Summer.
Una felicidad la llena de pies a cabeza mientras Christopher entra a la cafetería. Aunque ha sido en el momento mas inoportuno, su llegada es puro alivio.
Suelta a Aiden y corre donde su amigo. Christopher extiende los brazos listo para recibirla en un abrazo.
—Summer, tanto ti...—Es interrumpido por el pie de ella que se estrella en su tobillo—¡Auch...!¿enserio esta es tu forma de recibir a tu querido amigo luego de...—Mira el reloj que trae en la muñeca— treinta minutos. Exactamente treinta y un minutos y veintiséis segundos?.
—¿Dónde se supone que habías ido? Idiota, ¡me abandonaste en medio de la ciudad en un lugar que no tengo idea sé donde queda! Me perdí por tu culpa, y de hecho, si no hubiera sido por este cretino, estaría mas muerta que tu abuela, joder—Señala Summer.
—¿Gracias?—Dice Aiden en el fondo.
—Sum, tranquila, te lo explico... mira es que yo jure que me estabas siguiendo cuando caminábamos, incluso me puse a hablarte, pero cuando volteé no estabas, te empecé a buscar en las calles anteriores y no estabas, así que pensé que tú ibas a pensar que yo pensaría que tu ibas a pensar que iría a la cafetería, que pues es el único lugar que conoces, y bueno... aquí estamos. ¿Y quien es ese?—Señala a Aiden con desdén.
—Yo soy la razón por la que tu amiguita esta viva, así que dirígete a mi con un poco mas de respeto ¿no? O quieres que te...—Summer va y le tapa la boca.
—Ya, ya, basta. Aiden este es Christopher y Christopher este es Aiden, ahora ambos se van a callar o yo misma les voy a partir la cara.
Aiden pone los ojos en blanco mientras que Christopher bufa con indignación.
—¿Es enserio? Les digo que son iguales, Dios me compadezca.
Christopher siempre había sido la persona más sarcástica que conocía. Cada vez era un dolor de cabeza tratar con él, y aun así eran amigos. Y ahora le mandan a uno igualito a Christopher pero más... ni ella lo sabe, solo; diferente.
Llega la noche y aun están los tres ahí. Christopher se encuentra sentado en un sofá con el teléfono, mientras que Aiden esta limpiando los platos porque, al parecer, Christopher y Aiden no conectaron tan perfectamente como Summer creía y, como es el local de Christopher, él manda y pues mandó a Aiden a limpiar, al menos si se quería quedar.
—Oye tú, Aiden, prepárame un café.— Grita Christopher sin despegar la mirada del celular y Aiden solo se limita a poner mala cara y negar con la cabeza.
—Yo no voy a hacer nada más, el trato era que yo limpiara y me podía quedar unos días, nunca acordamos que yo haría todo, así que levanta ese trasero y hacete tu jodido café—Le responde Aiden guardando el ultimo plato y secándose las manos en la ropa.
¿enserio voy a tener que aguantar esto hasta que empiecen las postulaciones para reina? La situación es frustrante, dos cabrones pelándose cada dos segundos desde que se conocieron, pero si ella quiere recuperar su trono tendrá que soportar.
Las postulaciones son en una semana.
¡Una semana escuchándolos!.
Eso será tortura.
Christopher gruñe y se levanta, va al mostrador y enciende la cafetera.
—¡Gracias, querido amigo!—Exclama con sorna. Aiden le muestra el dedo del medio con una sonrisa en el rostro, encaminándose a los sillones en los que antes estaba Christopher.
—Oye, Aiden ¿Dónde dejaste la taza de spider-man que estaba aquí?
—No lo se, no la tome.
—Si lo hiciste.
—No lo hice.
—Yo te vi.
—Entonces anda al hospital, estas viendo cosas.
—Mentira tú la tomaste...
A la mierda la tranquilidad.
Solo una semana.
Solo siete días.
Solo ciento sesenta y ocho horas.
Solo diez mil ochenta minutos.
Solo...
—¡Dame mi maldita taza!¡Summer dile algo!
Morirá del estrés antes de llegar siquiera a los dos días.
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En caso de que Su Majestad no cuente con un heredero directo, se procederá a convocar un proceso de postulaciones entre los dignatarios del reino. Tras la evaluación de los candidatos y conforme a los méritos y virtudes de cada aspirante, será prerrogativa exclusiva del soberano designar al individuo que habrá de sucederlo en el trono, asegurando así la continuidad y la estabilidad de la corona bajo el juicio sabio y justo del monarca.
Dethric Rey de los 50 estados de estados unidos