4.

Summer.

Summer se encuentra en la fila de registro para la postulación. Ya ha pasado una semana desde que se conoció con Aiden y provocó la tercera guerra mundial juntándolo a él y a Christopher. Aún no sabe por qué sigue con la cabeza puesta si prácticamente se intentó arrancar los pelos de la nuca tantas veces que ya ni las recuerda.

Lo bueno es que Aiden se fue hace dos días, por lo que ya no tiene que ocultar su plan. En cuanto él se fue, ella y Christopher se pusieron manos a la obra: ella se había cortado su cabello largo hasta los hombros y su amigo la había ayudado tiñéndoselo de negro. También se cambió el color de los ojos con un par de lentes de contacto celestes, que fueron los más naturales que encontró. Y, por último, se compró unos lentes con el borde grueso; es lo más innecesario que se ha comprado hasta ahora, porque ya tiene los lentes de contacto, pero se supone que esos son sus ojos "naturales" y usa lentes por genética.

La fila avanza y le toca a ella. La señorita que está detrás de la mesa le echa una mirada rápida y vuelve a dirigir la mirada a los papeles que tiene en su escritorio.

—¿Nombre?

—Evie Moss Coun. —El nombre falso sale de sus labios tan naturalmente que hasta ella lo podría creer. Christopher le hizo memorizarse los datos que le preguntarían cuando llegara.

—¿Edad?

—Veinte.

—¿A qué ciudad pertenece, señorita Moss?

—Estado de Ohio, Dayton.

—Está bien, con eso estamos, puede entrar. Derecho, segunda puerta a la izquierda.

¿Tan fácil? Summer había memorizado como mínimo veinte preguntas más, pero no, esto fue mucho más simple.

Se encamina al pasillo y sigue las indicaciones de la mujer, llegando así a un aula que parece de escuela, con mesas, sillas y un pizarrón. Ya hay once personas sentadas en un par de puestos. Va y toma asiento en el puesto a un lado de la ventana, en la mitad de la primera fila de mesas.

Pasan cinco minutos y, sorprendentemente, la sala ya se encuentra casi llena.
»Vaya que hacen su trabajo rápido«, piensa mientras recuerda lo rápido que llenó su formulario.

Llega una mujer un poco mayor y se pone frente al pizarrón. Pide silencio y espera hasta que la última persona cierra la boca.

—Como ya se han callado, comenzaré con esto. Yo soy Marissa, su nueva instructora —informa la mujer con una sonrisa en el rostro.
Una chica que parece un tanto mayor levanta la mano.

—¿Sí?

—¿Esto es una especie de escuela?

—Similar. En una escuela forman trabajadores; servidores para la nación. Pero aquí creamos reyes y reinas, personas que gobiernan, no que son gobernadas. Yo ayudaré a que puedan encontrar el mejor lado de ustedes mismos, a encontrar una razón sólida por la que elijan este futuro.

La hora transcurre bastante rápido, chicos y chicas haciendo preguntas, la instructora respondiéndolas.

Una chica que se sentó atrás de Summer le toca el hombro, y ella se voltea.

—Hola, me llamo Charlotte, pero puedes llamarme Charl —le dice a Summer extendiéndole la mano—. ¿Y tú?

—Sum... ¡Super! Mucho gusto, Charl. Yo soy Evie, dime Vibby. —Le estrecha la mano con un poco de nerviosismo por casi decir algo incorrecto.

De pronto, la puerta se abre y todos miran en esa dirección, incluida la maestra.
»¿Quién llega tarde el primer día de instrucción para candidatos?« Ya ha pasado una hora desde el comienzo de la clase. La puerta se abre del todo y por ahí entra un chico que le parece conocido: cabello negro y piel clara, ojos marrones con la nariz recta y...

—Joven, ¿qué son estas horas de llegar? ¿Tuvo cosas más importantes que esto? Pudo simplemente no venir. —Replica Marissa con el ceño fruncido.

—Disculpe por la interrupción, señora, no volverá a suceder. ¿Me puedo sentar?

La instructora suspira con cansancio.

—Solo por esta vez, pero primero, preséntese.

Summer se tapa un poco la cara con el cabello negro y se acomoda los lentes. Si la reconoce, será el fin. Sus ojos buscan desesperadamente algo a lo que aferrarse, pero encuentra exactamente lo que estaba intentando evadir. Sus miradas conectan y él habla mirándola a los ojos. Summer contiene el aliento.

—Me llamo Aiden Blake Ress y soy de Washington.