Me he quedado en silencio. No te he dicho lo que sentía, porque no quería forzar algo que iba a terminar mal.
Me he quedado en. Porque la poca dignidad que me había quedado después de tus últimas palabras, me forzaba a no decirlo.
Me he quedado. Porque no iba discutir lo que quizás era cierto.
Me he. Porque esta vez no quería que terminara.
Me. Porque sé que terminó.
M. Por el silencio que perdí y las palabras que no utilicé.