Rosi (viaje de fin de curso I)

Kotor

— ¡Chicos despertad! Que os vais perdéis la entrada a Kotor— los  amigos de Cris aporrean la puerta despertando a Rosi, Cris sigue dormido como un tronco.

— Id a buscar un sitio, ya vamos en cinco minutos— sacude con delicadeza al chico para despertarlo.

— ¿Pero es que esos chicos no se cansan?— dice con voz somnolienta Cris— Cómo sigan a este ritmo vamos a necesitar otras vacaciones para recuperarnos de ésta— se levanta medio dormido, sólo han descansando tres horas después de pasar la noche bailando en la discoteca.

Cuando llegan han pasado media hora y los pasajeros del barco han tomado sitio para ver la entrada del barco en el fiordo. Buscan a sus amigos y los ven entre la gente agolpada en las barandillas, para llegar a ellos tardan un rato. Todos los presentes miran embelesados el paisaje, las montañas los rodean y la brisa trae el olor fresco de los pinos, en la falda de los montes aparecen salpicadas casas de diferentes colores que parecen flores silvestres en un mar de vegetación verde intenso.
Al mismo tiempo que el barco avanza las campanas de las iglesias van sonando cómo es tradición, el silencio es sepulcral ante tal belleza.

El barco fondea y los pasajeros se disgregan, unos esperando la salida de los tenders, pequeños barcos que llevan al muelle, y otros cómo ellos se dirigen a desayunar para coger fuerzas.

Mientras esperan en la fila, Fernando, Cris y Lucas discuten dónde ir primero. Julio ha desaparecido con Carol para visitar ellos solos la ciudad, Yara y Eva han mandado un mensaje que las esperen, han aprovechado un rato más durmiendo.

— ¿Con que vas a seguir ignorándome—La voz gritona de Estrella sorprende a Rosi— Pensé que ser amigas era decir lo que pensamos y cuidar la una de la otra, pero no, parece que solo quieres que te den la razón como a los tontos— Estrella no se corta, lo ha soltado todo delante de toda la cola del desayuno.

Rosi sale de la fila, Cris hace el intento de seguirla pero ella lo detiene.

— No Cris, esto lo tengo que solucionar yo sóla— le da un beso en la mejilla y va hacia Estrella estrechándola fuertemente entre sus brazos.

—Ya, ya, suelta que me vas a romper— le dice sorprendida.

— Lo siento Estrella, de verdad lo siento, debería haberte escuchado— sigue abrazada a ella.

— Salgamos fuera, estaremos más tranquilas— le dice un poco avergonzada al ver que las están mirando. Se cogen de la mano y se van juntas.

Encuentran un sitio libre en la proa del barco y se sientan en unos sillones mirando al mar.

— No sé por dónde empezar, no sé si contártelo, es tu primo, tu familia, yo puedo evitar verlo pero tú no— está a punto de llorar.

— Rosi, es mi primo sí, pero yo no lo he elegido, a tí sí, te elegí hace mucho tiempo como mi verdadera familia.

Las palabras de Estrella le emocionan, ¿Cómo pudo dudar de sus intenciones al advertirle de su primo? ¿Cómo pudo pensar que ella no le creería?
No sabe cómo empezar, le va a doler la verdad, así que decide contárselo tal cual.

— Tenías razón tu primo estaba tramando algo, una apuesta.
Yo era la apuesta, Alex tenía que acostarse conmigo y enseñarles las pruebas. Tu primo me apostó por seiscientos euros y unas copas.

Estrella se pone de pie tirando la silla.

— ¡Voy a matarlo! Te prometo que lo haré— sale para ir a buscarlo. Rosi la sujeta, sabe con seguridad que en el estado que está es capaz de hacerlo o por lo menos intentarlo.

—¿En qué estaba pensando ese imbécil? ¿Cómo ha podido hacer eso?— se sienta y mira al vacío preguntando lo mismo varias veces sin esperar respuesta.

— Cálmate, no puedes hacer nada, ya está todo hecho— dice resignada.

— No lo entiendo Rosi, tú le gustas, he visto como te mira, cómo siempre está pendiente de tí. Es un maldito mentiroso. ¿Cómo lo voy a poder mirar a la cara?

— No puedo responderte, yo apenas lo estoy asumiendo, si no fuera por Cris, estaría hundida, el me ha ayudado mucho.

— Parece majo, en el insti lo he visto varias veces, se ve muy tímido.

— ¿Tímido? Espera a conocerlo. Al principio lo parece, pero no lo es en absoluto.

— ¿Tiene novia?

—No lo sé — responde. En realidad no sabe nada de él— sus amigos dicen que no, pero yo lo he visto hablar por teléfono con una chica y su cara cambió, se le veía feliz de hablar con ella.

— Pues yo creo que le gustas.

— Sólo somos amigos— dice rápidamente sonrojada.

—No dejes que mi primo te arruine la oportunidad de conocer a otras personas, no todos son como él. Mira a Aiden, él no es así— su cara se ilumina al mencionar su nombre, está muy enamorada de él.

—Es muy pronto para pensar en tener algo romántico con alguien, en pocos días he estado de estar enamorada del hombre de mis sueños a destrozada por él. No es el mejor momento.

—¿Y cuando será el momento? El amor surge cuando lo tiene que hacer, no tiene ni peor o mejor momento y cuando lo hace hay que vivirlo, disfrutarlo y saborearlo, porque puede durar toda la vida o sólo un instante. Y ese instante puede ser el tesoro más valioso que uno haya tenido jamás— las palabras de Estrella le llegan al corazón.

Anuncian por megafonía que el último tender está a punto de salir y salen corriendo para cojerlo. Cris las está esperando junto con sus amigos.

—¿ Estáis bien?— las miran preocupados.

— Todo bien— sonríen las dos.

— ¿Ya se han ido todos?— Estrella mira a su alrededor buscando a sus amigas.

— Sí somos los últimos— corrobora Fernando

— Se han ido si mí— dice un poco enfadada Estrella.

— Te vienes con nosotros, decidido— Lucas la toma de la mano y se la lleva sin dejarla decir palabra.

El trayecto a Kotor no es muy largo, Lucas no ha parado de hablar a Estrella que mira a su amiga pidiéndole ayuda. Lo primero que ven son las murallas y la Puerta al mar que es la puerta principal y por donde entran.

Es como estar en un cuento de hadas, hasta hay un castillo, Rosi
mira de reojo a Cris, ¿Será el su príncipe? 
Recorren la ciudad visitando todos los rincones, Cris no se  acerca mucho a Rosi, sabe que necesita espacio y estar con su amiga en estos momentos.




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