Rujarquia |#1|

Capitulo 4: Hora de partir

Martes 5 de marzo, solo faltan 6 días para la Academia.

Tsuki estaba preocupada, pues no ha visto a Kori en ningún momento por las calles del clan, Mira no asistió al entrenamiento de hoy. La ansiedad le llegaba hasta el cuello en un punto que sentía que iba a vomitar.

En la mañana Aiko había ido a casa de su hermano a hablar con él, aún no le contó a su madre de que Mira no fue a entrenar. Estaba sentada en su cama doblando su nuevo uniforme que le llegó de la Academia, trataba de no pensar tanto en eso.

—Cleo, ¿crees que ellos estén bien? —Preguntó a su gata, quién simplemente respondió un "miau", se subió a la cama y se acurrucó en su regazo. —Mi pequeña consentida.

Respiró profundo y dejó a Cleo en su cama para salir y buscar a Rebecca, bajando las escaleras se encontró a su madre limpiando la mesa, por suerte estaba de espaldas.

Silenciosamente fue hacia la puerta y en cuando salió corrió lo más rápido que pudo, salió de las murallas del clan y bajo su velocidad ya que había mucha gente en el mercado, las lágrimas continuaban cayendo, se distrajo para limpiarse y chocó contra alguien, ambos cayeron al suelo.

Tsuki se sobo la cabeza y al levantar la mirada Shigo estaba igual que ella, este se sorprendió al verla con lágrimas en los ojos.

— ¿Tsuki?

—P-perdón —se levantó rápidamente y salió corriendo.

—Espera —gritó Shigo, ella no lo escuchó.

Llegó a la casa de Rebecca, esta estaba fuera de su casa hablando con sus padres, así que se detuvo e iba marcharse.

— ¡Tsuki! —exclamo, ella se volteó. — ¿Que sucede? —preguntó al verla con lágrimas en los ojos.

Estaban sentadas en la sala y Tsuki le contaba todo, ella la escuchaba atentamente y también estaba preocupada.

— ¿Le contaste a tu mamá? —Preguntó después de que terminara de hablar.

—No, irá a hablar con él de nuevo y, ¿si les hace algo?

—No pienses en eso —secó sus lágrimas —, ¿Qué tal si vamos a su casa?

—No creo que sea buena idea, Bec.

Suspiro y luego se fijó en una pequeña hinchazón no muy notable en la frente de Tsuki — ¿Que te pasó en la cabeza?

—Choque con Shigo mientras venía.

—Auch —hizo una mueca de dolor. —Tengo noticias malas que contarte.

— ¿Que sucedió? —Preguntó, pensando que tal vez Rebecca se iría o la expulsarían.

—Hay protestas frente a la ciudad de Furui, ¿Recuerdas la vez que Hogomi nos dijo que el Rey iba a tener una reunión con los Norcranianos? —Tsuki asintió —Pues, hace unas horas se divulgo la noticia de que en aquella reunión él estaba planeando entregarle toda Rujarquia a Kaleb, ya que como los Norcranianos quieren matarlo para apoderarse, él quería dejarle todo a ellos para que no lo lastimen.

—Es un imbécil —espetó Tsuki.

—De eso estuve hablando con mis padres afuera, además los comerciantes no pueden ingresar al Castillo debido a las protestas —finalizó.

Suspiró con enojo —Nos iba a entregar a la boca del lobo, debería haber un golpe de estado y así destronarlo.

—Sabes que ahora no se puede, casi todo los militares están luchando por mantener a los Norcranianos en su lugar —mencionó triste. —75 años de guerra y esto parece que nunca acabará —desvió la mirada.

—Oye —Rebecca se recompuso — ¿Qué tal si vamos a caminar? —Tsuki asintió y fueron a la puerta—. Mamá saldremos, en un rato vuelvo —avisó.

Aún pensaba en Kori y Miraiki.

Estaba anocheciendo, la ciudad poco a poco era iluminada por los adornos de luz, habían niños jugando, personas entrando y saliendo de los comercios y restaurantes.

—Tu hinchazón disminuyó —mencionó Rebecca mirando la frente de Tsuki.

—Eso es bueno —sonrió.

En algunos postes había hojas pegadas que tenían las últimas noticias sobre la guerra, era justo de lo que estaban hablando, Tsuki se detuvo a leer uno de ellos.

Ultimas noticias.

El Rey Einar II planeaba hacer un trato con Kaleb, Gobernante actual de Norcrania para dejar toda Rujarquia en su poder, con las intenciones de que no lo lastimen a él y a su familia.

Muchos dicen que es similar a aquella vez en la que el Rey Darius quiso ceder más de la mitad del territorio Rujarco; además, de entregarles a los miembros de los Clanes y a los de la Etnia "Tesa Kuarahy'ã". En aquel entonces el pueblo se opuso a entregar a sus protectores y con la ayuda del Príncipe Erick de Furui y su mujer, lograron echarlos.

Lamentablemente años después, Kaleb regresó con un ejército más grande dispuesto a matar al Rey, a toda su familia, a los miembros de los Clanes y a la Etnia.

En ese momento hay una multitud de gente fuera de las murallas de Furui, exigiendo que el Rey salga.

El día de mañana, el Rey iba a dar un anuncio importante pero decidió esperar a que los ciudadanos se calmen para dar el aviso.

—Solo falta que decidan traer a todas las bestias que tienen en Norcrania para aniquilarnos a todos —dijo Rebecca.

Tsuki vió como algunas personas se detenían a leer, obviamente ellos estaban igual de enfadados. —6 días... —pensó, lo que sucedió la motivó aún más a su deseo formar parte del ejército.

Siguieron caminando, a veces se escuchaban las quejas de los ciudadanos, llegaron a la plaza, lugar donde los de la Etnia "Tesa Kuarahy'ã" se encontraban vendiendo sus bordados y demás; también estaba el Tío de Rebecca y sus primos.

—Iré a hablar con mi Tío, vuelvo enseguida —dijo
Rebecca con su sonrisa característica

—Bien —respondió y seguía mirando las artesanías

Estaba tan distraída observando que chocó con alguien nuevamente, él estaba de espaldas y casi a la altura de Tsuki.

—Perdón.

El chico se volteó, era Shigo.




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