RPT|06. Siempre

DANÁE.

Y Ares se había salido con la suya, ya nos encontrábamos en el río y de lejos pude ver a mi dolor de cabeza. Mi tía Magda con su peculiar cabello totalmente rulado, como lo envidio, siempre quise ser así y mi pelo en totalmente liso.

También, estaba mi prima Catalina con sus ojos avellana brillando de emoción y no precisamente por mi presencia sus ojos estaban clavados en mi amigo. Sin ganas las tengo que saludar por cortesía y respeto, me hacer que a ella sin emitir ningúna palabra la salude y así me fui, aunque dijo sus típicas palabras de "Vienes a molestar de nuevo Andrés"

¿Enserio? ¿Que lógica tiene mi nombre? No tiene nada de malo ¡Absolutamente nada de malo! Y es Andrea ¡Andrea! Dios.

—Yeray —La nombre al estar con él en la orilla del río, donde nada mas tenia los pies sumergidos —.¿Porqué me ignoras?

Voleó a verme y realmente no gusto ver sus ojos tristes, cristalizados, ¿qué le pasa? No me gusta verle así. Eso me partió por completo.

—No te ignoro —Respondió en un hilo de voz —. Lamentó si te di eso a entender.

—¿Entonces?

Trato de sacar la verdad. Se que me miente, sin embargos sus emociones las esconde tan fácil que no se pueden leer.

—Es incómodo hablar de ello.

¿Es incómodo hablar de ello? ¿Qué es lo que le abruma?

—¿Traes tu celular? —Yo asentí dudosa —. Me lo prestas, para jugar —Empezó a jugar con sus dedos —,ya sabes el juego que descargaste para mí. Es que mi teléfono lo deje en la casa de tus abuelos.

Busqué en el short que traía hasta encontrarlo le puse el patrón y se lo di.

—Sabes que cuentas conmigo.

Digo, al ver que el tema no va a volver a fluir.

—Como amigo —dijo en susurró con la voz débil, y luego prosiguió a negar con la cabeza y regalarme una sonrisa tierna —.Siempre.

Fue mi imaginación o sentí que lo último lo arrastro.

—Te quiero, lo sabes —Me mira con ternura —.Te quiero mucho, amigo.

Algo destiló en sus ojos, pero no pude ver más ya que volvió rápido su vista al celular y puso el patrón con facilidad. Él asintió y prosiguió a sumergirse en el móvil, pero estaba más metido en su mente que al juego, porque estaba en marcha y no avanzaba.

Al sentir una mirada en mi nuca. Volteo a ver a mi hermano que me sonríe y hace un amargo de señal para acercarme a él. Observó por último a mi amigo y me pongo de pie para ir con Ares.

—¿Y? —Interroga cuando llegó.

Yo alzo mis cejas.

—¿Qué? —le sigo.

Él da un suspiro. Con su dedo índice me da unos golpes ligeros en mi frente obligándome a cerrar mis ojos. Le tomo de la mano fastidiada.

—Tus pocas neuronas no te funcionan.

Le frunzo el seño. Su actitud me estaba estresando.

—Para tu información, inútil, tengo mejores notas que tú.

Él me da una sonrisa de superioridad.

—¿Y eso qué? —Escupe —, si en la vida eres una basura —iba a discutir pero el me manda a callar con la mano —. No te das cuenta, no sabes leer mucho a las personas. Y mira que las conoces de hace mucho, no sabes tomar buenas decisiones más que para tus estúpidos estudios.

—¡Me estás ofendido!

Digo, mi cara estaba con cólera.

—¡Calla! Que es verdad. Ponte a analizar correctamente el cómo tratas a tu "amigo", tratarlo bien o por estupideces lo vas a perder o distanciar de por vida.

Volteo a ver a Yeray, se miraba perdido. Vuelvo a mi hermano sin comprender. Creo que sí soy estúpida no comprendo nada de lo que me quiere dar a entender.

—¿Te duele que este distante? —Asiento —. A él no le gustan las mentiras y te a seguido en ella cuando veníamos en la camioneta. Él siempre saca la verdad a flote. ¿Por qué ayer no?

—Tienes razón —rasco mi brazo algo nerviosa —, me la e pasado pensando mucho en Jordán que a mi amigo lo e hecho a un lado.

—¿Y es chico vale la pena?

Me encogí de hombros. Solo lo conozco porque ya, y su actitud por mensajes o cartas. Pero así como yo, todos pueden fingir detrás de la pantalla.

Pero... Yeray es auténtico conmigo.

—Me estar revolviendo peor que una ensalada —le digo, un sentimiento nada agradable me estaba invadiendo.

—Esa es la opción. La duda te pondrá a trabajar correctamente y llegar a las conclusiones correctas —me da una sonrisa, así se acerca envolviéndose en un abrazo conmigo —. Las conclusiones te harán tomar correctamente las decisiones que tiene que tomar.

Rio algo seco.

—Eres genial.

Él ríe.

—Solo te ayudo.

Me deposita un beso en mi frente.

—Suerte. Y no te enojes pero...

Me despegó un poco de él y le miro con interrogación.

—Yeray acaba de ahogar tu teléfono.

—¿¡Que Yeray hizo qué?!

Exclamó volteando a ver. Él me miraba con shock. Mis ojos se llenaron de lágrimas y no supe el porqué.