''¿Un mocoso como tu me esta amenazando?'' gruño entre dientes el misterioso ser
que se ocultaba en esa oscura gabardina.
''¿Acaso lo tengo que repetir?'', dijo Rulam con una voz muy suave y calmada.
Aquel hombre soltó el brazo de Rulam con un fuerte tirón y salio caminando como si nada hubiese sucedido antes, las miradas de los allí presentes lo barrían completamente pero este no parecía tomarles la mas mínima importancia.
Las dos grandes puertas del templo se abrieron de par a par y aquel hombre salio, nadie mas le presto atención, ahora su mirada estaba puesta sobre aquel joven que portaba el misterioso cetro oscuro de Elune.
''Crees que te puedes ir así sin mas...'' El rostro molesto de Rulam hacia notar como si de un libro abierto se tratase lo que su mente estaba pensando, definitivamente no eran cosas buenas.
Un rayo de luz salio disparado a una velocidad increíble, el mismo Obeiron volvió a sorprenderse, jamas había visto una velocidad tan asombrosa, segundos después se dibujo entre el polvo la silueta de un hombre de gabardina negra como la noche, yacía en el suelo, en un enorme charco de sangre.
''Eres mas rápido de lo que pensé''. Si no hubiese usado aura de las sombras, seguramente estaría muerto ahora mismo, resonó una voz sombría que provenía de alguna parte, el cadáver en el suelo se desvaneció como un espejismo y nadie sabia lo que estaba pasando, tantas sorpresas inexplicables en un solo momento, esto definitivamente no era normal.
''Quien demonios eres y cuales son tus intenciones, sabia que no morirías con un ataque tan simple, deja ya los juegos y muéstrate.'' Expreso Rulam con firmeza.
''Podría arrebatarte la vida y el Cetro oscuro de Elune si quisiera en este mismo instante, pero no es eso lo que quiero, es algo mas y tu seras la herramienta que usare para obtenerlo, hasta pronto; Rulam, Rulam Adastro ¡jajaja!''. De repente ya nada se escucho y esa misteriosa voz que parecía provenir de cada rendija ya no estaba.
''¿Quien demonios era ese sujeto? no parece ser alguien normal, definitivamente no lo es, ¿sera acaso la reencarnación del príncipe demoníaco? de no ser así, ¿porque conoce el Cetro oscuro de Elune? ¿y porque alguien con tan bajo poder espiritual puede tener tal inmenso control de su aura?.''
A Rulam le sobraban preguntas y le faltaban respuestas, estaba desconcertado, pero eso solo hizo que aumentara en el la necesidad de poseer el poder absoluto, estar en el pináculo del manejo de la energía espiritual.
Rulam se acerco hacia donde Obeiron y pregunto:
¿''tienes idea de quien podría ser esa persona''?
''Yo no lo se, pero conozco alguien que tal vez tenga alguna informacion.'' La seriedad en Obeiron hacia evidente que sus palabras eran sinceras.
''de que tipo de persona se tratara esta vez''
''Nos vemos mañana, a esta misma hora y en este mismo lugar, por supuesto, no sera gratis, se que no podrás pagar mi tiempo, a cambio me deberás un favor.'' Obeiron sonrió después de mucho tiempo sin mostrar expresiones tranquilas.
A pesar de que Rulam no era el tipo de persona a la que le gustara deber favores, el no pensó en eso ahora mismo, lo único que le importaba era obtener informacion y conocer a esa persona, cualquiera que supiera algo sobre ese misterioso ser sin duda no seria alguien normal.
En este momento Rulam no podía hacer mas que esperar y tenia claro que intentar sacar conclusiones en este momento no era para nada inteligente. Tenia que aprovechar ese tiempo para seguir cultivando su energía espiritual, después de todo, ahora poseía el Cetro oscuro de Elune, no existía nadie que pudiera avanzar en el cultivo mas rápido que Rulam. Una sonrisa curvo las comisuras de su boca.
A pesar de que sus objetivos seguían siendo los mismos, ahora han tomado una dirección distinta a la que Rulam había previsto, posiblemente mañana sera un largo dia. Ya era hora de dejar de jugar al chico campesino...