Veo a Madeleine durmiendo tan profundamente que me es inevitable no acercarme a ella,mis manos van directamente hasta sus mejillas su delicada piel es tan frágil cómo la porcelana y es tan suave, acomodó un poco su pelirrojo cabello.
Darren sólo se queda observando a Madeleine por unos segundos deseaba dejar todo atrás concentrarse en ella pero recobró la cordura y negó recordando que Madeleine era su mayor desgracia.
-Darren, que haces aquí??, veniste a verme?-pregunto la pelirroja un poco confundida.
-No vine a verte,que te quedé claro que jamás perdería mi tiempo contigo- una expresión seca y fria apareció en el rostro de Darren quien dejó de mirarla.
-Solo que eres tan torpe que te caiste y te tuve que llevar al médico -.
-De verdad hiciste eso por mi, gracias por preocuparte por mi Darren- la mirada de Madeleine hacia Darren dulce con un toque de agradecimiento.
-Bien, cómo sea, no te hagas ilusiones, sólo te lleve por qué Úrsula me lo pidió,así que suéltame- pues Madeleine lo estaba abrazando.