Sale corriendo de mi oficina no se qué decir no debí hablarle de ese modo ella no se lo merecía, más bien si se lo merece nadien le dijo que venga y mucho menos que cocine.
Pasó el día checando documentos y firmando grandes contratos para la empresa familiar, trató de no ver lo que me trajo Madeleine pero huele delicioso, abro la lonchera que me ha traído de color rosa, me sorprende encontrar varios pedazos de carne cortados perfectamente bañados en una salsa roja no solo eso sino también fruta picada y una rebanada de pastel de chocolate, de solo ver el pastel me dan ganas de vomitar odio el chocolate y decido no comer nada solo por el asco.
-Y Madeleine,dónde está?- pregunta mi madre confundida.
No lo puedo creer,fuiste tú quién la envió?- la miro directamente a los ojos pues no puedo creer que mi propia madre sea capaz de enviar a ese espanto de mujer, mi madre sólo me mira por un instante.
-Que le has hecho a Madeleine,Darren? - y note que miro hacia la lonchera.
-Yo no le he hecho nada a esa mujer-
-No puede ser Darren que aún sigas con este berrinche tuyo, Madeleine es tu mate, tu Luna, ella es tu todo ya es hora de que lo entiendas, invité a Madeleine a cenar está noche más te vale que vayas Darren o juro que yo misma te voy a traer de las orejas,llega puntual a las ocho, estás advertido Darren-.