Rose | Híbridos Rebeldes 2

45. Antídoto

Capítulo 45: ANTÍDOTO

Hannah

Ingresé deprisa a mi habitación, quedé con la espalda apoyada en la puerta tratando de controlar mi errática respiración y los temblores de mi cuerpo. Ese calor producto de ese indebido momento me tenía con el pulso totalmente acelerado, un subidón de adrenalina me había embargado de golpe advirtiéndome del sabor del peligro.

Nunca esperé esa reacción de su parte. No debí insistir, pero la posibilidad de perderlo me había hecho despertar recuerdos que había esforzado en alejar y mantener en la parte más oscura de mi mente. Mi cabeza me había advertido no mencionar nada al respecto, pero yo quise y necesitaba saber si seguía siendo importante para alguien, para él.

Harun había significado muchísimo para mí, él fue un escape y debido a ello, no fui capaz de notar lo que sucedía y caí como una estúpida idiota en sus garras. Él me usó así como yo lo estaba usando a él para huir de algo emocional, lo suyo fue por puro interés, me sacaba información exclusiva que lo ayudaría a apresurar sus planes para que «al fin pudiéramos estar juntos». Maldito mentiroso.

Poco después de haber cumplido los dieciocho Harun Lewis había aparecido en mi vida, no dudé de él necesitando que esa fuerza de amor que prometía el lazo me hiciera olvidar todo lo que había acordado dejar atrás.

Hareth se había formado ante mis ojos como algo inalcanzable. Y desde que descubrí que no sería posible tenerlo como quería, me dediqué a cumplir estrictamente la función que me tocaba, solo era su hermana. Los recuerdos que decían lo contrario me atormentaban y quebraban mi voluntad, pero con Harun, mi supuesto compañero, creando un magnifico plan para salir de las sombras y reclamarme me daba la fuerza suficiente para vencer el pasado.

Cuando supe la verdad, todo mi esfuerzo se había ido a la mierda. Mirar los problemas donde Hareth se encontraba atascado, observar desde muy cerca sus intenciones me dio el impulso necesario para apartarme evitando así herirme todavía más. Pero verlo tan solo y lastimado me había arrojado irremediablemente a sus brazos.

Sí, me lo aclaré todo una vez más y admití que me gustaba. Reconocí que Hareth Lewis incluso me gustaba mucho más que antes: hace años, la primera vez que llegué a esa conclusión solo tenía doce años al arder de celos debido a su relación con Neira Relish.

Su ruptura un año después compensó la distancia que nos obligó a tener la hechicera, ¡él se había ido a vivir en la ciudad con ella! Hareth volvió permanentemente a la casa cuando el peso de las mentiras de Neira ya no resistió tanto engaño y todo entre ellos se terminó. Estuvo destruido, intentando rescatarse del veneno que infiltró ella en él. En ese tiempo, descubrió su poca tolerancia a muchas cosas naciendo de ello ataques constantes de ira. Le gritaba a todos, excepto a mí.

Por alguna razón, él cambiaba drásticamente de postura cuando yo estaba cerca. Me hablaba y me daba explicaciones que yo no pedía, él se aseguraba de que yo no lo viera distinto como el resto. Y al descubrir que conmigo se comportaba diferente y que esa fuerte sensación de molestia se calmaba al hablarme adquiriendo esa tranquilidad en su tono de voz y rasgos me hizo saber que debía permanecer cerca de él.

En aquel entonces, Hareth era muy cuidadoso cuando se trataba de mí, tal vez seguía considerándome inocente y muy indefensa como esa niña pequeña de nueve años que rescató. Pero no, ya tenía trece años y mi mente era constantemente invadida por lo indebido.

Sabía que en las noches él era asaltado y vencido por sueños que al despertar le exigían visitarla a ella. Por fortuna, se habían encontrado un medicamento que aliviaba su estado, una fuerte droga que no me gustaba que tomara. A veces funcionaba, otras veces él no lo aguantaba más y dejaba guiarse por ese maldito lazo. Con la intención de ayudarlo, comencé a quedarme a dormir a su lado y presenciaba el dolor en sus rasgos cuando era atacado por esos sueños, algunas veces él lo resistía y se quedaba conmigo, otras veces él quedaba vencido, me dejaba y corría por ella.

Así transcurrieron un poco más de dos años, él buscaba a su verdadera compañera y en esas semanas que duraba su búsqueda a ella, en su ausencia, yo me mortificaba por mis inapropiados pensamientos. Y entonces llegó el día, ese principio que me adentró a una historia que nunca debí atreverme a escribir.

No deseaba arruinar nada entre los dos, pero yo realmente necesitaba saciar mi curiosidad, descubrir cómo se sentiría esos labios que admiraba tanto sobre los míos. Por eso mismo, me desvelé durante días para controlar su estado cuando dormía para asegurar que mi tacto no lo despertara. Y bueno, para testificar que no hubiera errores, pasaba los dedos suavemente sobre su boca para ver si reaccionaba.

Al creer que en ese día establecido no habría reacción, pues me desvelé y con unos terribles nervios, probé darle un beso en la boca.

Había estado planeando este día hacía semanas y cuando la noche establecida llegó, me encontraba combatiendo contra unos terribles nervios. Ya era de madrugada, él parecía profundamente dormido y estaba replanteándome mi idea, pero verdaderamente quería hacerlo y lo intenté pero algo me frenó, el sentimiento que me tenía de un hilo iba acompañado de ese arrojo que me impulsaba a hacer eso que no debía. Así que sin más preámbulos, en el segundo intento rocé sus labios con los míos. Hasta ahí, todo debió quedarse ahí porque mi intención jamás fue ir demasiado, solamente necesitaba quitar esa presión de curiosidad y deseo para seguir con mi vida.

Quise acabar con ese inofensivo roce de labios, pero de repente sentí su calidez en cuanto desprevenidamente entreabrió su boca y mis labios se conectaron verdaderamente a los suyos. Quise apartarme inmediatamente, pero mi boca se había acoplado a la suya y esa sensación me pedía de todo menos separarme. Y cuando me vi ridícula tratando con algo imposible, quise alejarme una vez más y al moverme, al rozar nuevamente su boca con la mía para retirarme, sus dientes en mi labio inferior me obligaron a permanecer unida a él.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.