Rujarquia |#1|

Capítulo 5: Academia Militar Kaiho-sha.

Shiroi supo que algo no estaba bien, asi que fue a su casa. Desde hace meses se preguntaba quien inscribió a Tsuki en la Academia, porque a pesar de que ella puede inscribirse un adulto debía firmar por ella.

Mika no lo haría, menos Aiko; Cass tampoco, Gabriel, Nyx, Liam, Zephy, ni siquiera los padres de Rebecca. Solo quedaba alguien, Koru.

Tsuki le había dicho que fue su tío abuelo quien firmó por ella, pero él fue a hablar con él en cuando volvió de su viaje a Gake, claramente lo negó.

Solo quedaba una pregunta: ¿Por qué Koru querría hacer eso?. Volteó y Koru estaba detrás, solo había 1 metro de distancia entre ambos.

Llegó a su casa y buscó a Aiko en su habitación, y allí estaba. Se levanto a abrazarlo.

—Tenemos que hablar —dijo separándose.

—¿Que sucede? 

—¿Recuerdas que Tsuki nos dijo que fue mi tio quien firmó quien firmó por ella? —Aiko asintió. —.Fui a hablar con él, después de que volvió de su viaje, me dijo que no fue él quién firmo por Tsuki.

—¡¿Qué?! —Exclamo —, ¿Pero quien firmó por ella?.

—Sospecho que fue Koru.

—N-no, el no haría eso —se sentó en la cama, atónita por lo que había escuchado —, é-él sabe que no quiero que Tsuki se una al e-ejército —Tartamudeo.

—Aún no se por que.

Tsuki estaba sentada al lado de Kageshi, se recostó en su hombro sin dejar de mirar la ventana, Rebecca conversaba con Hogomi y Kageshi, Shigo estaba callado, quería tener la conversación que nunca tuvo con Tsuki.

El tren pasaba por un bosque frondoso y oscuro, aún faltaba para que amanezca; pasaron por una estación de tren, muchos más subieron, había un chico que parecía tener la misma alegría y bondad que Rebecca, Tsuki se enderezó y se fijo en él, Rebecca hizo lo mismo.

Era gracioso y amable, estaba ayudando a los demás chicos a subir sus maletas y cuando le tocaba a él subir miró las ventanas del tren y se encontró a Rebecca y Tsuki, simplemente les saludo alegre, ellas hicieron lo mismo.

Subió al tren, y este nuevamente comenzó a moverse.

—¿Lo viste? —Preguntó a Tsuki.

—Si, me recordo a ti —respondió.

—Tenía el uniforme de la Academia, él también estará allá —exclamo emocionada.

Ahora tenía más ansias de llegar. Todos los vagones estaban en silencio, Kori y Miraiki se sentaron solos en uno de los apartados, ella seguía pensando en lo que sucedió en la estación, en lo que su padre había dicho; Kori casi no era el mismo, se había vuelto más frío y cortante, Mira apenas hablaba con él, sentía una soledad inmensa y triste.

Paso alrededor de una hora y a unos kilómetros podía verse un edificio desde la ventana del tren, estaban por llegar a la estación de tren de la Academia.

—Prepárense, llegaremos enseguida —Avisó Gabriel, al ver aquel edificio.

Ya estaba amaneciendo, los primeros rayos del sol iluminaban la estación de tren, todos los reclutas bajaron y con ayuda de los trabajadores bajaron sus maletas.

Tsuki y Bec observaron el cielo colorido.

—Chicas, vengan —las llamó Gabriel.

Siguieron el sendero del bosque, el cuál tenía faros que alumbraban el camino, ya que la luz del sol aún no llegaba totalmente al bosque.

Estuvieron callados durante el camino, los demás reclutas que vinieron con ellos también estaban allí, Rebecca solo buscaba al chico de la estación de tren, pero no había señales de él, tampoco de Miraiki y Kori, Tsuki pensó que probablemente aún están en la estación.

El edificio cada vez se veía más grande y más cerca, se podía escuchar la respiración de muchos con nervios, lo cuál ponía nerviosos a otros.

Había un chico en particular que tenía un semblante serio y no dudaba en ningún momento, se notaba que él si estaba preparado.

Finalmente apareció el chico de la estación de tren, tratando de calmar los nervios de los demás, fue en vano ya que al llegar al portón sus nervios aumentaron. Gabriel ya no estaba entre ellos, Mateo lo buscaba con la mirada, ¿En que momento se fue?

Al abrirse ingresaron, habían soldados en formación frente a ellos, todos con sus armas, luego estaba la Élite detrás de éstos, Gabriel ya estaba allí, como capitán de la Élite, con sus uniformes y mascarillas; y detrás de estos había un escalón, no estaba muy alto ni muy bajo, allí estaban los, Oficiales, Tenientes y Generales.

Muchos tuvieron que contener su emoción, pues habían oído de los miembros de la Élite y los altos mandos, todos los admiraban.

—Bienvenidos sean todos a la Academia Militar Kaiho-sha —dijo el General Supremo —, me atrevo a decir que son muy valientes al querer formar parte del Ejército Rujarco, seré honesto, los Norcranianos son peor de lo que creen.

Ustedes son muy jovenes, piensan que en menos de un año serán parte de la Élite y al día siguiente traerán la cabeza de Kaleb —La mayoría los reclutas se quedaron sin palabras, era justo lo que pensaban, pero al oírlo de la boca de alguien como el General Supremo los hacía sentir como unos idiotas inmaduros —. Por suerte en la Academia los prepararemos para lo que sea, el resto dependerá de ustedes, a medida que avanza el año, probablemente, muchos decidan renunciar. No serán considerados cobardes por renunciar, los verdaderos cobardes son lo que hacen tratados con los enemigos para salverse así mismo —Tsuki y Bec tuvieron el presentimiento de que se refería al Rey Einar II —. Estoy seguro que sus familias estaban en contra de que vinieran aquí.

Estaran bajo la supervisión del Instructor Sergei Bortsov, ex-capitán de élite, nosotros estaremos aquí para garantizar su seguridad, tienen prohibido salir de sus habitaciones después de las 20hs, tampoco ir al bosque solos —mientras seguía hablando, una mujer, que parecía ser de la realeza, se acercó al General Gunther y lo tomó de su brazo derecho, él la miró y acarició su mano discretamente —. Ahora todos irán a sus habitaciones, a las 12pm almorzaran y luego a las 15pm iniciarán los entrenamientos.




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