Rumores

Capítulo 28 (Parte 1)

Benjamín

—Cuando llamaste temprano y me dijiste que pasáramos todo el día juntos, tenía otra idea en mente —me acomodo en la silla y sostengo fuertemente los bolsos en mis piernas.

—Creo que ya te había dicho que vendrías con nosotras a comprar los vestidos —Sabana asoma la cabeza a través de la cortina.

—No lo sé, no lo recuerdo. Estuve absorto en todo lo que podíamos hacer si estábamos solos, pero esto no paso por mi mente en ningún momento.

—Ben, ¿Alguna vez piensas en algo que no tenga que ver con Sabana desnuda? —Megan también asoma su cabeza.

Finjo pensarlo un segundo.

—Si, pero la mayoría de las veces no lo puedo evitar. Es algo más allá de mi control.

—Morboso —suelta sin salir del probador.

—Saben, tengo una pequeña duda. ¿Por qué soy el único que está aquí acompañándolas? ¿Aiden e Ian vienen en camino o qué?.

—Ambos están ocupados —dice Clove.

—¿En serio? —apoyo mi mandíbula en mi mano —. Que coincidencia, una muy oportuna coincidencia.

Observó las cortinas moverse. Va ser un día muy largo.

—¿Sería muy descarado de mi parte decir que justo se me presento algo que atender?.

—¡Si! —dicen las tres al unísono.

Suelto una risa.

—Okay okay, me quedaré quieto. Aunque me parece que han estado una eternidad dentro de los probadores.

—¡Ay si eres exagerado! —se burla Megan.

—Tu no eres el que está sentado en la misma posición desde hace 40 minutos.

—¡Hombre, tienes un buen trasero! Puedes esperar sentado mucho más tiempo —se burla Megan y Sabana suelta una carcajada.

Las chicas que trabajan en la tienda me echan miradas y disimulan sus risas.

Volteo los ojos. Le encanta hacerme pasar vergüenza.

—Tranquilo, Ben. Ya estamos por salir —consuela Clove.

—Yo hare la primera aparición. Benjamín Parker espera quedar sorprendido —bromea Megan haciéndome reír.

—Sabes muy bien que solo quedaré impresionado por Sabana.

—Lo se, lo sé. Cómo si tuvieras ojos para alguien más —se burla —. En fin, voy a salir.

Recorre la cortina de golpe mostrando un flamante vestido rojo estilo Jessica Rabbit.

—No es necesario que digas una palabra, sé que me veo genial.

Da una pequeña caminata hacia el espejo cercano.

Clove sale del probador con un vestido blanco con brillos estilo princesa.

Acompaña a Megan a contemplacerse en el espejo.

Sabana corre la cortina mostrándome un vestido azul marino con un pronunciado escote ceñido al cuerpo que me deja sin palabras.

No puedo creer que la mujer que está parada ahí me haya escogido a mí. Soy un bastardo con suerte.

—¿Qué tal me veo? —pasa su mano por el contorno de su cuerpo y estremezco.

—Preciosa y jodidamente sexy es poco —sonrie dejándome aún más encantado.

Si, es extremadamente poco.

—¿Crees que deberías comprarlo?.

—Si no lo compras tú, te lo compro yo —la detallo de pies a cabeza —. ¿No podrías usar ese vestido, no se, todos los días?.

Suelta una carcajada.

—Lo digo muy en serio —me mantengo firme.

—Se que lo dices en serio, de ti no me sorprendería.

—Es que me encanta admirar la verdadera belleza —estiro la mano hacia ella.

Se acerca con una deslumbrante sonrisa y toma mi mano.

—Te amo muchísimo —se inclina hasta mis labios y me planta un buen beso.

Podría quedarme besándola toda la vida.

Megan carraspea la garganta.

—Lamento interrumpir —nos sonríe y volteo los ojos —. Voy a comprar este vestido, estoy complacida y sé que a Ian le va a encantar. Me voy a cambiar para ir a pagar. 

Entra al vestidor.

—Yo igual —dice Clove sonriendo.

—Entonces me voy a cambiar —acaricia mi rostro y sonrió embobado.

Se aleja lentamente meneando las caderas, dándome ganas de devorarla completamente.

—Espera, tengo que tomar fotos mentales. No creo poder aguantar hasta la graduación.

Se da una vuelta de manera sensual y suspiro.

Esta mujer no hace más que enloquecerme.

—Eso es todo lo que puedo hacer por ti —se inclina ligeramente —. Iré a cambiarme.

Entra al probador déjame atontado.

Agarro los bolsos y camino hacia el probador de Sabana.

Me meto en el probador asustandola. Tiene la espalda descubierta y sujeta el vestido sobre sus pechos.

—¿Qué haces aquí? —murmura sumamente sonrojada.

Esto no podría ser más tentador.

—Tenía algo que decirte —me acerco lentamente hasta que su espalda pega de la pared —. El día de la graduación no vas a poder escapar de mí —me acerco a su cuello y depósito besos en él.

Sabana suelta un gemido y cierro los ojos reuniendo todo el autocontrol que tengo.

—Te deseo demasiado, Sabana. Pero aún puedo esperar, quiero que sea especial —me alejo un poco quedando a centímetros de sus labios —. Por ahora me voy a conformar con besarte —uno sus labios con los míos.

Nos separamos por la falta de aire y junto nuestras frentes.

—Ben, yo también te deseo —me separó sorprendido —. Te deseo mucho —confiesa aún más sonrojada y no puedo estar más feliz—. A pesar de que cargas esos bolsos, aún así te deseo —se ríe y la imitó.

Me acomodo los bolsos sin borrar la sonrisa.

—Es que me hace ver aún más masculino —bromeo.

Suelta una carcajada.

—Si, muy masculino —me mira sonriendo y vuelvo a besarla—. No es que me moleste, pero deberías salir, tengo que cambiarme.

—Lo sé, pero es que no me puedo resistir.

—Recuerda que vas a esperar hasta la graduación.

—Justo ahora me estoy arrepintiendo de lo que dije.

—No te puedes retractar. Voy a prepararme para que sea un día especial.

Se muerde el labio mirándome a los ojos.

Esto va hacer realmente difícil.

Salgo del probador sin dejar de mirarla.



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En el texto hay: secretos, superacin personal, amorjoven

Editado: 28.04.2024

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