Fría familia.
No puedo evitar verla maravillado, está tan hermosa como la recuerdo, diría incluso que mejor. Estos dos años le han sentado bien, su rostro muestra madurez y su mirada ya no tiene esa vibra de adolescente de diecisiete casi dieciocho años, sólo muestra a la mujer de veinte años que es.
Trago grueso y siento que el aire me falta, un nudo de emociones se forma en mi pecho, desde enojo por su huida hasta una necesidad descontrolada por ir corriendo a abrazarla con fuerza y nunca soltarla.
Pero todo rastro de esos sentimientos son esfumados cuando mi cuerpo es jalado con fuerza hacia atrás, parpadeo y doy un giro para enfrentar a la persona, pero no es nadie más que Max que me arrastra con brusquedad hasta ocultarnos detrás de una casa. Me safo de su agarre y lo miro extrañado, pero él me ignora y acomoda su ropa mientras trata de controlar su respiración. Y como si recibiera un bofetón de realidad, parpadeo y lo miro con desesperación.
—Es ella… ¡Por Dios, Max, Deimon está ahí!— elevo la voz pero soy callado por su mano.
—Shh, no hables— me regaña, frunzo el ceño— Ya sé que está ahí pero quiero que te calles, si se entera que estamos aquí se distraerá y el monstruo la lastimará—
Abro los ojos, quito su mano de mi boca y como si mi sentido auditivo despertara escucho el desastre que hay, me alejo de Max y asomo la cabeza, desde donde estamos podemos ver la pelea con claridad.
En especial cuando ella utiliza la telequinesis para levantar al monstruo y golpearlo contra el suelo una y otra vez, el monstruo queda tumbado en el suelo por unos segundos pero se recompone como si nada, y avanza hacia ella. La veo esquivar golpe tras golpe y moverse con gran agilidad mientras utiliza cada uno de sus poderes, a excepción de las ondas de energía, pero fuera de eso parece estar divirtiéndose con la situación.
Y lo demuestra al sacar los cuchillos de sus muñecas, girarlos sobre sus manos y sin más correr hacia su presa, da un salto y corre sobre las extremidades del monstruo mientras corta todo lo que ve, a su vez que el monstruo chilla y hace lo posible para atraparla pero no parece conseguirlo, hasta que con gran enojo estampa su mano justo sobre el cuerpo de ella, aplastándola con fuerza.
Mi grito es ahogado por la mano de Max en el momento justo.
El monstruo se detiene y extiende el brazo, en donde la retiene con su mano. La veo retorcerse con enojo mientras gruñe amenazante, pero eso hace que el monstruo enfurezca y sin ningún tipo de piedad la apriete con fuerza, ella niega y la veo quedarse casi sin aire hasta que lo último que emite es el sonido de sus huesos haciéndose pedazos.
Otro de mis gritos es ahogado, niego con la cabeza sin poder creer lo que vi. Desvío la vista, lo único que escucho es su cuerpo caer en un sonido sordo.
—Ryan, mira— la voz de Max es apenas un susurro. Niego, no quiero ver su estado—Ryan, mira— insiste, vuelvo a negar, pero su mano libre levanta mi cabeza.
Con dolor me obligo a ver, y ahogando las ganas de llorar clavo los ojos en su cuerpo inerte, pero hay algo diferente en él. Ladeo la cabeza sin comprender lo que estoy viendo, en medio del pueblo, justo en el suelo a unos metros del monstruo está su cuerpo pero este desprende una extraña luz blanca y azul.
Es… como si ese no fuera su cuerpo.
Parpadeo y vuelvo a fijar la vista sin poder creerlo, pero al hacerlo una punzada de dolor se instala en mi nuca, al tiempo que aprieto los dientes en busca de que este extraño dolor desaparezca. Vuelvo a parpadear y desvío la vista, en el momento justo en el que la veo asomarse por detrás del monstruo, y emana esa misma extraña luz blanca y azul.
Ella sonríe como si acabara de conseguir su objetivo: engañar al monstruo con ilusiones.
Vuelve a liberar dos cuchillos y cuando el monstruo se agacha frente al cuerpo falso, ella los entierra con gran fuerza. El monstruo chilla y ella salta lejos de él, cae al suelo con elegancia y con la misma sonrisa se incorpora para levantar una mano con la vista fija en el monstruo que acaba de girarse hacia ella como puede.
Ella no borra su sonrisa cuando levanta un árbol desde el suelo con la telequinesis, mueve los dedos para que el árbol empiece a girar en el aire mientras su forma se pierde y queda solo una gran estaca de madera súper filosa. Y con un solo movimiento de su mano lo lanza directo al corazón del monstruo, matándolo en el instante.
Su cuerpo cae al suelo sin vida, ella se aleja y la gente no tarda en rodearla para festejar, agradecerle y felicitarle por su gran heroísmo. Incluso una sonrisa orgullosa y embobada se forma en mis labios al verla, pero esta se termina borrando cuando noto movimiento por parte del monstruo.
Clavo la vista en él y me desespero al verlo levantarse como si nada, la miro y noto que nadie parece darse cuenta de lo que sucede. En especial cuando el monstruo se arranca la estaca del pecho y levanta el brazo con toda la intención de asesinarla con la misma.
Sin poder controlarme corro hacia ella, pero todo empeora cuando el monstruo se adelanta y es en ese momento que el dolor en la nuca vuelve, seguido de esa luz que emiten mis manos al teletransportarme, solo que de forma incontrolable en el momento justo que veo al monstruo bajar el brazo con fuerza para clavar la estaca, pero no llega a hacerlo ya que la misma luz de mis manos se atraviesa en su camino y hace que la estaca se teletransporte. Llamando la atención de todos.