Rumores

Capítulo 24 (Parte 2)

Benjamín-

—Me hacía falta unos días bajo el sol rodeada por el océano —Megan se quita la camiseta recostandose en la silla —. No sabía que el yate de tu padre era tan fabuloso. 

—Yo tampoco, es la primera que subo —confiesa Sabana. 

—¿En serio? —asiente —. ¿Fue tan hijo de puta para no invitarte?. 

—Por supuesto que lo hizo, pero compartir con la "familia feliz" no era como quería pasar mis fines de semana. 

—Menos mal que no aceptaste, tal vez Lucinda te habría lanzado a mar abierto. Sería la manera perfecta de deshacerse de ti. 

Miro a Clove de reojo, se remueve incómoda. 

—Yo no la creo capaz de eso. 

Intenta aligerar el ambiente. 

—Sinceramente, yo tampoco —suspira aliviada. 

Esta conversación solo hará que Megan diga odiosidades sin sentido. 

—Lo más probable es que mande a Clove hacerlo —la mira unos segundos con una sonrisa burlona. 

Un comentario justo como ese. 

Sabana cierra los ojos con fuerza. Imagino que quiere huir de la discusión que esta por aproximarse. 

Por lo que he oído sobre Clove, no es del tipo de persona que se quede de brazos cruzados, es estúpidamente valiente y no le importa pelearse con quien sea para defender su opinión, en eso se parece mucho a Megan. 

Esa parte de su personalidad no me preocupa para nada, he lidiado con personas así antes, y desde que conozco a Megan estoy constantemente lidiando con la impulsividad, lo que realmente me aterra es el miedo irracional que siente hacia su madre. 

A mi parecer, hay tres cosas que pueden mover a un ser humano hacer lo inimaginable; el amor, la venganza y el miedo. 

Y Clove es prisionera del último. 

—¡Traje algunos bocadillos! —Ian aparece en escena sosteniendo una bandeja. 

Si estuviéramos en alguno de esos programas de los 80's se escucharian aplausos por doquier. Acaba de salvarnos de una situación incómoda sin saberlo. 

La coloca en una mesita y le extiende un plato lleno de aperitivos a Clove. 

—Este es para Aiden y tu, así le haces compañia un rato. Debe sentirse solo allá —le sonríe. 

Clove acepta lo que le ofrece y le devuelve la sonrisa. 

—Gracias, con permiso —se levanta y sale corriendo hacia su amado con una sonrisa. 

Megan observa a Ian con una ceja levantada. 

Sé suficiente de mujeres como para saber que se avecina una discusión. 

—¿A qué viene tanta amabilidad con ella? —suelta directamente. 

—No seas ridícula. 

—Es una pregunta valida y quiero que la respondas correctamente así que la repetiré, ¿Por qué tanta amabilidad con ella?. 

—Por todos los cielos, Megan. Estamos un poco mayorsitos para las preguntas estúpidas. 

—No es una pregunta estúpida. ¡Sabes lo que ella me hizo y aún así la tratas con amabilidad! ¿Tan poco aprecio me tienes?. 

—¿Te estás escuchando? Solo le prepare bocadillos para ella y su novio, ¿Eso que tiene que ver con el amor que siento por ti?. 

—Es que...

—Nada lo que digas te hará tener la razón. Ella pudo ser una mierda cuando eran adolescentes, pero eso fue hace años, en este viaje ha sido servicial y amable, además de que ha ignorado todos los comentarios que has hecho sobre ella. Tu eres la que se comporta como la verdadera perra aquí. 

—¿Solo por esos pequeños detalles crees que es buena persona? Yo no creo que haya cambiado, las víboras solo cambian de piel.

—¿Y tu estas segura que no es así? Meterías las manos al fuego en que no ha cambiado, ¿lo harías?. 

—Las personas como ella no cambian. Si eres una mierda, siempre serás una mierda. 

Ian suelta una risa sarcástica. 

—¿Eso es lo que crees? Porque ella fue una mierda siempre va a serlo —repite —. Entonces, yo fui un drogadicto, ¿eso me hace peor que una mierda?.

Megan parpadea repetidas veces sorprendida. 

—Ian, yo... 

—Entiendo perfectamente como debes sentirte por su presencia, lo mucho que te incómoda que ellos estén aquí, y no pienso minimizar tu dolor y mucho menos compararte con Sabana. Solo te pido que le des una oportunidad, aunque te cueste admitir debes haber notado un cambio en ella, que quieras ignorarlo es tu decisión, pero te pido por favor que no vuelvas a repetir eso. 

Se levanta y sin decir más vuelve a la cabina. 

Megan cierra los ojos con fuerza y lágrimas brotan de ellos. 

—La he cagado, ¿no es así? —limpia sus mejillas —. Me he comportado como la niña inmadura que se sentía inferior cerca de Clove, creía que podía verla e intentar todo de nuevo pero me equivoqué. Tengo que sacar de mi ese rencor e ira que siento hacia ella, pero no es tan fácil —rompe en llanto. 

Sabana se acerca a ella rápidamente y la abraza. 

—No tienes que presionarte, lo harás cuando sientas que es lo correcto. Yo aún no he podido soltarlo del todo, pero he abierto mi corazón a perdonarla y sé que a mí tiempo lo haré. Solo tienes que darle una oportunidad, y si de todos modos sientes que no puedes hacerlo, al menos sabrás que lo intentaste. 

Megan se aferra más a Sabana. 

Unos pasos rápidos captan mi atención, la espalda de Clove se ve alejarse por la escalera. 

¿Cómo habrá sido ella en esos años para lastimar tanto a una persona? Ella se dedicó a romper un poco a todos a su alrededor, de la misma manera que su madre lo hacía con ella.

Comprendo lo que Sabana tuvo que sufrir, la inseguridad que generó en Megan y como fue cómplice en la destrucción de una familia, estar manipulada por Lucinda no la deja libre de culpa pero si la hace merecedora de otra oportunidad. 

Ian y yo lo sabemos mejor que nadie, ni siquiera nosotros nos dimos un chance para tener una mejor vida. ¿Quién querría darle una oportunidad a dos chicos sumidos en las drogas y la violencia? ¿Alguien siquiera esperaba algo bueno de nosotros? ¿Nuestras familias no eran razón suficiente?.



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En el texto hay: secretos, superacin personal, amorjoven

Editado: 28.04.2024

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