Rujarquia |#1|

Capítulo 16: Aviario

Kageshi cayó de rodillas y sosteniendo su muñeca con fuerza, lloró en silencio, sin sollozos, solo en silencio mientras las lágrimas se deslizaban en sus mejillas.

— ¿Kageshi? —Lo llamó Tiago—, ¿Qué pasó de Hogomi y los demás? —Preguntó, temiendo por la respuesta dado su aspecto.

Kageshi se levantó y miró hacia el bosque…

¡HOGOMIII! Grita su hermano al verlo de esa forma, mientras la bestia no lo deja ayudarlo.

Se acabó Capitán… Comienza a sacar una daga de su bolsillo. Hogomi cierra sus ojos con fuerza al sentir el dolor punzante de la daga atravesando su pecho.

De alguna forma, no supo cómo, pero reactivó su poder y pulverizó a la bestia de una vez. El bloqueo había desaparecido.

El mayor retiró su daga del pecho de Hogomi, mientras esté caía al suelo. Esquivó las manos de Kageshi, trataba de tocarlo, o al menos golpearlo, sin embargo Trevor, hacía a un lado cada intento de Kageshi de vengar a su hermano.

Sintió el golpe que le dieron en la nuca, era Genkaku.

No venimos por él Murmuró

Sería un estorbo en el futuro… dijo Trevor, piso la cabeza de Kageshi sin hacer fuerza, no lo aplastó, pero lo mantuvo en el suelo.

Quizás, pero él Jefe no quiere eso Volvió a insistir—. Sin embargo, no dijo nada sobre no golpearlo… Ambos comenzaron a patearlo en el estómago.

Kageshi logró escapar de las patadas y golpes, se levantó enseguida para acabar con ellos, pero otras tres bestias salieron y lo atacaron. Trevor y Genkaku huyen del lugar antes de que Kageshi acabe con las bestias y venga por ellos.
Acabó con dos y el otro se escapó hacia la dirección en la que Tsuki y los demás estaban.

Se acercó a Hogomi, en sus ojos verdes había una mirada una mirada perdida y vacía, había muerto…

— ¡¡HOGOMIII!!...

Recordó como terminó persiguiendo a una de las bestias que le impedían ayudar a su hermano, comenzó a sollozar más fuerte y fue cuando era evidente lo que había sucedido con Hogomi y el resto.

Tiago junto a Noah y otros soldados fueron hacia la dirección de la que había salido, Tsuki rompió en llanto, escuchó a Kageshi y también a los demás yendo a ver lo que le había sucedido al querido Capitán de la Élite; sumándole el hecho perder a Shigo hace unos momentos. El otro se acercó a ella y la abrazó por la espalda mientras lloraban juntos.

—Señor… —Llamo el soldado a Gunter desde el marco de la puerta, él otro estaba de espaldas mirando la ventana—. Perdimos a Hogomi —Él se giró a verlo.

Hogomi y el Capitán que estaba con Tsuki, no fueron los únicos, todos los capitanes de la Élite fueron asesinados. Bradley estaba más que enfadado, sabía que siempre fue mala idea poner a los mejores como capitanes, pero Özdemir lo había decidido; además tanto los Rujarcos como los aliados del Reino, comenzaban a perder toda esperanza.

En la mañana al volver al cuartel, Bradley llamó a Tsuki. Tenía un plan, pero no podía dejar que otros se enteraran.

Kageshi iba de camino a la sala en la que se encontraba Miraiki, una y otra vez, se repetían las palabras de la chica en su cabeza.

Alguien va morir, Kageshi, eras tú o Hogomi dijo llorando.

¿Qué? N-no debió ser sólo un sueño…

Abrió la puerta y fue hacia ella, Yue Fei estaba despierto, se enteró de lo que sucedió y antes de que pudiera decir algo, Kageshi se sentó en la silla y dejó caer su cabeza en el regazo de Mira, quién estaba sentada en el borde de la camilla.

—P-perdón —Murmuro, le acarició el cabello, y no pudo evitar derramar algunas lágrimas.

Un soldado entró repentinamente.

—Yue Fei y Kageshi Yoru, el General Bradley solicita su presencia en su oficina —Ordeno.

—Enseguida iremos —Respondió Yue, el soldado se retira y él va al baño a cambiarse la ropa.

—Debí hacerte caso Mira… —Susurro—. Ahora él ya no está.

—Yo debí decirle al General, si lo hacía, él hubiera impedido que fueran solos.

—Nada iba impedir que sucediera…

Yue salió del baño ya vestido con el uniforme de la elite que le habían traído en la mañana.

—Kageshi, debemos ir… —El pelinegro se levantó, antes de irse le dió a Miraiki un beso en la mejilla.

En el camino se encontraron a Tsuki, ocultaba su rostro con la capucha del traje y el cubre bocas. Kageshi se acercó y extendió su brazo hacia su hombro en modo de abrazo. Una vez más había dejado que alguien muriera, está vez lo tenía tan cerca, si tan solo hubiese tratado de calmar el pánico que sentía en aquel momento, pensaría con claridad y usaría su poder.

“Volverá a pasar…” Recordó las palabras de su hermana mayor.

Cesaron las lágrimas, se limpió discretamente y volvió a levantar la mirada al frente.
El General ya los esperaba en el marco de la puerta a su oficina, los invitó a pasar y cerró la puerta asegurándose de que nadie los siguió.

—Siéntense —Les señaló el sofá—. Sé que están de duelo y que no es buen momento, pero esto no puede esperar más —Menciono, ellos sintieron algo de curiosidad, el mayor se sentó en una silla que colocó frente a ellos—. Hay muchos infiltrados entre nosotros, por eso nos tomaron por sorpresa, y sospecho que uno de ellos, forma parte de los altos mandos.

— ¿QUEE?! —Exclamaron al unísono.

—General, yo también sospeché que hay más infiltrados pero… Jamás pensé que los altos mandos —Murmuro Kageshi.

—La misión que ustedes, Kageshi, tenían era secreta, lo de Hogomi, tú y su escuadrón era un ataque sorpresa al igual que lo que Yue Fei y su equipo iban a hacer —Tenía sentido. Solo los altos mandos lo sabían—. Eso confirmó mi sospecha, el traidor de los altos mandos también tiene un alto rango entre los Norcranianos. Teniendo en cuenta lo que Tsuki declaró a cerca de que Genkaku uso el rostro desmembrado de un soldado para estar entre nosotros, ese impostor debe hacer lo mismo.




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