~Incomodidad y pastel~
Paso mi mano por mi cara con flojera para luego voltear hacia la izquierda y coger mi celular de la mesita de noche.
«7:00pm Despierta»
-¡Agh! Tengo sueño- dio con frustración mientras me levanto de la cama- ¿Qué tengo que hacer hoy?- me pregunto a mí mismo mientras rasco la parte trasera de mi cuello, me encojo de hombros al no recordar mis quehaceres y solo me limito a arreglarme como lo haría normalmente en un día de semana.
Solo que la diferencia es que hoy es domingo.
«Mañana comienzas tu trabajo… Primer día como barman»
Suelto un resoplido y sigo con lo que hacía, lo cual era buscar que me podre después de darme una ducha.
Luego de haberme cepillado los dientes, duchado, y vestido, salgo de mi habitación con una toalla en la cabeza, ya que estaba secando mi cabello, suspiro para luego bajar las escaleras y dejar la toalla tirada en una de las mesitas largas que están pegadas a las paredes de, bueno casi todos lados de la casa, en todos los pasillos, los cuales son dos, hay de estas pequeñas mesas blancas.
Mi madrastra, quien las compro, me las regalo, y las puso en todos lados, y personalmente, no son feas, son lindas, solo que… me las regalo ella, en el fondo esos pedazos de madera blanca me repugnan.
Entro a la cocina y comienzo a buscar por todas partes que comer, pero, como siempre, cada cosa que encuentro tiene una etiqueta que dice “Lukay” suelto un gruñido y cojo una de las tantas bolsas de papas que tienen el nombre de Luk.
Que se joda Lukay y sus tonterías, tengo hambre «Y flojera de cocinar también» abro la bolsa de papas mientras salgo de la cocina directo a la sala de estar, pero, me detengo de golpe al ver a Lukay entrar a la casa.
Me va a matar si me ve comiéndome esto, escondo lentamente la bolsa de papas detrás de mí mientras me trago lo que estaba masticando.
-Hola Luk- es lo único que logra salir de mi boca haciendo que Lukay frunza el ceño al verme de esta manera tan extraña.
Uno:
Nunca, jamás, lo saludo al verlo llegar.
Dos:
Estoy parado de una manera muy derecha con las manos detrás de la espalda.
Y tres:
Es raro que use ese tono de voz al saludar, normalmente digo un “Hola estúpido” o un “Hol…” y lo demás lo digo más para mí que para la persona a la que este saludando, en este caso: Lukay.
-¿Hola?- dice extrañado y yo solo sonrío automáticamente.
Odio ser tan malo para mentir.
«Por no saber mentir te dejo tu ex»
Mi sonrisa se desvanece al instante y Lukay solo deja su mochila en una de las tantas mesas blancas que hay por todos lados y se acerca a mí con el ceño fruncido.
-¿Por qué tan raro?- pregunta mientras se cruza de brazos frente a mí.
«Ok, solo responde con rapidez y tranquilidad, solo no digas que comías, o que estabas comiendo, por una sola vez en tu vida hazle caso a tu cerebro…»
-Eh… solo comía algo…
«¡Agh! Idiota»
-¿Y qué comías?- me pregunta y yo solo niego con la cabeza.
-Nada de lo que te tengas que preocupa… ¡Oye!- grito a ver como Lukay me voltea y me quita la bolsa de papas de las manos.
-¿En serio?- pregunta con cara de aburrimiento y yo solo miro la bolsa de papas y luego a Lukay- sabes que me da igual que te comas lo que encontrés con mi nombre ¿Cierto?
-Eh… todo no, no me comería tu toalla- pongo cara de asco y Lukay solo mueve su cabeza de un lado al otro con decepción.
-Mente pollo.
«¿Qué?» Frunzo el ceño al escuchar esa extraña palabra, y Lukay solo me mira sin expresión alguna- ¿Mente… qué?- Lukay suelta una risita de hiena y yo solo puedo fruncir más el ceño.
-Sabía que dirías eso… Mente pollo, es una palabra que me enseño un amigo que tengo, vive en Venezuela, y así se le podes decir a las personas inmaduras, o infantiles- Suelto un largo “Ahh” al entender por qué la palabra y este solo rueda sus ojos, termino de entrar a la sala de estar y me siento de una manera un tanto floja en el sofá de dos plazas.
-Eh… ¿ya sabés que te podrás para el cumple de Tam?- abro mis ojos como platos al recordar que era lo que tenía que hacer hoy.
“Buscar algo para vestirme para la fiesta de Tamara” eso era, lo escribí hace unas tantas noches antes de acostarme a dormir, pero no recuerdo donde lo escribí… ¡lo escribí en una de las tantas libretas que tire a la basura hace!... hace… ¿Hace cuánto tire esas libretas?
-Eh… ¿Si?
-¿Si? Mark, no sabés que te pondrás- afirma y yo asiento sin ánimos algunos de ir al cumpleaños de la novia de Lukay.
«No es solo su novia, también es la prima de Tom»
Ruedo mis ojos para luego levantarme del sofá y salir de la sala de estar.
-Por favor Mark, ponte algo decente- me detengo a medo camino al escuchar lo que acaba de decir Lukay.
-¿Y cuándo me he vestido mal?- pregunto regresando a la sala de estar y ver a Lukay encender la tele con el control remoto.
-Lo digo solo porque vos siempre te vestís con sudadera y chaquetas, vas a una fiesta de una chica que está cumpliendo 17.
Wow, se me olvidaba la diferencia de edades entre Lukay y Tamara.
-Solo te hare una pregunta ¿creés que está bien ser el novio de una piba de 17?- pregunto y Lukay voltea a verme con el ceño fruncido, ruedo mis ojos- tenes veinte años, ella diecisiete, es menor de edad…
-Lo sé, lo sé, pero…- intenta decirme pero lo interrumpo al recordar lo que me dijo hace unos días.
-Son tres años de diferencia, ¿o me equivoco?- Lukay suspira y regresa su mirada a la tele haciendo que yo niegue con la cabeza- solo tenes que esperar un año Luk, hay muchas chicas de tu edad, o de un año de diferencia…- me callo al instante al recordar el grave problema que tiene Lukay con una chica que es menor que el por un año.