42.

Aiden.

—Le va a decir —murmura Christopher, tapándose la boca.

—Sí —confirma.

No está muy contento por esta situación. A pesar de que tolera un poco a Charlotte, no le agrada; incluso diría que prefiere a Christopher antes que a ella. Y si ahora la incluyen en el plan, la tendrá que soportar todo el día.

Christopher se levanta de un salto de la silla y sube corriendo las escaleras.

—¿Qué haces…? —la curiosidad lo hace levantarse del asiento y seguirlo por la casa, esperando una respuesta.

—Le va a decir —repite—. Necesito ver qué dice. Ahora cállate para escuchar —pide mientras se quita los lentes para que no estorben al pegar su oreja a la puerta de Summer.

Aiden se tapa la cara con una mano, negando con la cabeza.

Él le hace una seña de que se acerque y Aiden lo hace, pegándose a la puerta al igual que el chismoso. Ahora oye la conversación a medias de las chicas.

—… ¿Recuerdas que una vez me preguntaste si ocultaba algo? —escucha a Summer.

—Qué suerte, recién empieza lo bueno —comenta Christopher, susurrando.

—… Esto es complicado. Debería habértelo dicho hace un tiempo.

Las ansias lo atormentan. Teme por la reacción de Charlotte. ¿Los ayudará? ¿Los delatará? Ahora que lo piensa bien, eso mismo debe de haber pasado por la cabeza de Summer antes de decirle. La duda de si aceptarán o no. La duda de si estás confiando en alguien fiable.

—¿Puedes dejar de evadir? —la orden de Charlotte casi lo hace reír. Él le dijo lo mismo; al parecer, es una costumbre de ella siempre evadir—. Habla de una vez.

—Soy otra persona —confiesa con un suspiro. No se oye nada más.

Christopher lo mira con la boca abierta, preguntándole con los ojos si escuchó lo que él escuchó.

—Ya le dijo. ¿A qué apuestas? —masculla Christopher, emocionado.

—Cierra el pico un rato, ¿quieres?

Se oye una carcajada.

—¿Cómo que otra persona, Vibby? ¿Muchas películas, no crees? —se mofa Charlotte.

Christopher se muerde el labio, aguantando la carcajada. Aiden lo fulmina con la mirada.

—Ya me cayó bien —añade Chris.

—¿No te agradaba? —indaga Aiden.

—¿Tú? ¿No lo he dejado claro? —se burla.

—Hablo de Charlotte.

—Ah, lo mismo que contigo. Me caen como el hoyo. Los dos.

—Al fin coincidimos en algo.