Rowena

Capitulo 41

El día amaneció en el templo con un vapor de incienso que parecía querer sostener los sonidos. Las columnas de piedra guardaban el calor de la noche y lo devolvían en ecos; las túnicas blancas se movían como olas lentas en el silencio, y la luz que entraba por los vitrales caía en franjas de color sobre los mosaicos. Rowena llegó sin prisa, con la medalla de hierro bajo la gola y las manos todavía tibias del trato de la madrugada. El templo había sido siempre su escenario: no sólo para el culto, sino para aprender a leer voluntades. Esa mañana le tocaba dirigir un ensayo de rito menor, uno de esos actos que la gente llama rutina y que sostienen, en secreto, la credibilidad de las instituciones.

Se colocó en el centro del coro, frente a una media docena de hermanas jóvenes que repetían frases como si aún les faltara la certeza de la cadencia. Un'estribillo simple, una melodía que debía levantarse como plegaria y no como palabra suelta, se tropezaba en labios novicios.

—No. Más alargado en la segunda sílaba —corrigió Rowena, sin levantar la voz más de lo necesario—. No es una orden, es una invitación: sostén la nota como quien sostiene una vela, sin apagar la llama.

Celia, la hermana más joven, inclinó la cabeza y ensayó de nuevo. Sus ojos buscaban la aprobación en el rostro de Rowena; la mirada de Rowena no era jactanciosa, sino paciente. En la repetición hubo un cambio: la nota se alargó, la melodía respiró, y algo en el grupo se relajó. Un murmullo, apenas audible, recorrió a las hermanas. Celia se acercó a Rowena al terminar.

—No sabía que se podía… —dijo, con la mezcla de vergüenza y orgullo de quien descubre que alguien le ha enseñado a hacerlo bien.

Rowena acarició con la vista la frente de la joven, como quien comprueba un brote nuevo.

—La música no es obediencia —respondió—. Es compañía. ¿Te quedas a repetir la parte después del oficio?

Celia asintió con tanto fervor como una hoja que se dobla al soplo del viento. La ganancia fue pequeña y práctica: quien dirigía bien el canto mandaba la atención del templo; quien orientaba a las jóvenes ganaba respeto sin mostrar ambición. Rowena lo sabía y lo usó sin teatro. A su alrededor, algunas hermanas miraron con más consideración. Un liderazgo sutil, tejido con paciencia: la primera hebra de una red.

Cuando el oficio terminó, antes de que las señoras mayores se dispersaran en sus ocupaciones, Rowena se escabulló hacia el claustro donde el sol lavaba los bancos. Allí la esperaba Jorren, un lacayo del palacio cuya función oficial era la de portavoz de una pequeña delegación de sirvientes, aunque oficios como el suyo siempre guardaban algo más. Tenía la cara lisa de quien aprende a no sobresalir, pero en los ojos llevaba la presteza propia de quien observa.

—Señora —saludó en voz baja—. Gracias por recibirme. Me dijeron que podíamos hablar sin prisa.

Se sentaron a la sombra de un ciprés. Jorren no perdió tiempo en adornos; los lacayos conocen la economía de las palabras.

—Lady Evelin está preocupada por su… por su presencia —dijo—. No de la forma que suenan esos rumores en la plaza; digo que teme perder influencia si usted encuentra cauces en la casa real.

Rowena lo escuchó con calma. Sabía que Jorren venía con respeto porque alguien muy concreto dentro del servicio le había dicho que Rowena ya no era una novicia ingenua; sabía también que tener a un lacayo en la lista de aliados significaba acceso a la cocina del poder.

—¿Qué me ofrece? —preguntó.

—Protección, por ahora —contestó Jorren—. No del todo formal: una hora menos de inspecciones, un reparto de información sobre los turnos del Consejo. Y, si usted lo desea, contactos con los grupos que no comulgan con Evelin.

Rowena inclinó la cabeza. Necesitaba algo más que palabras sueltas; necesitaba nombres, mapas de aparato.

—Nombra las facciones —ordenó.

Jorren respiró como si desarmara un reloj...



#1066 en Otros
#193 en Novela histórica
#70 en Aventura

En el texto hay: mentiras, reina, ambicion

Editado: 20.12.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.