Rosi (viaje de fin de curso I)

Dolor

— Cris por favor dime algo— Rosi lo mira sin saber que hacer, ha intentado acercarse después de escuchar el doloroso grito de él y la ha rechazado poniendo sus brazos como barrera.

El móvil no para de sonar con el nombre iluminado de Rodrigo, él lo tiene sujeto fuertemente pero no lo coge, no hace nada, absolutamente nada, Rosi a veces duda hasta de que respire sino es porque ve moverse su pecho.

— Dame el teléfono, tu padre debe estar muy preocupado— se acerca despacio— Cris, dame el teléfono— sigue sin menear ni un dedo— Cris por favor, sé que estás preocupado por ella— sus manos tiemblan un poco al mencionar a su madre pero sigue sin reaccionar— ¡Dame el puñetero móvil de una vez!— Rosi se lo quita de un tirón al ver que sigue igual y se marcha a su habitación para hablar con Rodrigo.

— Rodrigo, soy Rosi.

— Menos mal que estás con él— suspira el padre— ¿Cómo está?— alarga las palabras temiendo la contestación.

— No habla, no dice nada, estoy muy preocupada por él— está gritando sin darse cuenta.

— Es normal Rosi, tiene que aceptar lo que ha pasado— su voz suena apesumbrada— pero debe ir a ver a su madre si no no se lo perdonará nunca, pásale el teléfono, hablaré con él.

— Cris es tu padre— le ofrece el teléfono pero no lo toma, así que se coloca a su lado y se lo pone pegado a la oreja.

No puede escuchar con claridad las palabras de Rodrigo, pero Cris parece que empieza a despertar de su letargo, dice si e incluso un vale, cuando parece que termina la mira con el dolor reflejado en sus ojos y dice las primeras palabras en unas horas.

— Quiere hablar contigo— y se levanta para dirigirse al baño.

— Dime, Rodrigo.

— ¿Te puedo pedir un gran favor?

— Por supuesto— cómo negarse tal cómo está la situación.

— ¿Puedes acompañar a Cris a Corfú? Tienes razón, está muy mal, no debe de estar sólo así cómo está, allí me encontraré con él.

— Claro, lo acompañaré— de todas maneras iba a hacerlo, desde que supo lo de Lola estaba pensando en cómo.

— Gracias Rosi, compraré lo billetes y te mandaré el localizador al móvil— se nota aliviado— en el mostrador del aeropuerto os darán los billetes, espera un momento y lo arreglo todo, muchas gracias, ¡Ah, se me olvidaba! Llamaré a tus padres para explicarle lo sucedido, sé que no habrá problemas con ellos cuando les explique, hasta ahora— cuelga.

Rodrigo cumple su palabra y gestiona todo en pocos minutos y vuelve a hablar con Rosi, Cris sigue en el baño, ella cree que la está evitando.

— El taxi tiene que estar a punto de llegar, váis a lo justo de coger el vuelo, es el único que he encontrado, los demás estaban llenos, por lo menos hemos tenido algo de suerte con esto.

— De acuerdo, ya cogemos las maletas y bajamos.

— Llama o manda un mensaje si surge cualquier problema, yo estaré pendiente, si ves que no lo cojo es que estoy en el avión, me pondré en contacto en cuanto pueda, llegaré más tarde que vosotros.

— Cris— llama a la puerta del baño— tenemos que irnos ya, el taxi va a llegar.

La puerta se abre y la rodea evitando tocarla, toma la maleta y la mochila y de pone en marcha sin decirle nada, Rosi se traga las lágrimas, toma su maleta y va detrás de él.

 

 

— ¿Ha despertado? — Rosi manda un mensaje a Dru desde el taxi para preguntar por Lola , no quiere hablar por teléfono para que Cris no la escuché no vaya a haber malas noticias.

— No, sigue en coma hay que esperar 24 horas para saber algo más— contesta inmediatamente.

— Llegaremos dentro de unas cuatro horas más o menos, te seguiré preguntando, si hay alguna novedad avísame.

— Ok, 😘😘— se despide Dru.

—  No vemos pronto 🤗— le manda ella.

¡Sigue viva! Rosi se lo explica a Cris y una lágrima solitaria cae deslizándose por su mejilla, ella  intenta quitársela pero él la rechaza apartando su mano.

Las horas se hacen interminables en el avión, Cris está cada vez más nervioso mira el móvil cada segundo, varias veces se ha quedado a punto de decir algo a su compañera pero se ha detenido. Rosi ha dejado de intentar que hable con ella y mira el cielo azul desde la ventana del avión intentando controlar las lágrimas de preocupación por Lola.

 

Nada más divisarlos Leah y Dru acuden a ellos.

— Gracias, gracias— Leah se abalanza sobre Rosi llorando a lágrima viva— si no fuera por tí, ella...— llora desconsolada.

Rosi mira a Cris mientras intenta consolar a la chica, él mira al fondo de la sala donde se encuentra Miles que lo mira furioso.

— No— lo para Dru al ver que se dirige hacia Miles, pero él se suelta y va hacia él.

Leah se da cuenta y suelta a Rosi plantándose delante de él.

— No te atrevas a acercarte a mi padre— lo mira furiosa con la cara hinchada por las lágrimas— no te dejaré que le hagas más daño, ni a él ni a mí. Dejaré que te quedes aquí porque es tu madre y no te puedo echar— el dolor y la rabia la consume— ¡Aléjate de nosotros! ¡Vete! ¡Vete!— le golpea en el pecho.

Entonces él intenta abrazarla, ella forcejea para soltarse y lo golpea más fuerte, pero a él no le importa, consigue estrecharla entre sus brazos. Ella llora y gime de pena, el la aguanta hasta que se tranquiliza un poco.

— Lo siento— limpia las lágrimas de Leah con su mano.
Ella lo mira con tristeza, quiere perdonarlo pero no puede.

Y entonces Cris se rompe, el dolor acumulado sale en forma de lágrimas, los sollozos doblan su cuerpo, se tambalea y se abraza a Leah que lo mira sorprendida y conmovida por ver a su hermano así. Dru y Rosi lloran al lado de ellos compartiendo su dolor. Miles se acerca y separa con esfuerzo a su hija de él, que enseguida se hecha en los brazos de Dru, Rosi lo observa temiendo lo que vaya a pasar, pero Miles hace algo inesperado, no le reprocha nada, no lo culpa, no dice nada, sólo toma al chico entre sus brazos y lo consuela mientras sus lágrimas caen en silencio por su cara.




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