•Poca paciencia
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-- ¿Listó? Par de neandertales --les hablo apoyada en mi auto --
-- Te vez bien, Bichito -- ruedo los ojos ante el irritante mote --
Además, que falta de respeto decir "Te vez bien", yo siempre me veo.
Hoy llevo algo bastante básico: una blusa manga larga y cuello de tortuga, que deja ver mi abdomen de color gris, una chaqueta de cuero negra, unos pantalones negros y unos botines de tacón color grises con negro. Mi cabello en una trenza francesa desordenada.
Si, todo lo que visto son colores neutros soy de muy poco usar colores llamativos.
-- ¿Participaras hoy? -- pregunto mi mellizo tratando de suavizar el ambiente --
-- Eso no se pregunta -- contesto arrogante alzando los hombros --
-- ¿Lista para perder? -- Por lo menos tiene decencia de preguntar si lo voy a dejar ganar --
-- Eso deberá preguntarte ella a ti. Mi hermana no a perdido una carrera hasta hora -- habla orgulloso de mi, Mark --
-- Por favor, no es para tanto -- trato de sonar modesta pero mi arrogancia no me lo quiere permitir-- Por cierto, llamé a las chicas, mientras los esperaba. Nos encontraremos allá -- informo abriendo la puerta de mi auto--
-- ¿Pueden ir los chicos? -- pregunta James. Alzo los hombros restandole importancia a su pregunta
-- Es un espació público, ilegal pero es público -- me subí al auto y aceleré.
~Mark Bogdanov
-- Tu hermana, tiene personalidad - suelto una risita por el comentario de Ian --
-- Aveces puede ser inofensiva y tímida, todo un Ángel, pero, también puede convertirse en un completo de demonio -- alza una ceja--
- Y tu eres conocido como el Diablo por algo ¿No? -me reí levemente y palmee su espalda--
-- Se lo debo a Brooklyn -- confieso--
Es verdad, mi hermana antes de sus dieciséis años era un pan de Dios, era yo quiero molia a golpes a todo aquel que se atrevía hacerle burla o daño físicamente, luego de la tragedia familiar todo en ella cambio se volvió arisca, cruel y formó una caparazón a su alrededor para proteger de todo aquello que sintirar que le hace daño o que le puede llegar a lastimar.
-- Si, pero que me dices tu, el príncipe de la Mafia ¿Encerio? -- mencionó cambiando de tema--
-- Me lo pusieron las chicas -- comenzó a sonar mi celular. Era Broo. Conteste y lo puse en alta voz --
-- Los estoy esperando, idiotas -estaba un poco molesta, pero no regresa por orgullosa--
-- ¿Que pasa, nanita? ¿Te perdiste? --burlo y la escucho bufar como un toro --
-- No, solo los llamo por que en contre un unicornio, cagando dulces -- habla sarcástica-- claro que me perdí -- admite para luego soltar una maldición en Ruso --
-- Vamos para allá, mándame tu ubicación- Me acerco a mi auto --
-- Bien pero da te prisa -- gruñe colgando la llamada --
-- Esta bien -- rio junto a Ian -- Vamos, no la quieres ver enojada -- subo al auto y acelero saliendo de la villa --
Tiempo después ya tenía a Ian siguiéndome el paso metros más atrás.
~Brooklyn Bogdanov
Después de a verme perdido, recorrimos todo el distrito de Queens para poder llegar a los suburbios de Brooklyn. El "evento" es en la zona bajas o zonas "peligrosas" para las personas normales. La algarabía se escucha en cuanto parqueo el auto en el estacionamiento de la cancha de básquetbol la cual es la partícipe para estas carreras.
La cancha deportiva es muy amplia y ya que también han invadido parte la calle las personas se pasean libremente, hay un bar impobrisado y prostitutas pasean por todo el sitio.
Mis fosas nasales se inundaron por del olor a tabacos, porros y alcohol, a lo lejos se escuchaba un poco de música.
¡Esto es vida!...
Un chico me observa y silba provocado que los demás pongan su mirada en mi, escucho obscenidades de algunos chicos e insultos sobre mi cuerpo de parte de las chicas; no los tomo en cuenta ya que en mi vida son un cero a la izquierda.
Mark y James se ponen detrás de mi al instante lo silbidos y obscenidades se detienen.
Busco con la mirada al grupo de mis amigas, si que les puedo llamar así, ya que llevo menos de 24 horas de conocer a Katie y Peyton. Las encuentro conversando junto a Cameron, Dean y Noah.
Interesante.
Me acerco a ellas con una sonrisa y las saludo ignorando a los tres varones.
-- Que lindas se ven esta noche -- las elogio --
Han dado una vuelta de 360° grados, sus cabelleras están sueltas, los lentes de Katie desaparecieron y sus ropas de abuelita fueron reemplazadas por vestidos pegados al cuerpo y zapatos deportivos a juego.
Diría que su hermosura es opacada por como visten para ir a la U pero no es así, una persona que admira la belleza se da cuenta que ellas son un arte.
-- Hola Brooklyn-- saluda Miller a mi espalda--
-- Hola, no los había notado -- me doy la vuelta ofreciéndoles una sonrisa arrogante--
-- ¿Participas en las carreras? -- pregunta Duch con curiosidad --
-- Si y les recomiendo que apuesten por ella-- mi hermano me rodea los hombros --
-- Bichito, sígueme -- me dice de manera fría--
Camino unos pasos detrás de el y no reclamo por el mote, trataré de mantenerme serena solo por esta noche...
Llegamos a un señor que está sentado en una mesa de plástico, me inscribió dándole mi primer nombre y mi segundo apellido; Como a James lo conoce a primera vista lo inscribe sin decir nada.
Una docena de minutos después nos llaman a la "pista" y nos colocamos en la línea de partida, que es el paso del peatón. El mismo señor que nos inscribió da instrucciones sobre cómo será el recorrido, dice que el recorrido va hacer por todo los suburbios de Brooklyn y que hay diferentes puntos con hombres ubicados estratégicamente, así que no podemos hacer trampa, además, si la policía nos atrapa ellos no se hacen responsables de nada.