? Capítulo 1 – El vestido más dulce para la guerra

El vestido era de seda francesa, color lavanda suave. Se ceñía a su cintura como una promesa y flotaba sobre sus tobillos como una mentira. Isadora Lefevre lo eligió con precisión quirúrgica, igual que su peinado, sus tacones, y el rubor que aplicó en sus mejillas con dedos temblorosamente entrenados.

Todo en ella gritaba dulzura.
Nada en ella lo era.

—Estás preciosa —dijo Camila, apoyada en el marco de la puerta, con un cigarrillo apagado entre los labios—. Como si fueras a una boda, no a firmar tu condena.

—La condena es para él —respondió Isa, girándose frente al espejo—. Él solo no lo sabe todavía.

Esa noche sería presentada oficialmente como prometida de Elías Moretti.
Un acuerdo sellado por sangre entre dos imperios: el de su familia, manchado de política; y el de él, teñido de cadáveres. Nadie le preguntó si quería.
Y eso fue su primer error.

Afuera, los autos negros ya esperaban. Guardias con trajes Armani, armas bajo el saco, y miradas sin alma. Isa bajó las escaleras de la mansión Lefevre como si fuera a ser coronada reina, no entregada como una ofrenda.

Su padre, Luc Lefevre, ni siquiera la miró.

—Sonríe. Esta alianza vale más que tu vida —le susurró antes de empujarla hacia los hombres de Moretti.

Isa sonrió.
Dios, sí que sonrió.
Porque esa noche no se estaba rindiendo.
Se estaba infiltrando.