Royal secrets: la sombra tras la corona

16.

Summer.

El tono de Christopher insinúa que no es nada muy agradable lo que tendrá que oír. Raramente su amigo se pone serio, y si lo ha hecho esta vez… es una advertencia.

—Ya. ¿Qué pasó? —indaga luego de que Aiden haya desaparecido tras la puerta.

—¿No has visto las noticias? —pregunta él—. Antes de lo de hoy, tu cara estaba en todos los canales. Te lo juro, Summer. Después de salir del palacio, se publicó un aviso. ¡Y literalmente le pusieron precio a tu cabeza! No puedes dejar que Aiden vea las noticias. ¡Lo que te pasa por chismosa! —parece cansado.

—¿Pero cómo saben que estoy aquí? Podría estar en cualquier país —intenta razonar Summer—. No me vieron el cabello.

—¡Pero la cara sí! —el grito de su amigo la hace apartar el celular de su oído—. El cabello no es lo único que te hace reconocer a alguien —está irritado, se nota en la voz—. Creí que pensabas, Summer. Veo que me equivoqué —añade con sarcasmo.

A Christopher le pasó algo más. Él no se pone tan alterado solo con algo. Solo es posible sacarlo de su calma o su chiste cuando son varias cosas que no soporta.

—Chris, ¿qué pasó? —inquiere.

—Te lo acabo de decir, apareciste en todas las noticias —explica.

—No. Chris. Qué pasó. Habla ya.

Su amigo suspira y suelta un gemido de clara frustración.

—Nada grave, en serio. Me encontré a una de esas cosas anoche… mientras estabas fuera. Listo, eso es todo. —No es todo.

—Christopher —lo dice como advertencia—. ¿Estás herido?

—No, no, no. Estoy bien, ¿okey? No te preocupes. Ahora deja de perder el tiempo y anda a ver cómo está ese raro de Aiden. —Él corta la llamada.

Christopher no está bien. Eso se lo dicen los años en los que ha estado con él. Y, lamentablemente, también sabe que, si él no le quiere decir, no hay manera funcional de sacarle la verdad.

Toma una bocanada de aire y guarda su celular. Echa una mirada rápida hacia el salón donde está Aiden y se tranquiliza cuando ve que está con un libro entre las manos y el televisor apagado.

Se quedará con él hasta que pueda salir sin correr peligro, o hasta que él ya no sea él.

«Si llega a pasar, claro».

Es el único pensamiento que la ayuda a tranquilizarse y a no irse corriendo. Aiden aún es el mismo. Y puede que siga así, porque no está asegurado que él perderá su humanidad o tendrá efectos secundarios.

Ruega que sea así.

——————✧◦◦✧——————

Se hace saber que se ha registrado un descenso del 2,78 % en la población total del reino. Si bien el origen de esta fluctuación demográfica permanece bajo investigación, las autoridades competentes se encuentran trabajando con la máxima celeridad para determinar las causas precisas de este fenómeno.



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En el texto hay: #romance, #obsesion, #secretos

Editado: 30.12.2025

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