Ameria Park
- ¿No has visto a Lucy? Dijo que vendría a verme, por fin ha dejado el trabajo y volverá a su casa, su madre se divorció y la apoyara-pregunta Reina con seriedad.
- ¿Lucy? ¿Se refiere a la chica de ojos tristes? ¿La que nunca mucho? -los recuerdos de esa chica llegan a mi cabeza, siempre fue muy amable con todos, pero casi no hablaba, que podíamos esperar, la mayoría de las mujeres en este trabajo no están aquí porque quieren y esa fue su última opción, gracias a eso casi no hablan de ellas o su familia, tienen vergüenza que alguien sepa que es prostituta.
Salgo de mis pensamientos cuando escucho la risa de Reina, la cual dejo de lavar las verduras que tenía en la mano y me miro aún riendo.
-Tampoco es que sepa tu nombre real-ese fue un golpe bajo, pero solo me limito a darle una mordida a la zanahoria que tengo en las manos.
-No sé, ¿no cree que ella ya se fue a casa? Ella me comento que estaba por hacer un último trabajo de medio tiempo con otras chicas esta noche-respondo masticando la zanahoria.
- ¿A dónde? - cierra la llave del agua y voltea verme, la preocupación está plasmada en su rostro, siempre ha cuidado de nosotros, es por eso por lo que la queremos y respetamos, además de estar agradecidas con ella.
-Bueno, ella mencionó algo de un barco, debe ser algo de última vez. Ya sabes que ella acepta los trabajos por contrato-contesto sin darle importancia.
Camino hacia la mesa y veo un trofeo, lo tomo para mirarlo de cerca y ¡Oh mi gran dios! La maleducada ganó una competencia, que felicidad.
Con entusiasmo volteo para decirle a Reina-. Señora mire, Lyra ganó una competencia hoy, ¿lo sabía? - estire mi brazo para que también lo pudiera apreciar.
-Lo sé-dijo sin algún ápice de entusiasmo, bueno, eso es algo nuevo. No esperaba esa reacción, hasta yo estoy feliz por ese logro.
- ¿Qué clase de madre se comporta así cuando un hijo gana algo? Cuando mi Joshua estuvo en el quinto lugar por saltar la cuerda, mi corazón se llenó de orgullo. Mi hijo será medio llenito y eso no le impidió quedar en ese lugar, porque un quinto lugar no es para todos-conteste de manera muy rápida, y solo espero que me haya entendido. ¡Ah, cuanta felicidad! Que orgullo de mi chiquitín.
-Me pregunto en qué pensaba cuando fue a esa competencia, prefiero que ella haga algo diferente.
- ¡No sea ridícula! Ha hecho eso toda su vida, es casi la misma razón por la cual no puedo detener mi trabajo-exclamé viendo las flores que estaban junto al trofeo.
-Escuché que ya no te solicitan ni llaman porque eres vieja, ¿debería ayudarte a conseguir otro trabajo? -vaya, ahora me llama vieja. A mis 35 años y con un hijo de 13 me veo mejor y más joven que cualquiera, que graciosa.
-Señora, no puedo trabajar en cualquier lugar, menos en un restaurante. No puedo cocinar ni el agua hervida.
Alcalde Enrique Figueroa
Lentamente abro los ojos, mi cabeza me va a explotar en cualquier momento. Con cuidado me acomodo en la cama y al girarme veo a una joven muy bonita sentada en el sillón a lado de la cama. Cierto, aún seguimos en el yate.
- ¿Hay alguien ahí? -gritó, pero me arrepiento, ya que mis oídos están pitando y me molesta. En seguida uno de los camareros que me trajeron a la cama baja.
- ¿Qué edad tiene ella? ¡Es demasiado joven! ¿Acaso intentan arruinar mi reputación? -la molestia y el dolor de cabeza me van a matar, lo juro.
-Lo siento mucho señor, sal-dice para retirarse rápidamente.
Volteo para ver a la joven y la verdad no está nada mal. Así que le dije que se detenga y la miro de los pies a la cabeza, trae un lindo vestido blanco, es bonita pero sus ojos se ven apagados. Pero que importa no vino aquí para hablar de sus ojos. Abro el cajón a la izquierda de la cama, y saco una pequeña caja rectangular color negra, de ella tomo el frasco blanco y una pequeña jeringa. No tardó mucho en colocar el líquido dentro de la jeringa, así que le pido a la chica que se acueste en la cama, mientras me voy quitando la ropa. Vamos a relajarnos un poco.
Con pasos lentos me acerco a ella y tomo su brazo para poder inyectarle la droga, ella no dice ni hace nada. Pero de que se puede quejar, fue contratada para que la usen. Solo eso. Después de unos minutos veo como se cierran lentamente los sus ojos, y solo sonrió.
Después de un rato de diversión, me levanto de la cama y tomo mi ropa la cual esta regaba por el piso del lugar, necesito un baño. Después de unos 20 minutos bajo la regadera salgo, y puedo ver que la chica sigue desnuda en la cama.
-Ponte de pie y lárgate-exclamo mientras me acerco a la barra, tomo una copa que tenía whisky. Vuelvo a darle una mirada a la chica esperando que ya se haya ido, pero ella no se movió-. ¡Oye! - dejé el vaso, y comienzo a acercarme para tocarla, pero no pasó nada, tal vez la estúpida tiene el sueño pesado, o tal vez, el efecto de la droga no ha pasado. Mierda, tal vez me pase.
El solo pensar eso hace que mi respiración se acelere y me suden las manos de los nervios que estoy siento. Pero mi mundo se detiene y mi boca queda demasiada seca, mis manos temblaron cuando al revisar su respiración no sentía nada.
Estoy jodido, estoy jodido.