Rota

Ventiuno

Se que le expliqué a grandes rasgos lo que me hubo dicho mi abogado y luego de escucharme atentamente,con lágrimas en los ojos me confeso estar siendo extorsionado.

Que también me amenazaban a mi y por miedo a que algo malo me pudiera ocurrir se había visto obligado a robarme, pero por no alarmarme, no me había dicho nada.

Se disculpo por haber tomado el dinero y luego me besó, yo en un especie de trance se lo permití.

Me guió hacia su cama y me hizo el amor de manera tan tierna que hasta la mañana siguiente yo seguía en una especie de limbo.

Aquel fue el comienzo de mi fin.




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