-- Y hermanito, ¿dónde le plantaremos la preciosa bala? -- apoye un brazo en el hombro de mi hermano, aunque, él es una cabeza más alta que yo, pero, los tacones que ahora portaba me ayudan.--
-- No sé ¿cuál es tú lugar favorito? -- ladeó una sonrisa --
-- En medio de sus cejas y ¿el tuyo? -- el hombre que estaba enfrente de nosotros nos miraba con ojos, Nivel: 20 llamadas perdidas de tu mamá. --
-- El abdomen-- él sonrió con falsa inocencia --
-- Pero no va a morir rápido -- hice un puchero como una niña caprichosa--
-- Me gusta verlos sufrir -- Alza los hombros restándole importancia a la situación--
-- Me haces el favor -- mi hermano dispara en su abdomen y el hombre grita del dolor -- dale otra vez, me gusto ese sonido -- mi hermano sonríe y vuelve a disparar en su abdomen -- Bueno, Bueno, mi turno -- quito mi brazo del hombro de mi hermano
-- Maldita bruja -- escupe sangre por la boca --
-- ¡Oh! Gracias me lo han dicho muy seguido -- respondo sarcástica y finjo estar conmovida --
-- Vete al infierno -- escupió sus palabras cargadas de odio -- No eres más que una zorra con delirios de princesa Mafiosa -- chupo mi labio inferior para luego morderlo y soltarlo poco a poco --
-- ¿Sabes? Te iba a dejar tener una agonía tranquila -- una sonrisa maléfica se plasma en mi rostro, que hace temblar al hombre--
-- Maldita perra -- oigan, estoy siendo piadosa y el sale con esto, luego no quiero que anden diciendo que soy la mala --
-- Respuesta incorrecta -- miro a mi hermano y luego al hombre, coloco mi arma en medio de las cejas del hombre --
-- ¿Tus últimas palabras? -- conecto mi mirada con la de él, mientras sonrío falsamente --
-- Eres una hija de... --disparo, le quedó un lindo y perfecto agujero en medio de sus cejas.--
-- Ups... Se me fue sin querer -- miro a mi hermano y estaba negando con la cabeza -- ¿Qué? -- pregunto al ver su sonrisa jocosa --
-- Nada -- alza las manos en forma de inocencia --
-- Ya saben qué hacer con el cuerpo -- les hablo a los grandullones que estaban presentes.
-- ¿Ya tienes todo listo? -- pregunta el idiota que dice ser mi hermano.--
-- Si, y ¿tu? -- comenzamos a subir las escaleras del sótano como si nada haya pasado --
-- Me falta las cosas que están en mis dos burós de noche ¿Me ayudas? -- pregunte con la esperanza de que acepté --
-- No puedo ¿sabes dónde está papá? -- niego con la cabeza --
Al llegar al primer piso vemos a mi madre colocando algunas cosas en cajas. Me parezco mucho a ella, a decir verdad, tanto en el físico como en el carácter.
-- Espero que no hayan manchado el suelo -- miro a mi hermano y él a mi --
Sin responder a su frase subo silenciosamente y con cuidado las escaleras.
Al llegar a mi habitación me pongo a empacar lo que falta.
Les contaré un poco sobre mi vida.
Mi nombre es Brooklyn Bogdánov tengo 18 años.
Tengo un mellizo: Mark Bogdánov es un poco/mucho celoso y un idiota, y muchas cosas más que descubrirán, tiene la misma edad que yo -obviamente- aunque me gane por dos míseros minutos.
Somos hijos de Frederick Bogdánov y Alejandra Bogdánov, mis padres son los jefes de la mafia Rusa. Así es, La mafia más grande y poderosa del mundo -cabe decir que no dejamos de tener enemigos solo por eso-.
Nos estamos mudando a Nueva York por "seguridad", últimamente hemos tenido varios atentados...
¿Se me olvida algo?
¡Ah sí!; me gustan las carreras ilegales, también participó en ellas, me gusta salir y quedarme en casa, no hay punto exacto de satisfacción.
Casi no salgo sola, la mayor parte del tiempo estoy con mi hermano.
Fumó cuando me estreso, mi padre, mi madre y mi hermano lo saben, no me dicen nada porque no es muy frecuente.
Y ya, creo que eso es todo...
Tocan la puerta de mi habitación y yo respondo con un "pase".
-- Hola princesa -- ese es mi padre; soy la niña de sus ojos y no, no me comporto como esas niñas falsas y plásticas, que van por la vida irritando a media población con su voz de ardillas --
-- Hola Frederick -- le regale una sonrisa --
-- ¿Lista? -- pregunta caminado hasta quedar a mi lado, coloca su mano en mi espalda y la acaricia con ternura --
-- Un momento -- coloque la foto de nosotros cinco en la caja para proceder a cerrarla -- Todo listo -- Lo regrese a mirar, me observa pensativo como si se acordara de algo que nunca me a dicho --
-- Eres mi mayor orgullo, Brooklyn -- Acuna mi rostro con sus manos y besó mi frente --
-- Imagine que estaría contigo -- habló mi hermano desde el marco de la puerta. Le saco la lengua -- Madurar es tu don ¿verdad? -- ruedo los ojos --
-- ¿Mamá ya se dio cuenta? -- me cruzo de brazos y papá pasa su brazo por encima de mis hombros --
-- No -- niega con la cabeza tranquilo --
-- ¡Mocosos de mierda! ¡Cómo se atreven a manchar el suelo de mi casa! -- nuestros ojos se abren como platos al escuchar gritar a mi madre desde la planta de abajo --
-- Al parecer ya se dio cuenta -- soltamos una risilla por el comentario de Frederick--
-- ¡Bajen ahora mismo! -- vuelve a gritar mi madre. El idiota y yo miramos a mi padre suplicando que salve nuestro trasero--
Si muero escriban en mi lápida: "No murió de amor, murió a manos de la mujer que le dio la vida" y si es mucho pedir lancen mi celular y laptop a mi tumba, por favor, gracias.
-- A mí no me miren -- alzó las manos en forma de inocencia.--
Resoplo por su falta de preocupación, ¡Podemos no salir vivos de esta situación!
-- ¡¿Que están esperando?! -- Grita otra vez --
Me pregunto si no le duele la garganta.
Mi hermano y yo comenzamos a bajar despacio, como si por cada escalón que pisaramos rezabamos 4 padres nuestros y 2 Ave Marías, una vez estamos al pie de la escalera miramos a mi madre con un poco de miedo.