Ryan.

Capítulo 19.

No te vayas.

Ryan.

Ruedo en el suelo y esquivo el golpe con nervios. Luego que Max, Deimon y Jayme desaparecieran por esa luz acompañados por el Cerbero, no pasaron cinco minutos que ya habían aparecido dos monstruos más, uno de ellos salió en dirección al pueblo y los primeros en seguirlo fueron Hannah y Will, mientras que el otro se encuentra luchando contra Dante, Midnight y yo frente al río. Con una habilidad que no recordábamos que teníamos luchamos contra el monstruo, pero nos enfocamos más en esquivar, bloquear y tratar de todas las formas posibles que no se le ocurra acercarse al pueblo, pero nunca nos imaginamos que sería complicado.

—¡Este jodido monstruo es molesto!— se queja mientras se enfoca en levantar todas las raíces que pueda— ¡¿No tenían algo mejor qué hacer que no implicase monstruos infernales?!—

Me teletransporto y le hago un corte con la lanza.

—¡Créeme, estábamos a punto de hacerlo pero estas cosas decidieron arruinarlo!— respondo con rapidez para volver a teletransportarme.

Dante suelta una risa entremedio del caos, niega con la cabeza y sigue luchando.

—¡Cuando terminemos con esto dudo que tengas fuerzas para terminar lo que empezaron!—

Es mi turno de soltar una risa, lo miro con burla y le lanzo un tronco al monstruo.

—¡¿Quién lo dice?!—

Él vuelve a negar, con tranquilidad arma un objeto punzante con sus raíces y la lanza a mi dirección, con las manos en puños hago que mi luz azul aparezca sobre el objeto y que este se clave en el monstruo. Ambos miramos lo que hice con asombro, una sonrisa divertida aparece sobre sus labios. Compartiendo la misma sonrisa me pongo en posición, con la misma tranquilidad comienza a crear más objetos punzantes y los lanza en mi dirección, con determinación comienzo a correr y esquivando los objetos hago que aparezcan sobre el monstruo, para que se entierren en más profundidad cada vez que uno nuevo aparecía. Dante arma el último objeto punzante cuando vemos al monstruo a punto de desplomarse en el suelo, él me lo lanza pero me toma desprevenido, por lo que con gran habilidad doy un salto y giro en el aire justo cuando el objeto está a punto de tocarme, y antes de tocar el suelo mi luz aparece sobre él y se entierra en el corazón del monstruo. Caigo de pie en el suelo justo cuando el monstruo cae inerte al suelo.

—Aún tenemos el toque— dice y pasa un brazo sobre mis hombros— No tienes idea de cuánto he extrañado pasar estos momentos contigo—

Lo miro con una ceja enarcada.

—¿Extrañabas pasar tiempo conmigo o extrañabas crear caos conmigo?— pregunto con una sonrisa y los brazos cruzados.

Él hace como si lo pensara.

—Extrañaba pasar tiempo contigo mientras creamos caos a la vez— corrige con una sonrisa deslumbrante.

Vuelvo a negar con la cabeza, palmeo la mano que descansa sobre mi hombro con diversión.

—Nunca cambiarás—

Ambos empezamos a alejarnos del monstruo muerto. Dante me observa por el rabillo del ojo por unos segundos, hasta que pega su cabeza junto a la mía sin detener la caminata.

—Y no pienso hacerlo— dicta con diversión. Comparto una mirada divertida.

Sé que no.

Caminamos en silencio unos metros más, hasta que un extraño sonido tras nuestra espalda nos hace detenernos, con confusión ambos nos volteamos para observar pero nunca llegamos a hacerlo del todo, ya que algo nos golpea con suficiente fuerza que nos hace volar un par de metros del uno y del otro. Con rapidez me teletransporto y caigo de espalda al suelo, suelto quejidos de dolor y giro sobre mi cuerpo para buscar a Dante con la mirada, lo visualizo estrellado contra un árbol muy lejos de mí. Con dificultad me pongo de pie y trato de avanzar hacia él, pero me freno en seco al ver al monstruo de vuelta en pie y bastante más furioso de lo que había estado con nosotros hace unos momentos.

Con rapidez vuelvo a teletransportarme para esquivar el golpe del monstruo, aparezco cerca de Dante y con los nervios a flor de piel trato de despertarlo, lo sacudo varias veces mientras el monstruo trata de localizarnos para cazarnos. Al ver que no parece querer despertarse nos teletransporto a los dos lo más lejos que puedo del lugar, aparecemos tras unos árboles y lo bastante lejos del monstruo. Dirijo mi mirada al rostro del ruloso y palmeo sus mejillas sin delicadeza para que reaccione, cosa que consigo luego de varios intentos y lo primero que hace es empujarme para vomitar a un costado.

Hago una mueca de asco por la situación pero me apresuro en palmear su espalda para que suelte todo lo que provoca la teletransportación, él termina de vomitar y se limpia la boca con el dorso de la mano con concentración, levanta la cabeza y observa el lugar con confusión hasta que sus ojos me encuentra y por la reacción de sorpresa parece recordar la existencia del monstruo. Y lo confirma al mirar a todos lados con ansiedad y al no encontrarlo suelta un suspiro de alivio, sus ojos se posan en mi rostro otra vez.

—¿Y el monstruo?— pregunta.

Abro la boca para responder pero el estruendo que genera uno de los árboles a nuestro lado al romperse por la mitad nos hace saltar en el lugar, sin mirar atrás tomo el brazo de Dante y lo arrastro por entre los árboles con tal de volvernos a ocultar. Pero llega un momento en que ya no parece querer seguirme, me giro para verlo y mi confusión crece más cuando lo veo zafarse de mi agarre y comenzar a caminar hacia el monstruo con las manos en puños.

—¿Qué haces? ¡Debemos irnos o nos matará!— digo con tal de que retroceda, pero no parece querer hacerlo.

—Primero se digna en cazar a mis amigos, luego secuestra a mis sobrinos y amenaza a mi hogar, y ahora quiere matarnos— habla con enojo, y va aumentando a medida que avanza con los puños más apretados que antes— Pero ya me harté, me harté de que este maldito monstruo siga aquí y si no se va en este preciso momento, ¡entonces me encargaré de hacerlo yo mismo!— grita furioso para empezar a correr en dirección al monstruo.




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