NARRA VIOLET
— ¡AAAAAAH! — Grité con ganas mientras tiraba con todas mis fuerzas los folios contra la pared, cansada de toda la maldita situación. Pocos segundos después la puerta de mi habitación se abrió.
— ¿Violet estás bien? — Preguntó North mientras se asomaba discretamente por el marco de la puerta.
— ¡No, no estoy bien! — Grité desahogándome. — ¡No conozco a la mitad de la gente de esa lista como diablos quiere que les pregunte! — La pequeña tarea de la profesora de ética se había convertido en mi peor pesadilla. Una cosa era hacer una simple encuesta a un par de alumnos y otra muy distinta descubrir a quien de las decenas de alumnos pertenecía los nombres. Me había pasado por secretaría unas diez veces, para que pudieran enseñarme fotos de los sujetos y aún me quedaba más de la mitad de la lista.
— Sigo sin saber por qué aceptaste esa mierda. — Me dijo por millonésima vez.
— Porque soy gilipollas. — North se recogió la lista y la sostuvo entre sus manos por unos segundos, leyendo los nombres de la misma.
— Zach está en la lista. — Dijo curiosa.
— Sí, ni sabía que estaba en ética.
— No lo está, aún. Ha pedido incorporarse. — Comentó. — Conoces a Zach, ¿Por qué no le has hecho la encuesta?
— Bueno, no he coincidido con él. — Expliqué.
— Eso se soluciona rápido. — Dijo mientras sacaba su teléfono. — ¿Me dejas tu teléfono? — Preguntó.
— ¿Para qué quieres mi .. ? — De un rápido movimiento cogió mi teléfono de sobre la cama. Al instante se puso a escribir algo en él. — ¿North que diablos haces?
— Llamar a Zach, vas a quedar con él. — Dijo tranquilamente. Mi corazón se aceleró al instante.
— ¡Ni se te ocurra! — Exclamé mientras me levanté de la cama de un salto. North salió corriendo de mi habitación entre risas. Con los dos teléfonos en la mano. — ¡North!
— ¡Está haciendo llamada! — Gritó mientras saltaba sobre el sofá para zafarse de mi.
— ¡North dame mi teléfono! — De un momento a otro paró en seco, y puso el teléfono en mi oreja mientras me indicaba silencio. Justo entonces, escuché la voz de Zach desde el otro lado.
— ¿Sí? — Preguntó. Me quedé paralizada al instante, sin saber como contestar. North me señaló al teléfono mientras prácticamente me gritaba en susurros que contestase.
— ¡Hey, Zach! — Exclamé con un tono demasiado alegre.
— ¿Violet? — Reconoció mi voz. — ¿Cómo tienes mi número?
— Me lo ha dado North.— Admití con vergüenza. Parecía una puta acosadora. North se rió mientras me levantaba los pulgares, a lo que le contesté con mi dedo medio. — Oye .. necesito un favor.
— ¿Qué necesitas?
— Estoy haciendo una encuesta .. para la clase de ética, te has apuntado así que tu nombre está en la lista. — Expliqué la situación.
— Entiendo, ¿Tiene que ser hoy? — Preguntó. North asintió efusivamente, la ignoré.
— No, da igual, si no puedes ... — North me fulminó con la mirada, la ignoré de nuevo.
— En realidad sí que puedo, estaba saliendo de la biblioteca justo ahora pero .. si quieres te espero allí.
— Genial. — Murmuré. — Nos vemos allí entonces. — North saltó de vuelta al sofá con las manos al aire en señal de victoria. — Te odio. — Me dirigí a North una vez colgué.
— ¿Cuál es tu problema? Vas a continuar con tu ridícula lista y además vas a ver a Zach, dos por uno.
— ¡Estás obsesionada con que acabe con Zach! — Le reproché.
— ¡Porque hacéis buena pareja! — Levantó las manos al aire mientras gritaba. La ignoré y cogí una fina chaqueta para salir al encuentro.
— Vamos, vístete. — Dije rindiéndome.
— ¿Cómo? — Preguntó levantando una ceja.
— Que te vistas, vamos a hacerle esa ridícula encuesta.
Editado: 30.12.2018