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Capítulo 27 —La joyería

NARRA SETH

 

Las horas pasaron sin remedio, acercándonos más a la hora del golpe. La noche ya hacía un rato que había caído sobre nosotros, y nos encontrábamos en el salón de mi casa, preparando los últimos detalles del golpe, o al menos eso se suponía.

Spark hablaba y hablaba tratando de aclarar la situación, pero mi mente no se encontraba en aquel lugar.

—Seth —la voz de Spark me bajó del cielo. —¿Me estás escuchando? —lo miré por unos segundos, y después a Chad, quien tenía esa cara de preocupado que llevaba todo el día.

—Sí, te escucho —aseguré.

Spark siguió explicando, y de nuevo, desconecté.

Mi mente voló hacia Violet, quien no había bajado de la habitación en todo el maldito día. Había comido ahí, cenado ahí y se negaba a bajar, la única que subía a verla era Mia, quien se encontraba en aquel momento con ella.

Sí, lo que sucedió el día anterior fue una mierda, pero su actitud me parecía totalmente infantil.

Suspiré y seguí fingiendo prestar atención a Spark.

Después de unos minutos, un portazo en la planta de arriba llamó mi atención, junto con voces acercándose a la escalera. Todos dirigimos la mirada hacia arriba al instante.

Y ahí estaba, con un top negro y un pantalón del mismo color, haciendo contraste con su pelo rubio y labios rosados. El salón se convirtió en una tumba mientras Violet y Mia bajaban por las escaleras y se dirigían hacia nosotros.

—Me alegra que estéis aquí —rompió el hielo Spark. —Justo iba a aclarar los detalles del golpe.

—Adelante —sonrió Mia, y se sentaron junto a Chad en el sofá en frente de mi. Mis ojos se cruzaron con los de Violet por unos cortos segundos, pero rápidamente apartó la mirada.

Spark miró su reloj y se apresuró a hablar.

—No nos queda mucho tiempo, así que hagámoslo rápido. —Expandió los planos del edificio en la mesa. —Gracias a Violet tenemos información muy detallada, así que será algo rápido. La joyería está situada en una calle altamente transitada, por eso vamos a esperar casi a la hora de cerrar. Mia y Chad entraréis por la puerta de atrás mientras que Seth y Violet os esperaréis en la principal. —Miré a Violet por unos segundos, se encontraba totalmente inmersa en el plano. —Chad y Mia conectaréis esto —enseñó un pendrive —Al sistema principal, lo que me dará el control total de la tienda, desactivaré la alarma silenciosa la cual pulsarán nada mas veros entrar y cerraré las persianas para que tengáis privacidad. Entonces, la parte difícil —Spark se fijó en nosotros. —Tendréis que extorsionar a las dependientas para que desactiven el campo magnético de las vitrinas manualmente.

—Ahí quería llegar —dijo Mia. —No creo que Violet esté preparada, yo puedo encargarme de..

—Puedo hacerlo —interrumpió Violet segura de si misma.

—¿Estás segura? —preguntó Mia preocupada. Violet asintió.

No entendía toda esa manía de sobreprotegerla de repente, pero no le di demasiada atención.

—Bien, a partir de ahí solo tenéis que coger todo lo que podáis y salir por la puerta de atrás junto con Chad y Mia, os esperaré allí con la furgoneta. ¿Todo claro? —Todos asentimos. —Bien, pues dejemos de perder el tiempo, ya es tarde.

Sin mas dilación, todos nos levantamos del salón y nos dirigimos hacia la puerta principal, directos al ascensor y hasta el garaje. Allí ya nos esperaba nuestra furgoneta negra. Chad, como siempre, se puso a conducir, mientras que Spark se sentó en su centro de control. Mia, Violet y yo nos pusimos en la parte de atrás.

—¡Que nervios! —exclamó Mia escogiendo su pasamontañas negro. El camino fue totalmente en silencio, cada uno inmerso en sus pesamientos. Traté de hacer contacto visual con Violet un par de veces, pero no apartaba su mirada del suelo. Después de unos minutos, llegamos a nuestro destino.

—Bien —comenzó Spark. —Chad y Mia, es vuestro turno. —Spark reemplazó a Chad en el asiento de conductor y el moreno vino a la parte de atrás con nosotros, se puso su pasamontañas y dejó un beso en los labios de Mia.

—Que comience el baile señoritas. —Cargó su escopeta y bajó de la furgoneta con una sonrisa.

Cerré la puerta de inmediato y Spark arrancó, dirigiéndonos a la puerta principal.

—Ahora solo queda esperar a que Mia y Chad lo consigan —murmuró volviendo a su zona de ordenadores.

Y el silencio se hizo entre Violet y yo en la parte de atrás de aquella furgoneta.

La observé por unos segundos mirar el escaparate de la tienda por los cristales tintados del vehículo, sus ojos brillaban aún en la oscuridad, al igual que sus labios.

—¿Estás nerviosa? —me atreví a hablar por primera vez, tratando de romper el hielo.



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En el texto hay: drama, accion, amor

Editado: 30.12.2018

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