Un día cuando me enfrentes, me preguntes que es lo que siento y me reproches porqué no te amo. Te responderé firmemente, intentando parecer inocente, que ya me cansé de ti. Te diré que conformarse es para cobardes y que yo no soy de esos. Me mirarás como enfurecido, entristecido, porque realmente te merecías algo mejor, te merecías lo que yo te había prometido, que al final terminó siendo una vil mentira, solo para saciar mis necesidades. Te volveré a responder que, jamás pude estar con alguien por más de un mes, ni pude quedarme después del sexo en una cama. Al final de mi discurso, me contestarás que soy una mala persona y lo aceptaré. Me dirás que el amor si puede ser verdadero y lo aceptaré. Te quedarás absorto, porque no tengo un poco de piedad, te irás lentamente y no te detendré, ya no te necesito, ya te usé.