𝐎𝐲𝐮𝐤𝐢 𝐊𝐨𝐭𝐭𝐚𝐲𝐚𝐦𝐚
Rujarquia, año 1980.
Media noche y estaba sentada mirando como el fuego consumía la caja, solo me quedaba la carta, así que la leí.
Me estaba retando a pelear contra él, destruyo la carta y arrojo los pedazos en el fuego junto con los demás papeles. Entré a la casa para prepararme, no me queda de otra que ir, puede que no vuelva jamás y mi familia nunca se entere de que me sucedió. Mine no está en condiciones de acompañarme y no sé nada de Kendrick.
Hace 5 años la guerra contra Norcrania volvió a iniciar luego de que Kaleb asumiera el cargo de Presidente de ese país, una condena para nosotros.
Estaba lista para salir por la puerta, pero, ese miedo intenso por la muerte se hizo presente, miles de recuerdos comenzaron a invadirme repentinamente, empecé a dudar.
¿Realmente valdrá la pena morir por ocultar todo esto? Desearía volver en el tiempo y haber destruido todo y a todos, de ese modo, Rujarquia no estaría sufriendo...me tocó a mí pagar por ello.
Mis pensamientos fueron interrumpidos cuando escuche una voz detrás de mí.
— ¿Mamá?, ¿A dónde vas? —Era Ezra mi hijo mayor, estaba en las escaleras mirándome somnoliento, con un nudo en la garganta respondí.
—Iré a hacer un cambio de turno con Nolan —Me arrodille para quedar frente a él— pero promete una cosa —Asintió y bostezo—. Cuida a tus hermanitos y al clan ¿sí?
— ¿Hasta que vuelvas?—Sentí un gran peso en mi pecho.
—Sí, hasta que vuelva, ahora vuelve a dormir —Asintió y volvió a subir.
Abrí la puerta y salí, tenía los abanicos conmigo, me dirigí al punto de encuentro sin mirar atrás.
Estaba en la entrada al bosque y esa fue la única vez que voltee, había una increíble vista de Hinan y el sol comenzaba a salir.
Desde que soy militar siempre quise una cosa, ver un amanecer distinto que simbolice el fin de la guerra y el sufrimiento de la gente, pero con el enemigo que tenemos es algo casi imposible.
Me adentre en lo más profundo del bosque hasta llegar al campo, desde aquí no hay vuelta atrás, había una atmósfera extraña que bloqueaba mis poderes, miré a mi alrededor y lo vi.
No era la única en el lugar, ese maldito ya estaba aquí, solo agarre los abanicos y me posicione, a pesar de que tenía la máscara puesta, sentía su sonrisa.
𝐍𝐚𝐫𝐫𝐚𝐝𝐨𝐫𝐚.
Ezra quedó devastado luego de enterarse de la muerte de su madre, sus hermanos estaban deprimidos y enojados. Yoshio fue quien salió a buscarla cuando se enteró que salió y jamás volvió, encontró el cuerpo de su esposa mirando el cielo con sangre en la boca.
Dejó a sus hijos con su compañero y al volver a su hogar no salió en mucho tiempo. Tiempo después corrió la noticia de que en un arrebato de ira, destruyó su hogar.
Tras 10 años de la muerte de su esposa, Ezra volvió a unirse al ejército, buscando vengar a su esposa, pero nunca lo consiguió; llego ser una figura importante del Clan, luego de su victoria al recuperar la ciudad de Memai, convirtiendose así en el líder del Clan Kottayama. Pero murió librando otras batallas, dejando huérfanos a sus hijos.
Actualmente, han pasado 60 años, los Norcranianos lograron tomar gran parte del territorio de Rujarquia, el 47% para ser exactos. Muchos han perdido la esperanza de que la guerra acabe algún día, otros siguen con la esperanza en alto.
Una guerra que empezó hace más de 75 años y a día de hoy continúa.
Fueron varias las veces que la escasez de alimento golpeó al Reino, la ciudad de Shinen'kara fue destruida, convirtiéndose así en la primera ciudad fortificada en ser destruida por el enemigo, evento que empeoró las cosas.
Hinan es una de las ciudades construidas años antes de la guerra, el Clan Kottayama reside en ella, claro que tienen sus propias murallas que los separan de los demás ciudadanos.
No hay muchos niños en el clan, pero si hay jóvenes que irán a la Academia Militar Kaiho-sha en unos meses. El día de hoy, es el día de graduación para los estudiantes del Instituto Yōso.
9 de Mayo, 2050
Tsuki había despertado, pero no veía nada, supuso que tenía los ojos vendados, el lugar tenía un aroma desagradable, podía escuchar a otros que parecían estar en la misma situación que ella.
Trató de levantarse, pero su cuerpo se sentía pesado y volvió a caer...