edward se rió por lo bajo. En eso entra Esme y se agacha cerca de Emmett tomándole la mano que le quedaba libre.

-Bienvenido, hijo. - Tan madre como sólo ella podía ser.
-Gracias, eso creo. ¿Vamos de caza ya?. La garganta me quema.

Se paró muy rápido, y se asombró, seguramente de sus nuevos dotes. Se puso a mi lado con su cuerpo monumental, hermoso. Era tan grande como un oso, Mi oso. De nuevo el rompecabezas encajó. Apretó aún más mi mano junto a la suya y el resto de la familia salió para esperarnos afuera. Me miró fijamente como adorando una obra de arte. Sus ojos penetraban en los míos. Intensamente.

-Rosalie, mi chica. - Asumió finalmente y posó sus labios sobre los míos de forma tierna. Fue apenas un roce de labios, rápido y sutil. - ¡Vamos a cazar!. - Gritó eufórico.

Y tomamos rumbo al bosque… .

 * Narra Emmett:

;Uff!. Ya no quería más ese desagradable y molesto dolor en todo mi cuerpo. Ardor? Calor? Todo muy raro y demasiado incomodo, un verdadero infierno. Pero después de todo, si tenía que pasar por eso y mucho mas para ver nuevamente a mi ángel, lo soportaría. A pesar de que cada día era un poco menos terrible, me sentía un poco más… , ¿fuerte?. No lo se, aún no entendía la razón. ¿Me explicaran algún día?.

Finalmente pude abrir los ojos, y no se exactamente cuantos días pasé en ese lugar, pero lo que si sabia y tenia muy claro era que ya no podía permanecer recostado y con una nueva y extraña sensación en mi garganta.
Lo primero que vi… , lo primero realmente HERMOSO que vi, fue lo que tan ansioso esperaba. No dude ni un segundo, y no me explico como lo hice pero tome su mano con rapidez y dulzura para no soltarla jamás. Era mi ángel, la preciosa mujer que nunca en mi vida había visto. La primera y ultima seguramente… , dudo que exista alguien igual. La mire tiernamente. - Es MI ángel. Lo dejare claro a todo el mundo. Ese adjetivo recalcado porque ya la siento mía.
Me miró rápidamente al sentir mi mano. Hasta esa mirada me paresia exageradamente linda.
Sabía que llegaría al cielo después de bajar al infierno. - Le dije caballerosamente y con una sonrisa en el rostro. –
-Al fin despertaste. Me dijo con una voz firme pero hermosa. - Pensé de inmediato después que escuche su voz.
-¿Despertar?. Conteste pensativo.
- Fuiste atacado por un oso en el bosque, yo te encontré y mi padre te salvó. -
-¡Estoy vivo!. Dije. – Y yo que quería pedirle matrimonio a un ángel en el cielo. - pensé.
en voz alta dije lo que extrañamente sentía en mi garganta, pero me ganaron las ganas de seguir en su compañía, - no me quiero perder ningún momento de nombró algo de su padre pero la interrumpí rápidamente para presentarme.
-Emmett. - dije mi nombre esperando su respuesta con una nueva sonrisa.
Se disculpó por no haberlo hecho antes… , yo soy el que debió haberlo hecho antes. ¿Por qué se disculpa?. ¡Ah!. Que linda es. Te quieres casar conmigo. Le diría ahora mismo pero no creo que sea lo bastante atractivo para ella. Se merece un príncipe de oro. Es bellísima.
-Rosalie. - Me contesto. De pronto escuche las campanas del cielo en mi cabeza. ¡Ah!. Ya me volví loco… , por ella.
Me reí al pensarlo y le respondí que en realidad ella era mi ángel. El ángel que me salvo.
Le di las gracias por supuesto.
-Gracias a ti estoy vivo
-En realidad, vivo es una palabra que no cabe en nuestro mundo… . Mi padre para salvarte tuvo que convertirte en lo que somos nosotros, Emmett eres un Vampiro. - Dijo las ultimas palabras con cuidado y esperando mi reacción.



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En el texto hay: amor

Editado: 09.09.2023

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