Grita hombre, que para eso naciste.
Oye, qué sordo no estás y gozas de un gran sentido.
Sé gustoso, no gastes saliva en cotilleo.
Muévete, que tienes dos piernas para caminar y aun así,
cuando se asoman problemas te quedas tieso.
Besa, que tienes unos labios carnosos y rojos,
que cualquiera desearía aprovecharlos
y tú a tientas los muerdes provocando.
Hombre, ¿A caso no estás listo para el mundo,
que cuándo me miras te quedas absorto de mis palabras?
Te recomiendo que dobles por la segunda cuadra,
encontrarás un lugar bastante visitado, con rejas negras y lápidas grises.
Ahí descansan y se revuelcan, los que quieren lo que sientes.
Fíjate hombre, si alguno quiere ocupar tu lugar.