"Injusto Destino"

Narrador Omnisciente

Hace años los caminos se entrelazaron por obras de un destino cruel e insensato, para la niña de casi diez años junto con su familia que lo único que hicieron mal ese día tan trágico fue ir a ver por primera vez a su abuelo padre de su padre. Era la primera vez que su amado padre lo mencionaba, e irían a visitarlo. La pequeña Emily estaba tan emocionada por conocer a su abuelo, esperaba que la quisiera tanto como sus padres lo hacían.

Su madre sacaba manzanas de la bolsa que traía sobre su abultado vientre, porque si, Emily tendría muy pronto un pequeño hermanito menor y ella lo cuidaría con todo el amor que una niña inocente y feliz puede amar. Mientras que comía sin preocupaciones en uno de los asientos del autobús miraba con amor a su padre, el cual estaba al otro lado de ella, solo, puesto que solo había dos asientos a los lados así que él estaba ahí con la bolsa suya en el asiento restante.

Su mamá acariciaba el cabello de su pequeña hija con una devoción casi igual o mayor como con la que miraba a su amado esposo, del cual se había enamorado hacía bastantes años.

—Espero que tu padre le dé la bienvenida a nuestra Emily…—dijo sonriéndole a su amado—. Incluso si él no me acepta como nuera—menciono esto último con tristeza, mientras que la pequeña Emily solo miraba a su madre sin comprender sus palabras.

—¿De qué hablas amor? La aprobación de mi padre no hará ninguna diferencia—regaño el hombre con los ojos más hermosos para ella—. Yo seguiré viviendo lejos de mi familia, ya he cortado todo tipo de lazos antes, no me importaría volver a hacerlo si te llegasen a insultar a ti o a mi Emily.

Y era la verdad, ese amable y cariñoso hombre abandono a su familia junto con su herencia porque se enamoró perdidamente y claro estaba que su familia no acepto con buenos ojos aquella relación, puesto que alejaron que ella no era de su mismo estatus social. Pero eso nunca le importo y un día cualquiera se escaparon para ser felices, así han estado viviendo por tanto tiempo hasta que su padre le llamó y le pidió que fueran a verlo.

El hombre sonrió con todo el amor que poseía a su esposa e hija, la cual era un vivo retrato de él. Que familia tan hermosa eran, porque no importaba que tan malos fueran los tiempos el amor de ellos superaban las duras pruebas de la vida.

El camino resultó tranquilo, lleno de risas por parte de esa familia. Comían manzanas mientras recordaban buenos tiempos, esperando con ansias crear nuevos recuerdos junto a su próximo hijo y hermano.

Pero a veces el destino es demasiado injusto con las buenas personas…

Demasiado injusto, porque nunca castiga a los malos. Siempre pone pruebas y lastimosamente a los buenos, siempre les iba muy mal.

Quien sabría o precedido que el autobús fallaría justamente ese día.

Humo negro salía de las ventilas traseras del autobús y el chofer no lo pudo ver hasta que un movimiento brusco del transporte alerto a los pasajeros, el anciano no pudo controlar el volante y los frenos no respondían. El control había sido perdido y los intentos del chofer por controlarlo o frenar eran en vano. Los pasajeros se movían por los bruscos movimientos del autobús, golpeándolos de un lado a otro sin piedad, los que podían se sujetaban con fuerza de sus asientos, pero la fuerza de los movimientos era más, los gritos no se hicieron esperar. El miedo y terror recorría los cuerpos de todos los pasajeros a bordo del autobús.

La madre de Emily trataba fervientemente cubrir su vientre y a su hija pequeña, el llanto de la niña no ceso mientras que ella rezaba porque nada malo le pasara a su familia. Las curvas del camino no favorecían para nada maniobrar el volante y detenerse en un lugar seguro.

Un mal movimiento hizo que el autobús saliera de la carretera descontrolado volcándose con ferocidad, daba vueltas en el aire mientras que los pasajeros eran sorprendidos y se salían de sus asientos involuntariamente, al igual que los gritos de terror provenientes de ellos. El primer golpe en el suelo rompió por completo todos los vidrios del transporte causando daño a los pasajeros los siguientes golpes fueron descontrolados, personas daban vueltas en el aire junto con el transporte, las manzanas que la madre de Emily llevaba ese día volaban por el lugar junto con las pertenencias de las personas a bordo. Personas se estrellaban sin reparo contra las paredes del autobús quebrando sus huesos haciéndolos sangrar.

Dañándolos a todos sin excepción.

Unas cuantas vueltas más dio el ahora destruido autobús y …

Todo se volvió negro.

Pasaron minutos cuando los sollozos de los pasajeros empezaron a resonar, lloraban, pedían auxilio y unos otros preguntaban que hacia sucedido. El transporte estaba boca abajo y un peligroso humo salía del él. Algunos pasajeros semiconscientes salieron del autobús arrastrando a sus familiares alejándose de ahí con dificultad. Una mujer gritaba por ayuda mientras sujetaba otro con fuerza para salir de ahí a como diera lugar.

En cambio, la pequeña Emily aun estaba inconsciente hasta que los gritos lograron despertarla quisa todo había sido un sueño pensó, cualquier pensamiento se vino abajo cuando vio el cuerpo mallugado y herido de su madre a unos pasos de ella.

Confundida movió su adolorido cuello en busca de su padre, lo busco con la mirada hasta que lo halló. A casi un metro y medio de ella, su querido padre yacía muerto. Cantidades importantes salían de todas partes de su cuerpo.