No nos engañan, el mundo ha cambiado. Atrás han quedado las historias de amor dónde el príncipe salva a la princesa, dónde el chico bueno y dulce arropa a su amada, y la protege de cualquier mal. Atrás han quedado las rosas, los poemas y las declaraciones de amor bajo la luz de la luna.
Ahora, la princesa salva al príncipe tanto como él la salva a ella, el chico, ya no tan bueno ni dulce, prefiere arroparse en alcohol, y protegerse a él mismo de sus propios demonios. Las rosas se han cambiado por espinas, los poemas se han quedado en simples letras sin sentido, y las declaraciones de amor bajo la luz de la luna se han extinguido.
Pero tiene sentido, el mundo cambia, y las personas también.
¿Hay algo más intenso que el amor?
La adrenalina.
Bienvenidos al mundo real.
Esta novela no pretende de ninguna manera ensalzar, romantizar o glorificar crímenes como el hurto o el asesinato.
Editado: 30.12.2018