Rumores

Capítulo 9 (Parte 1)

Benjamín-

—Buenas noches, Clarissa —saludo entrando al apartamento —Luces radiante.

—No tanto como tú —cierra la puerta —. Ese traje te queda excelente, todas las chicas en la cena se les caerá la baba por ti, incluyendo a Sabana —sonrió.

—Pues esas chicas estarán decepcionadas cuando me vean entrar con Sabana. Quise verme así de bien por ella —Clarissa sonríe —¿En dónde está?.

—En su habitación dándose "los últimos retoques" desde hace 40 minutos.

—Debe de estar muy nerviosa.

—Demasiado, diría yo. Siempre que Charlie viene a la cuidad es así —suspira —. Sin importar lo que suceda él es su padre, y tener su aprobación es importante para ella.

Si, entiendo lo que se siente.

—Si puedo preguntar. ¿Cómo es su relación?.

—En su mayor parte, superficial. Charles se preocupa por ella pero es de esos hombres que creen que la reputación es más importante.

Podría ser mejor amigo de mi padre.

—Así que alejó a Sabana, pero sigue enviándonos una muy fuerte suma de dinero como pensión, muchísimo más de lo acordado, creo que es porque quiere compensar a Sabana de algún modo pero no sabe cómo expresarlo —me mira fijamente —. No pienses que es una mala persona, o un mal padre, solo que estás cosas no las enseñan. Él no sabe expresar lo que siente y por ello actúa indiferente.

—Haré mi mayor esfuerzo para no ser grosero con él. Aunque si denigra a Sabana, o la hace sentir mal con algún comentario, no podré resistirme —ella sonríe.

—Eso es justo lo que esperaba —le sonrió de vuelta —. Ahora ve apurarla, sino saldrán de madrugada.

Camino hacia su habitación desbordando confianza. Ya no me siento incómodo al estar aquí, se siente con mucha familiaridad.

La puerta están entreabierta, la abro sin tocar encontrándome con Sabana frente al espejo. Cada vez que vengo la consigo en el mismo lugar.

—¿Estás lista? —continúa mirándose sin alarmarse. Puede que me haya visto en el reflejo.

—Siento que me falta algo, pero no sé qué es —se voltea a mirarme.

Puedo quedar ciego por lo deslumbrante de su belleza. Ella es una de las razones por las que creo en un ser divino, solo él sería responsable de crear algo tan perfecto y exquisito.

Sabana podría entrar fácilmente en el top de las maravillas que tiene el mundo, y eso solo por su físico, si agregas lo hermosa que es su alma estoy seguro que estaría entre las primeras tres. Aunque para mí, ella está en el primer puesto. 

—A mi parecer no te falta nada. Luces perfecta —digo sin pensar haciéndola sonrojar —. Si no fueras mi novia te lo pediría justo en este instante —ella ríe —, hablo en serio. Tengo el deseo de abrir la ventana y gritarle a la cuidad que estoy contigo —hago lo que dije.

Camino hacia la ventana, la abro y saco la cabeza para gritar:

—¡Escuchen personas de la cuidad! ¡Quiero decirles que soy novio de Sabana Reynolds, la chica más hermosa del mundo! —Sabana intenta meterme dentro de la habitación pero me resisto —¡Soy el hombre más afortunado del mundo! —tira más fuerte haciéndome pegar la cabeza contra el marco.

Acarició mi cabeza y ella me mira extremadamente sonrojada.

—¡¿Qué estabas haciendo?! —regaña. 

Se ve tan tierna con esa expresión de molestia y las mejillas rojas. Me encanta.

—Compartiendo mi felicidad con el mundo —subo los hombros —, simplemente eso.

—¿Y crees que al mundo le importa?.

Abro la boca para responder cuando escucho: —¡Nos alegramos por ti, hermano! —un desconocido me felicita.

Vuelvo hacerme a la ventana.

—¡Gracias hermano! —grito sonriendo.

—¡Espero que sean felices! —responde.

—¡Te aseguro que lo seremos! —vuelvo a mirar a Sabana.

Esta mucho más roja que antes, si eso es posible, dedicándome miradas de odio con los brazos cruzados.

—El rojo de tu rostro combina muy bien con tu vestido —bromeo. No recibo respuesta.

Debe de estar muy molesta.

 —Cuando tiraste de mi me golpeé la cabeza con la ventana —acaricio de nuevo mi cabeza. El ceño fruncido de Sabana se va relajando.

Camina hacia mí y toca mi "herida".

—No creo que te salga un chichón —examina.

—De todos modos debería quedarme a dormir para que cuides de mi. Sabes por tu culpa es que tengo está herida, debes hacerte cargo de mi —ríe por fin. Es música para mis oídos.

—Tienes una ligera inclinación a solo pensar en sexo.

—No estaba pensando en sexo, pero ya que lo mencionas no sería mala idea, quizás me cure más rápido así —tomo su cintura y la acerco a mí —. Eres preciosa ¿Cómo no estar loco por ti?.

Ella sonríe y mi mundo cobra sentido.

—Gracias —la miro sin entender —, por hacerme sentir mejor. Estaba muy nerviosa cuando entraste pero luego de la escena que hiciste, me siento mucho más relajada. Es lindo tener a alguien que no teme hacer el ridículo por ti.

—¿Qué puedo decirte? Desde el momento en que te vi, quise hacerte feliz. Y hablando de eso —saco una cajita de mi bolsillo —, tengo algo para ti.

Ella toma la caja mientras sonríe. No la ha abierto aún y ya es feliz.

La destapa cuidadosamente, se tapa la boca con una mano cuando ve el collar dentro de ella.

—¡Es hermoso! ¡Me encanta! —coloca la caja en una mesita y saca el collar —. Lo quiero usar ahora mismo ¿Me ayudas? —me da el collar y se pone de espaldas.

Lo abrochó tocando ligeramente su cuello.

—Es justo lo que faltaba —vuelve a mirarse al espejo —. Ahora me siento completa.

—Me alegra, porque ya es hora de irnos —miro mi reloj —¿Estás lista?.

—Si, solo me falta algo.

Toma mi brazo acercándome a ella, besa mis labios apasionadamente.

El olor de su perfume junto con el sabor de sus labios me enloquecen al instante. Estoy a punto de mandar esa cena a la mierda y quedarnos justo aquí, para disfrutarla completamente.



#25179 en Novela romántica
#15616 en Otros
#2450 en Humor

En el texto hay: secretos, superacin personal, amorjoven

Editado: 28.04.2024

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.