Rumores

Capítulo 9 (Parte 2)

Benjamín-

—Cada equipo tendrá 30 minutos para hablar con los Carson —observamos en dirección a su mesa. Anne y Jonh ríen animadamente con otras personas.

Desde que llegaron he estado evitando sus miradas, no quiero que se enteren de mi relación con ellos, eso podría arruinar la apuesta y mis planes.

Planeo confesarles que los conocían cuando esté hecho el trato.

—Esperen —dice Clove —Aiden tú los conoces, comimos con ellos una vez ¿Recuerdas? —su conversación capta mi atención.

—Tienes razón, son los señores que ayude a una vez y luego los seguí encontrando por casualidad —recuerda.

Esto es mucho mejor, no tengo que esconder mi relación con ellos y no lo tomarán como ventaja. Aunque si es una ventaja.

—Así no me parece justa la competencia —anuncia Charles.

—Viéndolos bien yo también los conozco —todos me miran —. Viven en mi antigua ciudad.

Y soy algo así como un hijo para ellos. Pero esa es información que no necesitan saber.

—La competencia continúa entonces. ¿Quién será el primero? —Charles parece un árbitro.

—Nosotros —Clove levanta la mano —. Me gusta ser la primera siempre.

Al igual que robarle el novio a tu hermana. La voz de Megan resuena en mi mente.

Tengo que dejar de pasar tiempo con ella, la escucho aunque no esté.

—¿Tienen alguna objeción? —ambos negamos.

Clove y Aiden se levantan de la mesa.

—Me disculpo de antemano si no tienen siquiera oportunidad de competir —nos da una sonrisa fingida.

—Te deseo suerte. Estoy segura que la necesitarás —Sabana le da una sonrisa segura y Clove empieza a dudar.

Esa es mi chica.

Ambos se pierden entre la multitud de personas que están rodeando a los Carson.

—¿Cómo has estado, papá? —Sabana rompe el silencio.

—Muy bien, hija —toma su mano y la acaricia —. Todo está perfectamente.

—¿Cómo está, Lucinda? —pregunta por cortesía.

—También está bien. No vino esta noche porque está ocupada.

Qué excusa tan mala.

—No quiso venir porque yo estaría aquí, no tienes que tratar de disimularlo papá. Se que me odia.

—No digas eso.

—Sabes que así es, papá. Me odia por lo que representó —Marcus agacha la cabeza —. Porque representó esa parte de la vida que tuviste con mamá que no puedes desaparecer.

Charles no dice nada. 

Yo sabía que no todas las familias divorciadas eran tan buenas como la mía, que tenía suerte por la relación que llevábamos, pero nunca pensé que la envidia que sienten algunas personas en esa situación es tan grande para llegar a ese extremo.

—¿Cómo está tu madre? —pregunta sin levantar la cabeza. Sospecho que se arrepiente de haberse divorciado de Clarissa.

—Esta bien. Justo ahora debe de estar viendo una película mientras come helado, esperando que Ben y yo lleguemos.

Charles sonríe —No ha cambiado nada. Imagino que sin importar la edad que tengas se queda despierta esperando a que llegues.

—Si, aún lo hace —ambos sonríen.

¿Cómo habrán terminado así?.

—¡Esto es un desgracia total! —exclama Clove sentándose —. No pudimos ni hablarles más de 10 minutos.

—¿Ni siquiera hicieron un avance? —pregunta Charles. Aiden niega con la cabeza —¡Demonios! Cada vez estamos más lejos de conseguir ese trato.

—¿Por qué quieres conseguir ese trato, Charles? ¿Por qué es lo que todos los compradores quieren? —cuestiono.

Si moveré mis influencias por él, al menos debe darme una buena razón para hacerlo, ser el padre de Sabana no es suficiente.

—Una de las extensiones de mi compañía hace yates y barcos de lujo, con ese prototipo podríamos aumentar las ventas de ambas empresas. Podríamos ofrecerles a mi cartera de compradores los nuevos modelos y dividir las ganancias en partes iguales, además de que tengo contactos con el ejército porque ayudo a fabricar sus barcos. Sería un negocio lucrativo para ambos y no tendrían que buscar una compañía que les venda los barcos.

Tiene razón es una gran oportunidad. Me levanto de la silla y abotono mi traje.

—Es nuestro turno, amor —extiendo la mano hacia Sabana y ella la toma levantándose —. Volveremos en unos minutos.

Caminamos hacia los Carson desbordando seguridad.

—¿Estás seguro de que lo lograremos? —susurra.

—Por supuesto. Recuerdas que te conté sobre Tyler —ella asiente —, los Carson son sus padres —me mira sorprendida.

—¡Eres un genio! —exclama murmurando —. Por eso estabas tan seguro, porque puedes conseguir el trato.

—Además de que confío en mis habilidades de convencimiento y de distinguir un buen negocio.

—¿Si has cerrado negociaciones antes?.

—No, mentí cuando dije eso. Pero si he escogido cuales proyectos son convenientes, ayude a Jonh muchas veces y él confía en mí buen ojo.

—Tengo un novio increíble —besa mi mejilla.

—Claro que sí.

Llegamos a la concentración de personas y nos hacemos pasos a empujones. Los empresarios pueden oler un buen proyecto a kilómetros y no hay quién los haga cambiar de idea.

Son muy intensos.

—¡Benjamín! —Anne me abraza al verme —¿Qué haces aquí? —beso su mejilla.

—Vine a cenar y a conocer a la familia de mi novia —enfoca la mirada en Sabana y su sonrisa no desaparece.

—Es muy hermosa —sonrió —¡Ven a saludarme sin pena! —se abrazan —. Si Benjamín se atreve a hacerte algo, no dudes en decírmelo.

—No lo haré —le sonríe.

—¿En dónde está Jonh?.

—Esta por allá, debe de estar cansado de escuchar tantas proporciones. Mejor ve a rescatarlo —apunta a otra mesa —, yo me quedaré aquí a conocer a tu novia.

Miro a Sabana y está asiente.

Camino hacia Jonh quién ya tiene una sonrisa falsa, en efecto debe de estar agotado de tanto rechazar amablemente.

—Disculpen —capto la atención de toda la mesa.



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En el texto hay: secretos, superacin personal, amorjoven

Editado: 28.04.2024

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