Rujarquia |#1|

Capítulo 10: El último de todos

Tanto sufrimiento cansa y mucho.

Yue y Shigo seguían en el camión de carga, de vez en cuando el camión iba tan rápido que rebotaban al toparse con una gran piedra en el camino; menos mal que las cajas con municiones se mantenían en su lugar y no caía sobre ellos.
Después de un largo rato en silencio, Yue habló:

— ¿Por qué te arriesgas a ir a buscarla? —Preguntó a Shigo.

Shigo evitaba hacer contacto visual con él por razones desconocidas.

—Rebecca está preocupada.

—Lo sé, ¿pero qué hay de ti?, apenas la conoces… —dijo, tratando de averiguar qué ocultaba Shigo.

—Ella… —se detuvo justo cuando iba a responder y lo pensó un rato—, es mi amiga…

Yue no le creía, aunque pensó que sería mejor terminar la conversación, ya que de todas formas descubrió lo que oculta.

—Bien —dijo simplemente y se encogió de hombros.

El otro solo seguía ocultando su rostro.

El pelinegro sintió que el camión iba más despacio hasta que se detuvo. Supuso que ya habían llegado y le avisó a Shigo que se prepare para bajar.
Sin embargo, Sergei abrió la puerta de la camioneta y entró, movió las cajas hasta que encontró a los chicos, a Yue lo tomo del cabello y a Shigo de la nuca y los echó fuera del camión, donde los Generales estaban frente a ellos junto a la teniente Trusova, el comandante Ivanov y cuatro soldados que estaban al lado de ambos.

— ¡¿Cómo se atreven a desobedecer nuestras órdenes?! —Exclamó Sergei.

—Hicieron mal en venir, irán con Sergei devuelta, y luego hablaremos si los castigamos o… los expulsamos —Espetó Bradley.

— ¡No, espere…! —Exclamó Shigo mientras dos soldados lo tomaban del brazo y se los llevaban.

Forcejeaba para liberarse, los altos mandos aún tenían la mirada puesta en ambos jóvenes.

— ¡Puedo ayudarlos! —Gritó desesperado y se liberó—, ¡Puedo oler a Tsuki, déjennos ayudar!

— ¿Puedes olerla? —Preguntó Bradley confundido.

Shigo asintió.

—Bradley, deja que nos acompañen. Si es verdad lo que dice, va a sernos útil —ordenó Özdemir, amable y se dirigió a los chicos que lo miraban expectante—, pero sepan que si vuelven a hacerlo, serán expulsados definitivamente de la academia por desobedecer las órdenes de sus superiores.

Ambos asintieron. Los soldados dejaron ir a los chicos y estos se subieron en otra camioneta junto a Sergei, quien maldecía entre dientes iracundo.
Se fijaron en el copiloto y ésta volteó a verlos.

— ¿¡Aranen?! —Exclamaron al unísono.

—Sabía que eran ustedes los que subieron al camión.

— ¡Guarden silencio! —Exclamó Sergei, aún irritado.

Unas horas después, se detuvieron justo en que la señal del rastreador se perdió. Shigo bajó acompañado de Shiroi y Bradley. El castaño cerró sus ojos y respiro profundamente, podía percibir varios olores, encontró el aroma Tsuki y junto a ella, el de dos desconocidos, abrió los ojos y ya tenía claro el camino que debían seguir. Levantó el brazo y señalo el camino. Nuevamente subieron al camión; esta vez, Shigo iría con Bradley y Selim para enseñarles el camino.

Yue seguía sin creer que Aranen estaba frente a él, para salir de las dudas pregunto:

— ¿También viniste a buscar a Tsuki?

—Sí y no. Los Generales siempre me llevan a este tipo de misiones, en caso de que necesiten una ayudadita —Lo miró esbozando una sonrisa de satisfacción.

—Tampoco presumas… —desvió la mirada.

Shigo estaba aliviado de que lo dejaran ayudar a buscar a Tsuki, quizá sería la primera vez en una misión que utilice una de sus formas animales; aunque, lo más probable es que los altos mandos no lo dejen ir.
Entonces debía arriesgarse e ir tras Tsuki, sin que los altos mandos se enteren. Tenía el plan listo, pero aún faltaba alguien que le ayudara…

—No puede ser… —Murmuró Tsuki.

En aquel momento la puerta se abrió, un médico ingresó junto con un soldado Norcraniano y se dirigían a la jaula de Henry, el soldado sacó las cadenas que tenía alrededor de la cintura y las engancho a las esposas, obligando al joven a levantarse. El médico sentía compasión por él.

Cuándo pasaron frente a la jaula de Tsuki y Kai, la pelinegra se fijó en la marca perteneciente al clan Kingusu entre las clavículas del joven. La puerta volvió a cerrarse y los chicos comenzaron a hablar:

— ¿Cómo es posible que siga vivo? —Cuestionó un moreno.

— ¿Por qué esta bajo el poder del enemigo? —cuestionó otro chico.

—Kai —Tsuki se dirigió al rubio y este la miró—, si logramos huir, debemos llevarnos a Henry con nosotros.

—Ni siquiera sabes si está diciendo la verdad —Previno.

Tsuki lo miró confundida.

— ¿Viste la marca que tenía entre sus clavículas? —Obviamente el rubio lo negó.

Tsuki puso los ojos en blanco, desvió su mirada con fastidio.

—Si no fuese miembro del clan Kingusu, no habría razones para que los Norcranianos lo tengan aquí —Recalcó un pelirrojo pecoso.

—Si tan solo hubiese una forma de huir… —Murmuró una asiática, pero fue interrumpida por el moreno de antes.

— ¿En serio crees que tenemos chances de huir? —Cuestionó—, mira las púas que tienen las jaulas, además, imagina cuantos soldados Norcranianos hay afuera, ni hablar de los Eoduun que tienen en su ejército y las bestias… —sus labios temblaban—. No saldremos de aquí, y si vinieran por nosotros no creo que logren pasar a lo que les espera dentro del edificio.

—Que pesimista… —espetó Tsuki.

—Solo soy realista. Si nuestro ejército fuese mejor, ni estaríamos aquí, la guerra ya habría acabado hace años…

—De veras eres un idiota. Como tú mismo lo dijiste, hay muchos soldados Norcranianos, Eoduun y Bestias del lado enemigo. Kaleb de por sí es fuerte, ni siquiera… —bajó la mirada—, ni siquiera dos de los clanes pudieron contra él y su ejército.

Todos guardaron silencio, Kai al igual que Tsuki, sentía todo ese enojo, rabia y dolor. Entre los clanes, no existe la enemistad, no existen las peleas por saber quién es el más fuerte, sólo existe el apoyo mutuo entre ellos, porque entienden que peleando no se consigue nada y solo hace que las cosas empeoren para todos. El Clan Ruzgar y el Clan Kingusu, eran parte de eso, perder a sus compañeros, aliados y no haber impedido su masacre, los llenaba de todas esas emociones antes mencionadas.




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