Rosi (viaje de fin de curso I)

Final

- ¿Cariño, estás bien?- Carmen y Antonio vigilan de reojo a su hija mientras cenan.

- Sí, mamá- dice Rosi ensimismada pinchando un trozo de carne.

- Puedes quedarte unos días descansando en casa antes de reanudar las clases.

- Ya he descansado bastante en el hospital, además tengo todo el fin de semana para recuperarme— suelta el tenedor— Si lo que pretendéis es que no vea a Cris no lo vais a conseguir- levanta la cabeza enfrentándose a ellos.

- Rosi...

- No, papá, os perdono que no hayáis dejado que Cris viniera a verme, necesitaba tiempo para aclararme y lo he he hecho, pero no voy a consentir que os metáis en nuestra relación, que es lo que voy a tener con él si quiere- dice tranquila mirándolos a los ojos- No sé que pasará con nosotros sin embargo voy a intentarlo, no quiero pasarme toda la vida preguntándome que hubiera pasado con nosotros, lamentándome por no ser capaz de enfrentarme a mis miedos- los toma a cada uno por una mano y las estrecha con cariño - Necesito vuestro apoyo, saber que estáis ahí, pero si no lo hacéis, lo lamentaré mucho, mas no cambiaré de opinión.

- Ese chico sólo te hará daño- se levanta ofuscado Antonio.

- Quizás tengas razón, pero tengo que comprobarlo por mi misma, siempre me has dicho que luche por lo que quiera y eso es lo que voy a hacer, espero tenerte a mi lado- el padre se marcha cabizbajo pensando en las palabras de su hija.

- Dale tiempo, su amor por ti hace que se comporte así, no dudes que lo que hizo fué por tu bien- acaricia la mano de su hija.

- ¿Y tú qué opinas?- le tiemblan los labios al pronunciar las palabras, aunque está decidida necesita el apoyo de sus padres.

- Umm... No te voy a engañar, hubiera preferido que te enamoraras de otro chico, no habéis empezado con buen pie, eres muy joven e inexperta, es tu primer noviete en serio- Rosi no puede evitar sonrojarse- pero después pienso que a veces las cosas no son cómo empiezan sino cómo terminan, ¿Qué te equivocas? Aquí estaremos, ¿Qué tienes suerte y Cris es el amor de tu vida? Aquí estaremos, no dudes que estemos de acuerdo contigo en tus decisiones o no, te apoyaremos, aunque a tu padre se haga el duro.

- ¡Pasoooo!- Estrella sale corriendo hacia el baño de la casa de Rosi mientras ésta se aparta para no ser arrollada por su amiga.

- Pobrecita, los primeros meses son un incordio- Carmen sale detrás de la chica para ver si necesita ayuda- Tranquila, respira, no pienses que...- las arcadas de la chica la hacen callar durante unos instantes- ¿Estás tomando algo para las náuseas?- la mira preocupada.

- El ginecólogo dice que es normal, que se me pasará- dice levantándose- Sólo es cuando me levanto, luego estoy bien el resto del día.

- Aliméntate bien, no te estreses, no bebas...

- Mamá, la estás agobiando- sale Rosi al rescate de Estrella, sino tendrán que escuchar la retahíla de su madre.

- ¡Niñas! Se creen saberlo todo- se va protestando Carmen- cuando sean madres entenderán- las chicas sonríen, la conocen y saben que a la mujer se le olvidará enseguida el pequeño enfado.

- ¿Preparada?- Estrella entrelaza los dedos con los de su amiga.

- Sí- su amiga comienza a andar pero Rosi sigue parada- No... No sé- duda— El sabe que ya estoy fuera del hospital, ¿Por qué no ha venido?

- ¿Quieres a Cris?- Rosi asiente con la cabeza- Entonces no hay más que pensar. Quizás esté asustado cómo tú.

- ¿Y si él ha cambiado sus sentimientos hacia mí? No lo creí, no confíe en él...

— Tú lo perdonaste, ¿Por qué?— se sienta en el sofá cansada, está todo el día agotada por el embarazo.

— Estaba confundido, asustado...— para al darse cuenta de que él no puede culparla por sus acciones al haber hecho lo mismo.

— Si de verdad te quiere lo superará— Estrella la mira con ojos vidriosos— sino es mejor que lo sepas ahora, no cuando te deje embarazada y descubra que es muy joven para ser padre y que no está seguro de lo que siente— dice con amargura.

— Lo siento Estrella, soy tan egoísta que ni siquiera te he preguntado lo que ha pasado con Aiden— se sienta a su lado.

— Ni yo misma lo sé Rosi, todo estaba bien, fué decirle que estaba embarazada y desapareció, sólo un mísero mensaje en el móvil diciéndome que no estaba preparado.

— Nunca lo hubiera pensado de él, parecía estar enamorado de tí.

— Ya, pero no era así, lo más gracioso de todo es que me tragué el orgullo y fui a buscarlo, quería que me lo dijera cara a cara, en persona, pensaba que estaba sobrepasado y al verme recapacitaría— sonríe tristemente— Se había marchado de la ciudad a una gira con su grupo, ni siquiera sabía que había firmado un contrato para grabar unas canciones— se para bruscamente— No quiero hablar más de él— se levanta— sólo te diré que no me arrepiento, yo lo amé aunque él no lo hizo, si Cris te rechaza es un tonto de remate que no te merece, si él no es tu media naranja el mundo está lleno de ellas y la encontrarás al igual que pienso hacerlo que yo.


 

— ¿Vas a llamar o nos vamos a quedar mirando la puerta todo el día?— Rosi no hace nada— Bueno, pues tendré que hacerlo yo.

— ¡Espera, no estoy...!— Estrella llama antes de que su compañía se arrepienta.

— ¡¡¡Sorpresa!!!— Ana abre la puerta con una gran sonrisa que se le queda congelada al ver a las chicas al igual que al resto de personas que están en el interior con una gran pancarta con Feliz Cumpleaños Cris y una enorme tarta llena de velas— ¿Rosi, qué haces aquí?

— Yo... ¿Está Cris?— dice nerviosa. Los invitados entre los que se encuentran Fernando y Julio, los amigos del chico, las miran curiosos.

— ¡Entrad, entrad!— aparece Ramiro— está subiendo las escaleras— las empuja adentro y cierra la puerta quedando sumidas en la oscuridad.

— El apartamento es perfecto— se escucha la voz de Cris mientras mete la llave en la cerradura.

— Si te quedas sin compañero de piso, cuenta conmigo— se escucha la risa de Lucas.




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