Rosi (viaje de fin de curso I)

Corazón congelado

Desanimada Rosi vuelve a su casa, al llegar recuerda que sus padres han ido a cenar ¡Con los padres de Cris! Esperanzada decide esperarlos para ver si saben algo del chico. Se sienta en el sofá con la intención de ver algo en la televisión para distraerse aunque sabe que va a ser imposible y más cuando después de cambiar varios canales sólo ponen películas y novelas románticas, que sólo le hacen recordar los días que ha pasado con él, aburrida lo apaga acostándose en el sofá mandándole más mensajes a él. Las horas se le hacen interminables sin ninguna respuesta pensando dónde estará Cris, ¿Por qué tardan tanto sus padres?

A las tres de la mañana escucha la puerta abrirse y se levanta del sofá corriendo a buscar a sus progenitores.

— ¿Rosi? ¿Qué haces levantada a estas horas— se sorprende Carmen al encontrarla despierta.

— ¿Sabéis algo de Cris? Llevo todo el día llamándolo y no contesta, tampoco ha ido a la universidad— les pregunta ansiosa mientras sus padres se miran el uno al otro sin saber que decir.

— ¿Ramiro?— Carmen pide permiso a su marido, éste asiente descontento y se marcha a su habitación para dejarlas hablar tranquilamente.

— Hija— le toma la mano con cariño—  por tu cara puedo ver que hay más entre Cris y tú de lo que me has contado, debes de comprender qué a veces se cometen errores que nos complican la vida y no nos damos cuenta hasta que tenemos que asumir las consecuencias.

— ¿Está bien?— arrastra las palabras temiendo la respuesta.

— Si, cariño, está bien— su madre la conduce a una silla al ver que a Rosi le tiemblan las
piernas— Sé que esto te va a doler— Carmen ve la expresión de su hija y le duele el daño que le va a hacer— Ana está embarazada de Cris y se van a casar.

El silencio se hace, Carmen espera la reacción de Rosi y sus preguntas, sin embargo, se ha quedado callada con la mirada perdida, la chica está empezando a entender lo que su madre le ha dicho, Ana está esperando un hijo de Cris, su Cris y se van a casar, un frío helado se va apoderando de ella, la va consumiendo lentamente hasta llegar a su corazón dónde se instala.

— Buenas noches— se levanta languidamente para ir a su habitación.

— Rosi, él quiere hacer lo correcto con Ana, quizás se esté equivocando pero él cree que...

— No quiero saber más, es su vida, el ha elegido— se encierra en su cuarto.

— Él no ha elegido, lo han cazado— musita Carmen mientras se dirige a su lecho.

 

 

— ¿Estás segura Rosi?— Isabella ha intentado disuadir a su amiga de que no vaya a las clases de apoyo antes de hablar con Cris.

— El examen es en dos semanas y no tengo intención de suspender— sube las escaleras decidida.

— Pero es una situación muy embarazosa ¡Mierda! Lo siento, no quería decir eso, cada vez me parezco más a Justi.

— ¿Por qué? Es su vida, no tiene que ver conmigo— entra en la sala.

Allí están Cris y Ana, el chico tiene unas enormes ojeras azules debajo de sus ojos, incluso parece que ha perdido algunos kilos aunque es imposible en un día, parece haber encogido, al contrario de Ana, ella sonríe con suficiencia a Rosi regodeándose de su victoria.

— Buenas tardes— las saluda sin levantar la mirada avergonzado.

— Buenas tardes— Rosi los mira con indiferencia sentándose enfrente de Cris— Felicidades pareja, enhorabuena por el bebé.

— Estamos muy ilusionados— Ana se acaricia la todavía plana barriga con satisfacción— espero que no se me note mucho para la boda.

— ¿Ya sabéis cuando será el feliz enlace?— Isabella le avisa por debajo de la mesa para que pare.

— Cuánto antes mejor— Ana apoya su cabeza en el hombro de Cris y lo abraza posesiva.

— Me imagino que lo querrás atar cuánto antes para que no se te escape— Rosi saca un boli del estuche tranquilamente.

— Hay mucha arpía quita novios por ahí— Ana está empezando a alterarse.

— Estamos aquí para estudiar— interviene Cris viendo que la conversación entre ellas no va acabar bien.

— Y muchas zorras que se quedan preñadas para evitar que su hombre las deje— la mira desafiante Rosi.

— ¡Rosi!— exclama escandalizada Isabella, hasta ahora no había visto a Rosi actuar así.

— No estoy diciendo que ella haya hecho eso, ¿Verdad Cris? Tú estás locamente enamorado de ella ¿No?— sonríe con malicia.

— Este no es sitio para hablar de estas cosas— le corta Cris.

— ¡Si sólo os estaba felicitando! Pero tienes razón deberíamos empezar ya, ya he perdido bastante el tiempo— mira a los ojos a Cris— no lo volveré a hacer, he aprendido la lección.

Ana va a contestar pero Cris la detiene con la mirada, entonces se da cuenta de que las demás mesas han escuchado toda la conversación, la rabia y la impotencia de no poder contestar a Rosi para no llamar más la atención, hace que sus mejillas se pongan rojas. La otra se ríe en su cara mientras empieza a estudiar.

— El próximo día empezaremos con los simulacros de examen, ahí veremos si estáis preparados— les informa un serio Cris a sus alumnos menos a Justi que sigue con las pruebas— Si necesitáis ayuda no dudéis en pedírmela.

— Yo creo que lo llevo preparado bastante bien— David está seguro de que va a aprobar.

— ¿Isabella?

— No estoy muy segura— ese es su principal problema su inseguridad, que desaparece en cuanto aparece Justi.

— ¿Rosi?

— Siempre preparada y lista para todo— se le insinúa. David e Isabella la miran sin comprender que le pasa hoy a su amiga, Ana se levanta de la silla y se lanza a por Rosi, Cris la detiene a lo justo— Chica, las hormonas del embarazo te tienen muy alterada, no sé que te pasa conmigo— toma su mochila y se marcha.

 

 

— ¿Qué ha sido eso?— increpa Isabella a Rosi en cuánto se despiden de David en el aparcamiento.

— No sé de que me hablas— se hace la tonta.

— Los has avergonzado, todos los de la clase de han enterado del embarazo de Ana y después te has insinuado cómo una...




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