Aire triste y negro por tu ausencia, al ver la sonrisa dibujada en tu rostro, lloro lágrimas de sangre. Mis ojos emiten un grito atroz, sin poder parar aquel embrujo y sin escaparme de aquellas tuyas atrocidades.
Tierra fría y seca, al ver tu mirada oscura, lloro sin agua, sin lágrimas. Mis ojos emiten un grito desesperado, sin poder separarme de aquella tu responsabilidad.
Agua envenenada y podrida, al sentir tu respiración agitada, lloro lágrimas grisáceas y descompuestas. Mis ojos entreabiertos emiten súplicas, sin poder, sin poder alejarme de la inmensidad de tu desgracia.
Fuego, pálido y sin aliento, al escuchar tus mentiras, lloro lágrimas que al caer queman mis pómulos. Mis ojos echados a perder emiten incertidumbres y miedos, sin poder volver atrás para abrir los ojos cuando te vi pecar por primera vez.