Propuesta

*Narra Rosalie:

Cinco meses habían pasado desde que la luz había llegado a mi negra existencia. Él se había convertido en todo para mi. Antes sólo mi belleza me motivaba a seguir con este tipo de… , ¿vida?. Ahora todo tenía otra razón. Estaba enamorada y del vampiro más sexy, hermoso y protector. A su lado me sentía segura e idolatrada. Sus besos me llenaban de pasión y sus caricias me hacían olvidar hasta mi nombre.
Su existencia como vampiro iba bien hasta hace unos meses; una ruta equivocada… , un viajero que no tenía que estar ahí. Todo fue muy rápido. Emmett aún conservaba la fuerza del primer día, y ni yo pude obligarlo a regresar y no alimentarse de ese inocente.
No quisimos acercarnos ya que Edward, Esme y yo aún éramos vulnerables a la sangre humana. Carlisle podría haberlo hecho pero sólo no podría contra mi gran oso.

Cuando volvió a nuestro lugar todo apenado por lo que había hecho pero con un toque animal, se arrodilló destruido recién dándose cuenta de lo que había hecho.
-Yo… , lo… , -y no pudo seguir.
Me agaché junto a él y lo abracé. Por un lado estaba enojada pero era entendible. Él aún era un neófito, y lo peor es que ya había probado la sangre humana. Yo jamás lo hice y me siento orgullosa de eso, pero más de alguna vez tuve o me tuvieron que controlar para no cometer lo que había hecho mi oso. Pobre, como estaba sufriendo. Si las lágrimas existieran en nuestro mundo, de seguro él ya las hubiera derramado..
-Vamos a casa, debemos marcharnos de ciudad. - Dijo Carlisle tomándo de la mano a Esme y marchando. Edward ya se había ido por supuesto.

Una vez solos, Emmett me miró fijamente. Tenía un tono rojizo en sus ojos. Y justo que se le estaban colocando dorados ya.
-¿Estás enojada amor?. - Dijo avergonzado.
-No cariño, ese viajero no debía estar ahí. Nos desconcentramos cazando y no lo vimos venir. Es normal que haya pasado esto. Después de todo faltan unos meses para que ya no seas más neófito. -Dije calmándolo.

Nos pusimos de pie, entrelazamos nuestras manos y tomamos rumbo a la casa. Debíamos cambiarnos de ciudad, era peligroso si empezaban a sospechar… .

-Espera. - Me detuvo poniéndose al frente mio.
Tomó mi cara con sus dos manos, acariciándola y acercándose cada vez más… .
-Emmett ahora no… , debemos irnos… .
-Cásate conmigo… .

Pensé que mi memoria humana estaba borrada pero a mi mente vinieron todos los recuerdos de mis preparativos para la boda y la imagen de Royce vino a mi mente. No sé que cara habré puesto pero Emmett me abrazó con mucha fuerza, casi dolorosamente.
-No soy como él. – Dijo aún abrazándome. - Jamás te haría daño como lo hizo ese infame.
-Ahora… , lo… , estás… , haciendo… , amor… . – Dije con expresión de dolor.
-Perdón jaja, ya aprenderé a controlar eso. Es que cuando te abrazo todo lo demás se me olvida.
-Sabes que es mutuo.

-Ey par de tortolitos, ¡vámonos ya!. -Gritó Edward.
Ambos nos reímos. Emmett había empezado a llevarse bien con Edward desde hace ya unos dos meses. Salían a cazar juntos y mi hermano le enseñaba técnicas de ataque y autocontrol. Aunque a veces Edward podía ser muy fastidioso y salían a pelear al bosque derribando unas cuantas docenas de árboles.
Mis peleas con Edward eran mentales. Sabía que si Emmett se enteraba que yo estaba enojada por él, la pelea sería en serio. Por lo tanto yo le decía lo que me molestaba a través de mis pensamientos.

Llegamos a casa y ya habían maletas en el hall. Fuimos rapidamente a la habitación a ordenar las nuestras. La cama era distinta claro. Creo que en estos meses hemos tenido unas treinta distintas. Serían más si no fueramos a nuestro lugar "secreto" en el bosque a amarnos como corresponde. Él era mío completamente y yo suya por la eternidad. Mi belleza y su fuerza se complementaban al máximo.

-Si. - Respondí finalmente.
Emmett me miró sorprendido como si realmente esperase un "no" como respuesta. ¿Pero cómo era posible que creyese que le diría que no?. Yo lo amaba y eso era más real que cualquier cosa en este mundo.
-Mi ángel- dijo arrodillándose- prometo amarte y adorarte hasta… , ¡hasta siempre!.
Me reí un tanto nerviosa. Era la primera vez que me pedían matrimonio y que yo amara al novio.

Olvidé todos mis miedos y mi pasado humano. Tomé su hermoso rostro con mis dos manos, lo besé como si fuese un peluche, con ternura, y dije en voz alta dirigiéndome al resto de mi familia:

-¡Nos vamos a casar!. - A lo que Emmett me toma de la cintura y me levanta, sonriendo feliz como nunca lo había visto… .

*Narra Emmett:

Aun recuerdo ese maravilloso día… . Cuando vi a mi ángel por primera vez, cuando debería haber sido yo el que la tomara entre sus brazos y haberla salvado. Como un caballero salva a la princesa en los cuentos de hadas, pero nuestro encuentro fue diferente, y lo agradezco porque en ese momento, supe que mi corazón latió más fuerte no por las heridas del ataque del oso, si no por lo hermoso que tenía frente a mis ojos. Lo agradezco porque mi corazón pudo latir… , por ultima vez con esa intensidad… , por ella, porque estando tan mal, y apunto de morir pudo hacerlo, provoco eso y mucho más en mi. Han pasado muchos meses ya, desde aquel día. Los mejores por supuesto… , aunque ser neófito no es nada fácil.
Creo que desilusioné a Carlisle, y a los que creyeron que podría lograr controlarme. Pero fue más fuerte que yo. No lo pude evitar.

Estábamos cazando, cuando sentí ese olor. Un humano. ¡Estúpido humano!, por qué estaba tan cerca de nosotros… , ¡¿de mi?!… . Como me dijo Rose ese día, él no tendría que haber estado ahí. Pero no pude evitar sentirme culpable, asesino… , y de alguien inocente.
Ni siquiera se acercaron a mí, para detenerme, pero entendí, odie mi fuerza en ese momento.

Fue horrible pensar en ese hombre después de que ya no había nada que hacer. Yo… , lo… , mate. - Pensé. Pero no pude terminar de decirlo. Rose también se decepcionaría de mi.