Rumores

Capítulo 1

Benjamín-

—¿Estás seguro de esto? —vuelve a preguntar. Volteo los ojos.

—Te he dicho cientos de veces que sí, estoy seguro de lo que haré —suelto un bufido.

—Es que aún no puedo creer que te esfuerces tanto solo por hablar con ella ¿Qué piensas decirle cuando tengas oportunidad? —cuestiona.

—Ya tendré tiempo para pensar en ello si el plan funciona —andamos por los pasillos —. ¿Hiciste tú parte?.

—Claro que sí. Moví mis influencias con Megan, una chica que estoy viendo y que trabaja en el área de horarios de la universidad. Quedaste en la clase 18- B al igual que Sabana —asiento —. Es la clase de ética y moralidad, es la mejor clase de todo el campus. Tiene su propio complejo justo en el centro, las clases son mixtas, es decir que te encontrarás con estudiantes de todas las carreras. La profesora que lo dicta es June Miller, la profesora estrella y podría decirse que amiga de Sabana.

—¿Por qué una asignatura tiene su propio complejo?.

—Es la única asignación que nadie da de baja, el complejo consta con aulas de la "A" a la "E", un auditorio y consejeros estudiantiles. Es todo un mundo diferente allá dentro —se detiene —. Y la mayoría de los estudiantes pasan toda su carrera en el mismo salón, todos menos Sabana.

—¿Qué tiene ella de diferente?.

—Es la estudiante con el mejor promedio del campus, los profesores no creen en los rumores que circulan por eso han expresado abiertamente que Sabana es la estudiante favorita de casi todos —continuamos caminando —. Por causa de los rumores que hay de ella, le tienen cierta consideración.

Aparte de hermosa, inteligente. Eres mucho más de lo que pensé Sabana Reynolds, o mejor dicho, de lo que recordaba.

—Ese es el complejo —apunta hacia un gran edificio —. Buena suerte —palmea mi hombro y se va.

Camino hacia allá, me adentro. Es increíblemente acogedor, no tiene ningún parecido con los demás edificios, es más agradable. Pasó por una pequeña sala de estar y me detengo frente al salón. La profesora ya está aquí.

Me observa al entrar y me sonríe. Le devuelvo el gesto.

Todos nos encontramos de pie frente a los escritorios, como si esperáramos que algo pasará.

—Bienvenidos a la clase de ética y moralidad, soy su profesora June Miller —camina por el salón —. Se preguntarán que hacen de pie, he decido cambiar un poco la modalidad de esta sección asignándoles compañeros de estudio para todo el semestre. Les permitiré escoger a sus compañeros pero en el momento en que hagan bullicio, lo escogeré yo —nos mira —. Comencemos —se acerca a una chica que está del otro lado de la habitación.

Ella agarra la mano de otra chica y se sientan en el primer puesto.

Así uno tras otro van tomando su lugar.

En el momento que le toca a Sabana quedamos mayormente hombres, ella mira hacia alguna de las chicas y ninguna le devuelve la mirada.

Debe ser un poco triste recibir tanto rechazo de parte de las mujeres y tanta atención de los hombres. Me pregunto si tendrá alguien con quien hablar cuando se siente triste.

—¡Quiero sentarme contigo! —exclama un chico.

—¡Quiero hacer todo contigo! —dice burlón otro.

—¡Me encantaría sentarme junto a ti o si quieres puedes sentarte encima de mi! —la risa de otros chicos llena la sala.

Imbéciles. Sin importar lo promiscua que sea una mujer, no se merece ser tratada de esa manera.

—¡Silencio! —exclama la profesora evidentemente molesta —. Agradezco que hayan decidido entrar a esta clase para que dejen de ser unos salvajes. Sin importar la circunstancia, no se debe tratar a una mujer de ese modo —mira a todos los chicos, posando su mirada en mí—. Tú, ¿Cómo te llamas?.

—Benjamín Parker —Sabana me mira con notoria sorpresa, pero esta vez su mirada no vuelve a enfriarse. 

Me reconoció.

—Señor Parker ¿Le molestaría sentarse junto a Sabana?.

—No tengo ningún inconveniente —poso la mirada en ella —. ¿Tienes algún inconveniente?.

Observa mi rostro de manera detallada. Debe de estar tratando de recordar quién soy, sin embargo dice segura: —No, no tengo problema con ello —camina hacia nuestro escritorio y la sigo.

Coloco mi bolso en el suelo, saco los implementos que usaré mientras siento la mirada de Sabana en mi cuello.

Debe de estar impaciente.

—¿Puedo ayudarte en algo? —pregunto cortés mirándola.

—¿Hasta cuando vas a fingir que no me conoces? —pregunta con fastidio —Ahora entiendo porque me miraste de ese modo la última vez que nos vimos. Me reconociste.

—Tu nombre me pareció familiar pero no caí en cuenta hasta días después —respondo con sinceridad.

—A mí solo me tomo escuchar tu nombre para recordarte —se sincera también.

—Quizás porque has estado pensando mucho en mí todos estos años —le dedicó una sonrisa pícara.

—Si, podría ser por eso —me responde una sonrisa triste —. Ben, se que nos conocemos de hace tiempo pero ya no soy aquella de niña que conociste.

—Yo tampoco soy aquel niño, Sabana. Teníamos 7 años, han pasado 14 años desde entonces, claro que hemos cambiado.

—No me refería a eso —mira sus manos —. Desde el momento en que entraste a la universidad debiste de haber escuchado todo lo que dicen sobre mí, así que no te conviene ser mi amigo, te volverías un marginado.

—No me importa lo que esas personas puedan decir de mi. Quiero ser tu amigo y puedo notar que necesitas uno —me sonríe sinceramente —. Tengo que aclarar de una vez que solo planeo ser tu amigo por un corto periodo de tiempo.

—¿Por qué? —pregunta decepcionada.

—Porque quiero tener una relación contigo —me encogí de hombros. Ella abre ligeramente la boca sorprendida y un sonrojo adorna sus mejillas.

¿Cómo pueden decir tantas cosas obscenas sobre ella? ¡Es malditamente hermosa!.

—¿Estás bromeando? Nadie quiere tener una amistad conmigo y mucho menos una relación.



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En el texto hay: secretos, superacin personal, amorjoven

Editado: 28.04.2024

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