RPT|09. Él me gusta.

DANÁE.

La tortura casi terminaba.

Solo puedo decir y respirar algo de alivio junto con libertad, mis abuelos me caen bien, -Pues son mis abuelos. - el problema es Caleb, frecuenta la casa de mis abuelos mas seguido y eso realmente es molesto, no entiende el maldito ¡No!

Y ahora, me encontraba en el agua cuidando de que mi hermana que no se ahogara, así que prácticamente la tenia sujetada a mí, mientras Ares volvía de la casa por una toalla para secarla cuando saliera.

Ya que a la señorita se le olvido tomar una.

—Nada más rápido — Reprochó Litzy a lo que Yeray y Caleb reían de mí desgracia.

Mi ceño era más que de puro fastidio, no me agradaba el tono de mi hermana. Ahora odiaba a Ares por dejarme un rato con Litzy siendo su guía de nadar o más bien, paseándola.

—Ya me canse, Litzy —Dije tomándola de la cintura y llevándole a la orilla sentándola en la roca mas cercana, lejos de Yeray y Caleb.

—Deja descansar a mi futura esposa —Hablo Caleb tan de repente, Litzy y yo pusimos una cara de sorpresa y a la vez de asco.

¿Esposa? ¡Yo no voy a hacer su futura esposa! Ni en un millón de años, primero muerto antes de serlo.

—En tus más obscuros sueños —Logre decir.

—¿Por qué no la quieres? —Pregunto Yeray. Con intención de molestar.

— ¡Es nuestro primo! —Gritó Litzy y a la vez informo, a lo que Yeray vio sorprendida a Caleb —. Aún así, si por mí fuera te la regalaba, pero mis padres dicen que sería una vergüenza siendo primos —Aviso agarrándome del cuello atrayéndome a ella y abrazándome, y le correspondí.

—Llegué — Dijo Ares al ver el silencio que nada mas se escuchaba el agua correr y los pájaros cantando —. Mmm, ¿Sucede algo?

—Caleb —Respondí —. Dile que deje de molestar.

Ares vio a Caleb con una ceja levantada, él ya sabía lo de ello y su maldita obsesión hacia mí.

—¿No te vasto con robarle su primer beso? — Preguntó Ares con burla.

¿Y Ares me tenia que recordar eso? ¡¿Enserio?! Algún día le vengaré.

—Pero... Argh — Trato de protestar pero no le funcionó, y simplemente me miro con tristeza, se puso de pie y dio marcha a casa de mis abuelos.

— No lo sabía, perdón —Se disculpo Yeray con algo de pena, sabía que el conocía la verdad, pero solo lo hace por molestar —. De verdad lo siento.

—No pasa nada —Solté a mi hermana menor.

—Enana, hora de salir del agua, sino quieres salir como pasa — Ordenó Ares extendiendo la toalla para envolverla. A lo que ella corrió.

Yo también salí del agua, así me puse las sandalias negras y me fui a casa.

Sentía a mi espalda los pasos de mi mejor amigo, me extrañas mucho que ya no saque temas de conversación y parlotee por todo en la vida.  Extraño a mi amigo, más desde el último día de cursos.

—Yeray...

—Dime —responde rápidamente, freno en seco y me volteo a verlo —, ¿Qué pasó?

—El último día de cursos....

—¿Sí?

Doy un suspiro. Porque es tan complicado decirle eso.

—Jordán... Me gusta.

—Ah, —fue lo único que soltó y pasar de largo a mi lado.

—¿Yeray?